Nunca me canso de pregonar que mi década prodigiosa fueron los 90, ya que fueron los años que por suerte o por desgracia pasó mi adolescencia, y diría que por suerte, no nos estupidizaron tanto musicalmente como pasa ahora y en los últimos años.
Kurt Donald Cobain, era el chico raro, el incomprendido, el rebelde ese al que tenías que temer, cosa que supongo que era la que le aportaba ese magnetismo a quienes teníamos ganas de comernos el mundo a dentelladas y no veíamos más salida que poner el culo (y en esas seguimos).
Reconozco que yo les conocí con el Nevermind, una patada en los cojones de la industria, y en todos los principios elementales de este genio, que escuché tantos miles de veces que ahora aún podría tararear el dedillo todas las canciones, y con el que me abrió la brecha grunge, cuando yo ese momento ya estaba sumergido en el brit-pop, cosa que sigo arrastrando. A día de hoy aún me considero hijo de esos dos movimientos en todos mis gustos musicales.
Murió joven, y dejó un bonito cadáver, una ex-mujer conflictiva y una hija con sus mismos ojos, supo como nadie conjugar a sus admirados The Beatles con la brusquedad sónica de Black Sabbath, y sobre todas las cosas, nos legó unas canciones que formarán para siempre parte de nuestra vida, con las que nos seguiremos desfogando cuando nos agobiemos contra el mundo, cuando nos enfademos cuando veamos la mierda que nos quieren hacer tragar la Mtv y los 40, o simplemente queramos disfrutar de una música increible oída y escuchada a todo volumen.
Seguramente de seguir vivo, con sus 45 añitos, ahora estaría tocando en garitos de mala muerte, feliz como una perdiz tras el boom de los años, y probablemente rajando de como se vendió al mejor postor tantas veces el sobrevalorado Dave Ghrol.
No es tradición el tema de los obituarios en el blog y espero que así siga, pero hoy era una ocasión especial, por ello pondré el video de la que siempre será mi canción favorita del grupo, por ese deje tan beat de las guitarras o por ese sentimiento que le puso, y que perdió un poco en la versión del Unplugged in NY.
Happy Birthday, Kurt...