Nadie duda de que el director estadounidense Osgood Perkins se ha consolidado como uno de los autores más representativos del panorama fantástico. En apenas dos años ha realizado tres largometrajes: la que para muchos es su obra maestra, Longless; la alocada y divertida The Monkey; y, a finales de este año, su nuevo trabajo, Keeper

Hoy venimos a hablaros de esta última obra. La historia comienza con una pareja que decide hacer una escapada romántica de fin de semana a una cabaña aislada. Cuando Malcolm (Sutherland) regresa repentinamente a la ciudad, Liz (Maslany) queda completamente sola, enfrentándose a un mal indescriptible que irá desvelando los horripilantes secretos que esconde la cabaña.
Con Keeper, Perkins continúa profundizando en un cine de terror puramente atmosférico, donde la forma vuelve a ser más importante que el fondo. La película destaca, ante todo, por su cuidada estética y un diseño de producción sobresaliente. Cada espacio está pensado para generar inquietud, y la puesta en escena demuestra, una vez más, el enorme talento visual del director. Keeper es una película pequeña, contenida, casi minimalista, y en ese sentido resulta interesante comprobar cómo Perkins se mantiene fiel a sí mismo, sin alejarse de su estilo autoral y único.

Otro de los puntos fuertes del film son las interpretaciones de sus protagonistas. Tatiana Maslany sostiene gran parte del metraje, ofreciendo una interpretación comprometida y notable, capaz de transmitir vulnerabilidad y desconcierto con gran eficacia. Por su parte, Rossif Sutherland aporta una inquietante presencia que encaja a la perfección con el tono de la película, reforzando la sensación de amenaza latente.
Sin embargo, el principal problema de la película reside en el guion de Nick Lepard. Es excesivamente simple y no termina de cuajar en ningún momento. Esta sencillez narrativa provoca que, por momentos, la película resulte demasiado pretenciosa, como si intentara decir más de lo que realmente cuenta. Su ejecución es terriblemente lenta, hasta el punto de volverse tediosa y, a pesar de contar con un tercer acto interesante, el ritmo no logra sostener el interés durante todo el metraje.

Es cierto que Keeper construye momentos de auténtico terror, secuencias puntuales de gran eficacia que confirman el dominio de Perkins dentro del género. Sin embargo, estos instantes no compensan una progresión dramática poco estimulante ni un desarrollo que se alarga innecesariamente. El desenlace, además, llega de forma precipitada, cerrando la historia con menos fuerza de la que prometía.
En definitiva, se trata de una obra que seducirá a los amantes del terror atmosférico, pero que, para un servidor, Keeper no supone una clara evolución dentro de la filmografía de Perkins, sino más bien una reiteración de temas y formas ya presentes en sus trabajos anteriores, esta vez con un impacto menor.
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- ##check## Lo bueno
- Destaca por su inquietante atmósfera, buenas interpretaciones y un diseño de producción impecable.
- ##times## Lo malo
- Su guión.
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- Ambientación 8.0
- Profundamente atmosférica y siniestra. El punto fuerte del film.
- Desarrollo de Personajes 4.0
- Es limitado y principalmente centrado en la evolución emocional de Liz, mientras que el resto permanece poco explorado.
- Argumento / Guión 5.0
- Simple y lineal, con ideas de terror efectivas pero sin profundizar en la narrativa ni en los conflictos de los personajes.
- Banda Sonora 7.0
- Es minimalista y malsana, potenciando la tensión sin recurrir a sustos evidentes.
- Entretenimiento 5.0
- Aunque tiene momentos de gran tensión, la película se ve empañada por su tedioso ritmo, lo que la hace menos entretenida de lo que promete.
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- Puntuación Total 5 / 10





