Se decía hace unos meses, cuando el nuevo disco de Keane,
para algunos el 4º y para algunos el 5º (no obviemos que el supuesto ep “Night
Train” tiene ni más ni menos que 8 canciones), veía la luz, que el trío Chaplin, Rice-Oaxley
y Hughes volvía a las formas de “Hopes And Fears”. Quizás sea una descripción
muy categórica y la forma más fácil de definir el disco, sin complicarse la
vida. Y puede ser verdad que haya un cierto retroceso a las formas sonoras del
debut de Keane, pero la cosa es más compleja.
Sí es cierto que el mayor ritmo mostrado en “Perfect
Symmetry” se pierde en parte, pero por otro lado, también noto influencias del
sonido de “Under The Iron Sea”, quizás mi disco favorito del grupo. Con
“Strangeland” Keane tomaba la iniciativa en un año en el que sus rivales (en
todos los sentidos, ya que creo que hay algo de mal rollito entre ellos) The
Killers iban a sacar nuevo material. Quizás “Perfect Symmetry” descuadró a la
gente, aunque tampoco estamos ante un cambio estilístico tan exagerado como por
ejemplo el que The Cure pegó en 1983 cuando editó el single “Let’s go to bed”
tras el disco “Pornography”.
Es también cierto que el single “Spiralling”, que a mi me gusta
bastante, por cierto, y otras canciones como “Better than this” suponían un
gran punto de partida sobre los orígenes del grupo y mucho más si cabe respecto
al a ratos oscuro y decadente, pero fabuloso, “Under The Iron Sea”. No
obstante, creo que “Perfect Symmetry” es un disco bastante aprovechable, lo que
pasa es que, sí, es quizás el disco menos bueno de los editados por el grupo
hasta la fecha. Por cierto, sé, y de hecho ya lo he citado, que el paso anterior es prácticamente otro disco
del grupo que se llamó “Night Train”, al que tildaron de “ep”, y del que no tengo
referencias, ni puedo hablarles, puesto que lo tengo pendiente de adquirir y
escuchar.
Finalmente, tras 4 años desde el último lp y 2 desde el
último trabajo editado, el citado “Night Train”, el grupo regresa, con un disco
que pudiera ser considerado por muchos como el mejor trabajo de su trayectoria.
Tiene sus fundamentos la cosa, no se crean, y al término del artículo, tras
analizar sus canciones, disertaré y reflexionaré sobre ello. Ahora es turno de
hablar de todas sus canciones, 12 más 4 de la edición deluxe, cuyas 4 propinas
tampoco tienen desperdicio.
“You are young”, sobre todo por sus formas suaves de inicio
y la melodía de piano, podría en efecto recordarnos en parte a la masiva “Everybody’s
changing”. Su estructura se basa en una cíclica subida de intensidad desde las
estrofas al estribillo. Una canción muy emotiva y que dista mucho de aquella
apertura tan pop y desenfadada del anterior lp “Perfect Symmetry”, que era “Spiralling”.
Llega el turno para el 1er. single del disco. “Silenced by the night” es una
acertada elección como sencillo, ya que opino que es una de las mejores
canciones del disco. Tiene “Silenced by the night” un estribillo muy bueno, a
la altura de los mejores momentos de Keane. La melodía del piano y el resto de
arreglos dan lugar a una instrumentación muy cuidada, elegante y emotiva. Tom
Chaplin tiene buena parte de culpa del éxito de esta canción, debido sobre todo
a lo bien que maneja sus registros más altos y potentes en el estribillo. Muy
buena, pero es que se da el caso de que “Disconnected”, segundo single y que se
sitúa justo a continuación, está al nivel de “Silenced by the night”, pero con
un enfoque distinto, ya que esta “Disconnected” es más relajada y no dispone
del cierto tono heroico de “Silenced by the night” en el halo de su estribillo.
“Disconnected” es una de las pistas más luminosas de “Strangeland” y la vez uno
de sus mayores activos, con lógica escogido como single. Destacar el videoclip,
que es al menos curioso para nuestro país, ya que está dirigido por J.A.
Bayona y Sergio G. Sánchez, los cuales se sirvieron del actor Félix Gómez y de la actriz Leticia Dolera
para hacer una recreación de lo que fue en parte la atmósfera de la película
“El Orfanato” del primero; sin duda más divertido que el algo soso video que se hizo para
“Silenced by the night”, donde el rollo road movie y los 2 actores dejan en un
2º plano a los Keane tocando en la penumbra, cosa que también sucede en
“Disconnected”, pero por la cercanía con nuestra cultura cinematográfica, nos
resulta mucho más curioso. “Watch how you go” supone el inicio del escrutinio
de piezas lentas del disco, que abundará más en la 2ª mitad del mismo. Está
situada entre los, hasta la fecha, 3 singles extraídos de la obra. Llega el
turno del hasta la hora último sencillo del disco. “Sovereign light café” es
agradable, de melodía luminosa y optimista, y en este caso, aunque hay momentos
de repuntes en la melodía que denotan cierta entrega, no se aporta tanta emotividad
como en la a ratos épica “Silenced by the night”, ni en la emotiva “Disconnected”.
Nuevamente vemos a los Keane en un tema fácilmente reconocible dentro de su
estilo y un single que no chirría a nadie. El video devuelve el protagonismo al
grupo, en especial a Chaplin con un travelling que le sigue en un paseo por la
playa. “On the road” es muy acelerada y dispone una melodía pop rápida y muy
rítmica, destilando un estilo muy animado. Su fuerte carácter cíclico de
estructura permite transferir si cabe más vértigo y en el apartado instrumental
lo que más destacan son las notas de teclado a cargo de Rice-Oaxley. “The
starting line” vuelve a acertar, sobre todo en su estribillo, donde Keane
ofrecen otro ejemplo de emotividad, delicadeza y belleza sonora. Un medio
tiempo agradable y que está en perfecta consonancia con el regusto principal
que transmite “Strangeland” tras su escucha detenida.
La pieza que menos tiene
que ver con el resto de “Strangeland” es “Black rain”. Con una melodía
misteriosa y un Chaplin haciendo uso de un medio falsete susurrado en el
estribillo, se nos conceden unos minutos íntimos y contenidos, que como
contraste y punto exótico del álbum funciona relativamente bien. “Neon river”
retorna a las melodías que podríamos denominar “tipo” de “Strangeland”. No es
la más memorable de la obra, pero no desagrada. En las primeras escuchas, no
obstante, es posible que les pase desapercibida. Ofrece en torno a los 3
minutos una parte de teclados realmente interesante. Llega ahora “Day will
come”, con mucho ímpetu y ritmo en sus notas. Ejemplo de unos Keane en estado
de gracia a la hora de lugar a piezas pop de muy buen gusto y sentido rítmico.
No tiene un estribillo demasiado marcado, sino que su estructura de estrofas es
más bien progresiva. Los coros acompañan correctamente a Chaplin en esta
correctísima canción de la 2ª mitad de la obra que hoy analizamos y que, como
les comentaremos en los próximos días, gana mucho en directo. A pesar de sus
interesantes y misteriosas primeras notas, a la postre “In your own time” no
pasa de ser una pieza que no suena mal, pero que se queda en ser un medio
tiempo que está por debajo del nivel de exigencia del disco, no porque sea
mala, sino porque el listón marcado por la media de las canciones de
“Strangeland” es muy alto. De factura clásica, marcada por la melodía de piano,
“Sea fog” es el capítulo final formal del disco. Es una pieza muy melancólica,
delicada, con Chaplin demostrando al micrófono su enorme valía como vocalista
de calidad de grupo pop/rock. Resulta algo angustioso un final tan melancólico
y triste en su melodía, con un final íntimo pero solemne a la par con los coros
que se dan lugar tras los momentos más álgidos de la voz de Tom Chaplin. Quizás
por ello, los 4 temas extras nos vienen de perlas para no terminar con la
lágrima en el ojo. Primero se hace sitio como propina de lujo la canción que da
el título al disco, la cual comienza siguiendo el hilo del piano de “Sea fog”
en parte. No tiene el toque tan lánguido de “Sea fog”, pero también estamos
ante una canción de tinte reflexivo y alejado de los momentos más pop y alegres
del disco; lejos queda de “Disconnected”, por ejemplo. No obstante, es un tema
muy bueno y que por ejemplo supera a “Neon river”, bajo mi punto de vista. Sin
embargo, el grupo cambia de parecer con la siguiente pieza. Quizás sea el
pasaje de pop más sencillo y directo de los que Keane han facturado en su
trayectoria. Y es que “Run with me” es una canción de amor bonita y sencilla,
que quita peso a los momentos reflexivos que la han antecedido. Es una pequeña
joyita oculta, que desde los primeros instantes que escuché el disco me llamó
la atención y me resultó muy agradable. La siguiente propia es “The boys” que
tiene un enfoque más cercano al brit pop noventero y deja de lado el sentir
naif y sin mayor pretensiones que tenía la ligerita “Run with me”. Esta “The
boys” aporta más variedad en este bis que incluye la edición deluxe del disco y
ofrece a unos Keane que ni se muestra melancólicos o sentimentales como en la
mayoría de sus composiciones, ni alocados como pasó en algunos temas de
“Perfect Symmetry”. Siempre viene bien reivindicarse en otros estilos y por mucho
que le pese a los hermanos Gallagher, declarados detractores de Keane, hasta le
hubiera resultado digna esta pieza a los últimos Oasis en alguno de sus últimos
trabajos discográficos antes de partir peras. “It’s not true” es quizás el
momento menos memorable de los añadidos tan notables que completan los 16 temas
de la deluxe edition. Sin ser mala, supone otro medio tiempo íntimo que casi
podría denotar cansancio al llegar al final del disco, como si el grupo hubiera
grabado el disco del tirón. Dejemos que los chicos descansen pues, ya que creo
que se lo han ganado a pulso.
Atención, pregunta: ¿podríamos considerar a “Strangeland” el
mejor disco de la trayectoria de Keane hasta la fecha? Pues miren, si nos
detenemos en ello y lo analizamos a fondo, podría ser. De acuerdo, el disco y,
por desgracia, casi todo lo que haga Keane en el futuro, siempre va a estar por
debajo del impacto de su debut de larga duración “Hopes And Fears”, ya que si
con temas tan buenos como “Silenced by the night” o “Disconnected” el grupo no
ha conseguido llegar al nivel de repercusión de las “This is the last time” o
“Everybody’s changing”, apaga y vámonos.
Bueno, el disco en sí ha llegado a lo más alto de la lista
de discos más vendidos del Reino Unido, pero los singles han funcionado bastante
mal en sus respectivas clasificaciones, lo cual considero un crimen. Me la
juego afirmando que tanto “Silenced by the night” como “Disconnected”, con el
debido paso del tiempo, serán de las canciones más celebradas y adoradas por
los fans de toda la vida del grupo. La portada del disco, vista desde lejos
parece como una gran estructura de un escenario (al estilo del de Rock In Rio
de Arganda del Rey) y lo de delante la multitud agolpada para ver el show, pero
no, es un par de edificios de apartamentos y lo de delante no es gente, sino
piedras y grava, que en realidad conforman, como reza el título del disco, un
extraño mundo.
A Keane siempre les he visto como un grupo que pone mucho
mimo, cuidado y esmero en todo lo que hacen. Son como unos músicos artesanos,
que consiguen una cosa muy importante y que se da por supuesto, pero no siempre
es así: transmiten sentimiento sincero en todo lo que componen. Otros grupos
del corte, no diré nombres (cada cual que piense lo que quiera), parece que
impostan la pose y el sonido de sus canciones. Con Keane la impresión es la
naturalidad y “Strangeland” es una buena prueba de ello, lo cual se podía haber
quedado algo diluido en el anterior “Perfect Symmetry”, que buscaba más el
sentido pop, dejando un poco de lado la emotividad.
El grupo está de gira y damos fe de ello tras asistir anoche
a su concierto en Madrid en el Palacio Vistalegre. En los próximos días
publicaremos el post de la crónica del evento, pero adelantamos que será muy
positiva, de un 8,5 sobre 10. Por cierto, es justo igualmente mencionar (que en
la introducción se me pasó) que el grupo ya no es un trío, sino que
oficialmente es un cuarteto con la incorporación de Jesse Quinn como miembro de
pleno derecho del grupo en el rol de bajista. Los 4 en escena se valen y se
sobran para representar las melodías y sentimientos tan intensos de las
composiciones en estudio.
No obstante, del directo ya hablaremos en 2 o 3 días. De
momento les recomiendo encarecidamente que se metan con “Strangeland”. Es bueno
de cabo a rabo pasando por los 16 temas. Los momentos menos lúcidos son
simplemente pasajes de contemporización para posteriormente afrontar canciones
que nuevamente nos pongan en una muy buena onda. Fabulosos Keane. Si ya dije la
pasada semana que “Battle Born” de The Killers es un repunte de calidad
respecto a “Day & Age” de los Flowers y compañía, esta semana termino
diciendo que este “Strangeland” mejora ostensiblemente a “Perfect Symmetry”
(que no es que fuera malo, sino que tenía un carácter que no asociábamos a
Keane fácilmente) y en comparación es mucho mejor que el notable “Battle Born”
de los de Las Vegas, dentro de las respectivas carreras de los grupos. Siempre
es un placer y un ejercicio de muy buen gusto musical escuchar la música de
Keane y detenerse en las notas de muchas de las canciones de este su último
disco de estudio es tremendamente satisfactorio.
Termino hablando de nuestro programa de radio. Ya saben que
la frecuencia de nuevo contenido en esta 4ª temporada es quincenal y no
semanal, con lo que hoy no esperen a las 16.00h (ni tampoco este próximo
miércoles a las 23.00h) nuevo programa en la sintonía de RUAH, sino que podrán
escuchar la parte 1 del estreno realizado en directo el pasado sábado sobre
Mecano y su disco “Aidalai” en el que contamos con la participación telefónica
de personalidades tan importantes como el biógrafo oficial del grupo Javier
Adradós y la que fue locutora de Cadena 40 Yolanda Valencia. El próximo sábado
habrá un nuevo debate en directo. También les confirmamos que en breve volverá
a sonar nuestro programa también en &radio. En los próximos días podrán ver
el banner correspondiente con los nuevos horarios de difusión de nuestro
espacio radiofónico. Y, ya con esto sí que acabamos por hoy, el audio de la 1ª
parte del programa sobre Mecano y “Aidalai” estará disponible en nuestro perfil
de Ivoox a lo largo de la próxima semana.