Han pasado muchos años, pero Keith, el crápula más veterano, sigue siendo un bocazas
El veterano guitarrista se convertirá en octogenario en un par de meses…, aunque nunca se sabe, puesto que a lo largo de su vida ha estado al borde de la muerte un montón de veces. De todas formas, durante su extensa carrera artística ha tenido tiempo de ser músico y escribir un montón de títulos para el recuerdo, de meterse ‘pal’ cuerpo kilos y kilos de todo tipo de sustancias, de beberse hasta el agua de los floreros…, y también de despreciar y burlarse de muchos de sus colegas. Keith Richards, un rocker sin freno
Desde hace décadas, Richards ha mostrado una actitud muy rockera, incluso muy punk, cuando se ha referido a sus colegas (a muchos otros ajenos a la música también les ha ‘cantado alabanzas’). Así, desde leyendas del rock clásico (sus contemporáneos) hasta estrellas del pop de moda, pocos se han librado de la lengua viperina y desbocada de Keith Richards. Por otro lado, pocas veces expresó su admiración y dirigió sus elogios a otros músicos, con una enorme excepción…
Por empezar con los que, como él, estaban en el lugar oportuno en los años sesenta, Led Zeppelin. Dijo en 1969: “La voz del tipo que canta empezó a ponerme de los nervios. Creo que es demasiado acrobático”. ¿Qué querría decir?, ¿cómo relacionaría su castigado cerebro el tono de voz y la acrobacia?
Otro casi de su quinta, Bob Dylan (un par de años mayor) tampoco se libró de los desprecios del Rolling Stones, quien en 2014 declaró: “Bob es un pequeño cabrón desagradable. Recuerdo cuando un día me dijo: Yo podría haber escrito 'Satisfaction', Keith, pero tú no podrías haber escrito 'Desolation Row'. Yo me limité a responder: 'Vale, tienes razón, Bob!”. En realidad, tal para cual.
Evidentemente, su enemigo íntimo, Mick Jagger, no se ha librado de los dislates borrachos y ‘colocaos’ de Keith. En su libro ‘Vida’ gasta muchas líneas para atizar a su compi, sobre todo cuando se refiere a sus proyectos en solitario: "Me pareció que realmente Mick se había descarrilado... No puedo recordar todas las burlas, comentarios e insultos que le solté: ‘Disco Boy’, ‘Jagger Little Jerk Off Band’ (o sea, La pequeña banda de idiotas de Jagger). Bueno, me pregunto ¿por qué no se une a Aerosmith?". Amigos para siempre.
A pesar de que siempre declararon ser amigos, los Beatles fueron objeto varias veces de sus vulgares dardos dialécticos; así, sobre el álbum ‘Sgt. Pepper’ se atrevió a croar en 2015: “Es una mezcolanza de basura. No hay muchas raíces en esa música. Creo que se dejaron llevar y salió eso”. La envidia suele oscurecer el pensamiento y cegar la razón. Pero el tío no se quedó contento con ello, así que volvió a cargar: “Las chicas cansaron a esos tipos. Dejaron de viajar en 1966, o sea, ya habían terminado”. Estúpida e incomprensible reflexión, puesto que un guitarrista de rock debería saber que lo peor que puede suceder en un concierto es que no te oigas a ti mismo, ni tu voz ni tu guitarra, y eso es precisamente lo que obligó a los Beatles a dejar de tocar en vivo: el permanente griterío que les impedía oírse; por eso dejaron el directo.
Incluso una banda tan querida y añorada como los Creedence Clearwater Revival fue despreciada por el duro ‘stone’. Aun corría el año 1969 cuando se dejó soltar: “El día que escuché a los Creedence por primera vez quedé realmente noqueado. Pero muy pronto, muy rápidamente me aburrí de ellos. Son tan básicos y simples… lo suyo es demasiado fácil”. Claro, las partituras (es un decir) que él escribía son más complejas que una sinfonía…
El mismo 1969 rajó contra los Bee Gees, y eso que aun faltaban años para las fiebres nocturnas sabatinas: “Bueno, están bien en su pequeño mundo de fantasía. ¿Cuántos trajes tienen? Son cosas de niños, ¿no?”. Y también reprochó a The Band (que fue el grupo que acompañó a Dylan) que sonaran tan bien: “The Band eran muy estrictos, sonaban nota por nota como en sus discos. Parecía que no tenían vida por sí mismos”.
Bandas posteriores también merecieron que Keith se fijara en ellas. En Guns N' Roses sólo vio copias: “Su aspecto indica que han copiado a otros; uno es como Jimmy Page, otro es igual que Ron Wood…, demasiado imitador, demasiadas poses”, dijo en 1988. Sobre los Sex Pistols tenía una postura muy clara: “Desprecio absolutamente a esos idiotas”. Y aún más clara acerca de Oasis: “Son una mierda”. Finalmente tampoco dejó de arremeter contra el rap: “No me gusta que la gente me grite esto o aquello, cómo pensar o qué música escuchar”.
No en todos, pero parece que hay algo de envidia disuelta en tanta inquina.
Pero una vez, seguro que en un arrebato de lucidez y sinceridad, Keith Richards se refirió a Paco de Lucía con veneración, con un respeto reverencial y admirado: “A veces me han dicho que yo soy una leyenda de la guitarra. No tienen ni p… idea. Sólo hay dos o tres guitarristas de leyenda. Y muy por encima de todo guitarrista, Paco de Lucía”. En esto no hay la menor duda.
CARLOS DEL RIEGO