La cantante californiana de la canción más escuchada durante estos meses en las radios de nuestro país, parece no conocer el dicho "zapatero a tus zapatos".
Ke$ha se ha tenido que disculpar con su amigo roquero, Andrew W.K, después de que éste se dejara tatuar por ella y acabara en el hospital con una infección de tres pares de cojones.
El roquero comentó en varios medios de comunicación lo siguiente: "Mi cuerpo rechazó la tinta y tuve que ir al médico".
La artista a través de mi queridísimo Twitter, ha emitido una especie de disculpa cibernética que dice así: "Lo siento, no fue culpa mía, porqué tanto el bolígrafo como la aguja eran propiedad del músico, así que yo no tuve nada que ver con la infección".
Los más surrealista de esta mini historia típica de película de Almodóvar, es que el roquero no solo ha contestado que no pasa nada, sino que la marca que le ha quedado es mucho más chula que el tatuaje en sí que tenía en mente.
Yo me pregunto, ¿Que se fumaron para llegar a tatuarse con un boli y una aguja?
Misterios de las jóvenes promesas de la industria musical americana...
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