Revista Opinión
Hará unos días, leyendo un artículo sobre lenguaje y desarrollo cerebral, vine a darme cuenta de lo afortunados que somos los que hablamos dos o más lenguas. Pero la primera duda ¿cómo se originó el habla? ¿Fueron las necesidades comunicativas las que hicieron que se desarrollara y posteriormente la naturaleza fuera seleccionando a aquellos especímenes mejor preparados para la supervivencia? o ¿fue simplemente la evolución la que hizo que nuestro cerebro fuera centrando su atención a funciones más útiles? Cada uno que piense y extraiga sus conclusiones.
Ahora bien, centrándonos en el tema del bilingüismo, conocer, saber o aprender una nueva lengua comporta cambios estructurales y funcionales en el cerebro. Esto pasa tanto en recién nacidos como en adultos. En el caso de los niños el proceso es complejo a la vez que beneficioso, ya que el niño tiene que darse cuenta que las personas hacen referencia a un mismo objeto con dos palabras distintas; cuando hable en una lengua, tendrá que inhibir la otra o cuando alguien hable, saber en qué idioma está hablando. Todo esto se traduciría en una adquisición de conocimientos de evaluación o planificación más rápidos, es decir, aprenden más lento pero mejor. En los adultos ayuda a focalizar la atención e ignorar información irrelevante, sacrificando en ocasiones la adquisición de mayor vocabulario o más dificultades para encontrar la palabra adecuada (cosa que se arregla leyendo). Los beneficios compartidos tanto en adultos como en niños, son que el bilingüismo afecta en la organización cerebral del lenguaje, como en la densidad de materia gris y blanca de ciertas áreas cerebrales, produciendo reservas cognitivas que nos hacen mas resistentes a los procesos neurogenerativos y sus enfermedades, como el Alzheimer. Para mí, más que todos estos beneficios explicados, la mayor satisfacción que te puede dar el conocer una segunda lengua es el poder comunicarte con el mayor número de gente posible, intercambiar experiencias, valores, opiniones, maneras de ser y comprender lo que nos rodea, nos permite leer más, escribir y compartir nuestras ideas con el resto del mundo, en resumen, nos ayuda a ser más sociables. A mayor número de llaves en tu llavero, mayor número de puertas podrás abrir y mayores experiencias podrás descubrir. Así las cosas, ¿consideráis que hablar más lengua es importante?