El kéfir, un probiótico natural muy eficaz
El kéfir es un producto resultante de la fermentación, en el caso del kéfir de agua, se alimenta del azúcar que se le añade a los nódulos de kéfir, mientras que en el caso del kéfir de leche, el fermento de la leche se alimenta de la lactosa con la que se van multiplicando los microorganismos vivos que le dan esa característica de alimento probiótico.
Si aún no sabes qué son los probióticos y en qué nos benefician te invitamos a leer este artículo sobre los 10 alimentos probióticos naturales, donde te explicamos los beneficios que nos aportan los probióticos a nuestro organismo, y qué tiene que tener un alimento para ser considerado probiótico.
Resumiendo un poco, podemos decir que un probiótico es un alimento que contiene unos microorganismos vivos (bacterias) beneficiosos para la vida. Estos probióticos nos benefician porque nos hacen asimilar correctamente las vitaminas y minerales, además mejoran nuestra salud evitando ciertas enfermedades, y fortalecen el sistema inmunitario, equilibrando las funciones microbióticas y tratando de impedir el desarrollo de bacterias malignas; siendo los probióticos inocuos para nuestra salud, es decir sin tener efectos secundarios ni producir ningún tipo de daños.
El kéfir de agua, probiótico ideal sin lactosa
El kéfir de agua es una bebida probiótica resultante de la fermentación de distintos elementos, se puede consumir como refresco y es ideal para aquéllas personas intolerantes a la lactosa, ya que este kéfir no lleva leche, a diferencia del kéfir de leche. El fermento del kéfir de agua se alimenta del azúcar, mientras que el kéfir de leche se alimenta de la lactosa produciendo ácido láctico, dióxido de carbono y alcohol.
El fermento del kéfir de agua, aunque se produzca con azúcar es ideal para los diabéticos ya que consiguen reducir y estabilizar los niveles de glucosa en sangre. Es importante destacar, que es una bebida con gas, un gas producido por los fermentos. Su sabor es parecido al de una limonada, y aunque parezca paradójico, nos ayuda a la eliminación de gases.
Beneficios y propiedades del kéfir de agua
Los beneficios del kéfir de agua son muchos, ya que tiene propiedades digestivas, diuréticas y muy desintoxicantes a nivel intestinal. Además favorece la eliminación de los gases estomacales, favoreciendo las digestiones más rápidas y con menor toxicidad para nuestro organismo. Si lo consumimos de forma habitual refuerza nuestro sistema inmunitario y actúa como regenerador de la flora intestinal, lo que nos puede venir muy bien después de procesos diarréicos o tras gastroenteritis, etc. También regula el tránsito intestinal y mejora el estreñimiento ocasional. Contribuye a reducir el colesterol, y estabiliza la tensión arterial. Controla el apetito evitando las ansias por comer compulsivamente, aquí te ofrecemos toda la información sobre cómo evitar los ataques de hambre. Tiene un efecto laxante, por lo que deberíamos controlar las cantidades que consumimos sin que se lleguen a producirse estos efectos. Aquí puedes ver alimentos con efectos laxantes.
Contraindicaciones del kéfir de agua
Generalmente no se han producido contraindicaciones, únicamente en el caso de ser alérgico o intolerante a las levaduras o a alguno de los ingredientes, no debes consumir el kéfir de agua. Por el resto no produce efectos secundarios ni existen contraindicaciones. Lo único que debemos vigilar es la conservación de la bebida, ya que puede verse alterada si no se conserva correctamente; lo notaremos en el sabor, la textura e incluso por el olor. También debemos abandonar su consumo si se producen efectos laxantes extremos, ya que puede producirnos daños para el organismo, como deshidratación.
¿Cómo elaborar kéfir de agua para adelgazar?
A continuación te ofrecemos cómo elaborar el Kéfir de agua casero, recuerda que las cantidades son orientativas y que puedes ir modificándolas para lograr encontrar el sabor que más te agrade. Debemos vigilar que los objetos que utilicemos para la elaboración estén bien limpios.
Os recomendamos, que lo mantengáis a la vista para poder observar el crecimiento del fermento, que además es un proceso interesante y bonito de ver.
Para la elaboración necesitaremos:
- Un bote de cristal con cierre totalmente hermético.
- 3 cucharadas soperas de azúcar moreno, panela o fructosa.
- Medio limón(únicamente su jugo).
- Un litro de agua mineral.
- 60gr de nódulos de kéfir de agua.
- Dos o tres ciruelas secas, higos secos, o dátiles u orejones. Lo que más os guste.
La preparación es muy sencilla, deberemos poner todo en el bote y removerlo, los frutos secos y el zumo del medio limón le aportarán sabor a la bebida. Recordad no llenar el bote del todo, deberemos dejarlo reposar y fermentar durante al menos dos días, cuantos más días lo dejemos más gas tendrá nuestro kéfir. Recuerda abrir el bote de vez en cuando para que escape el gas resultante. Pasado el tiempo de fermento, deberemos colar todo con un colador de plástico (nunca de aluminio).
La conservación del kéfir debe ser en el frigorífico. Es importante lavar los nódulos de kéfir con agua para reutilizarlos en tu próxima elaboración, como habrás podido observar éstos habrán multiplicado su volúmen.
¿Cómo tomar el kéfir de agua?
Realmente, puedes consumir el agua de kéfir en la medida que desees, aunque se recomienda consumir al menos un vaso en ayunas para potenciar sus efectos; así como un vaso treinta minutos antes de las comidas para preparar a nuestro sistema digestivo para las futuras digestiones. Es muy recomendable beberlo durante el día para mantenernos saciados, si lo que buscamos es perder peso y controlar el apetito y mantener los niveles de glucosa en sangre estables.
Al ser una bebida con gas, deben tener la precaución aquellas personas que tienen dificultad para expulsar los gases, pudiéndola agitar para eliminar poco a poco el contenido de gas, para evitar que se acumulen en el organismo.
¿Se puede elaborar Kéfir de agua sin azúcar?
La respuesta es sí, se puede elaborar con melaza de arroz o con cualquier otro tipo de melaza, que actuará como el azúcar. Pero no se puede elaborar prescindiendo de él ya que los microorganismos se alimentan de ello. Para elaborarlo únicamente deberemos sustituir el azúcar por cuatro cucharadas de melaza de arroz. El resto del procedimiento será el mismo, por lo que no entraña mayores dificultades.