El Kelimutu
Para dormir elegimos el primer hostel que vemos, Rice Fields, con Theresa y Florian, una pareja de alemanes que está viajando durante un año por el mundo y con los que coincidimos los bungalows de Riung. Como es pronto, decidimos ir a las aguas termales (Hot Springs) que hay muy cerca de Moni a refrescarnos.Dándome un chapozón en las aguas termales
Después de un rato a remojo y ya algo más descansados, cruzamos el pueblo tranquilamente (porque es más bien pequeño) y damos un paseito por los campos de arroz rodeados por montañas. Después de las bintangs de rigor, cena y a dormir, que al día siguiente nos viene a recoger a las 03:30 para subir a ver el amanecer en la cima del volcán Kelimutu.Campos de arroz de Moni
En menos horas de las que hubiera deseado, nos volvimos a levantar y, medio sonámbula, me metí en el coche e intenté aprovechar el rato en el coche para dormir. Después de hacer un pequeño chanchullo para entrar en Parque Nacional de Kelimutu, nos dejó a los cuatro en el aparcamiento e iluminados por los frontales, seguimos el camino hasta la cima. La subida no es difícil, pero el no haber desayunado todavía, el estar dormida y el frío hicieron que me costara más de la cuenta. Una vez arriba, solo nos quedaba esperar a que empezara a salir el sol.Disfrutando del amanecer
Arriba hacía frío, bastante frío. Así que recomiendo llevar ropa de abrigo para ver el amanecer en el volcán Kelimutu. En la cima del Kelimutu hay tres lagos de colores. Dos de ellos están juntos, separados por una pared natural y otro está justo al otro lado, más apartado, se podría decir que incluso escondido.El lago negro del Kelimutu
Un lago es de color azul turquesa, el otro de un verde algo oscuro y el solitario parece negro. Según los rayos van calentando la cima del Kelimutu, las nubes se van yendo y empiezan a distinguirse mucho mejor los lagos. Poco a poco, mientras la sombra se despide de la cima, el color de los lagos va cambiando, aclarándose poco a poco. No te vayas en cuanto salga el sol, quédate un rato más y disfruta del Kelimutu.Mono del Kelimutu
Entramos en calor con un té y una sopa instantánea. Después de esquivar a un par de monos hambrientos en busca de las sobras de los turistas, antes de bajar andando de vuelta a Moni, trepamos por una ladera del volcán para llegar hasta la división de los dos lagos. Teóricamente está prohibido, pero ¡quién se resiste!Los dos lagos hermanos del Kelimutu
Después de contemplar cómo se iba quitando la sombra e intentar sin éxito tirar una piedra a uno de los lagos, comenzamos la caminata de unas dos horas hacia Moni. Justo después del aparcamiento hay un sendero que sale a la derecha, si lo sigues, llegarás a Moni por un agradable paseo o mini-trekking que te llevará por algún que otro pueblo pequeñito donde la gente te saludará sin parar. El trayecto se hace bien, aunque en algún momento la pendiente hacia abajo es bastante prominente. Además el frío se había quedado en la cima del Kelimutu y los rayos de sol empezaban dar demasiado calor. Así que si decides volver andando, lleva agua.Por el camino a Moni
Una vez en Moni, desayunamos tranquilamente en el porche del hotel y pusimos rumbo al último destino de Flores, Maumere.De camino a Moni
¿Te vas de vacaciones y necesitas un buen seguro de viaje? En Flavia Around The World confiamos en seguros IATI y por eso te ofrecemos el 5% de descuento en tu SEGURO IATI.