Echaba de menos volver a la tienda de Carlos y oler el aroma de los discos de vinilo, saborear la música que desde las estanterías desprende un sabor a vino añejo, con aroma, cuerpo, y sobretodo elegancia. Así tuve que ser cuando el esta celebrando ya los 25 años de su tienda, la cual económicamente no le da para muchas alegrías, pero que desde allí el sabe saciar la sed de todo aquel que este buscando un lugar para apartarse de este mundanal ruido que perfora cada día las aceras de nuestros barrios, y que hoy en día hace de las personas menos personas y si más animales de carga, un mundo que hace tiempo que no sabe que es la vida.
Hace mucho tiempo que yo no sabia que era desconectar y el jueves, joder el jueves lo hice. Con dos billetes pequeños en el bolsillo me pude llevar esta joya, un álbum imprescindible para poder resarcirte en unos momentos con el ritmo suave y contagiable de la trompeta del maestro Kenny Dorhem. El cual libero en el 1961 este fabuloso álbum acompañado por el inconfundible e inigualable Paul Chambers, un músico que se lo hizo para poder estar en parte de las mejores obras que llego a ser grabadas en el Jazz, al igual que el genio saxo tenor Hank Mobley, saxofonista inconfundible dentro del Hard Bop y el Soul Jazz.siendo este el segundo álbum en el que participa con el trompetista Dorhem, llegando a grabar en el 55 el Afro-Cuban, otro maravilloso disco que te lo recomiendo.Al sonido del golpeo de las teclas estuvo el gran pianista Kenny Drew, maestro que acompañaría a John Coltrane en su fantástico álbum "Blue train" y que en este demuestra todo su valor, a la baquetas Philly Joe Jones, tenéis que escuchar el tema que da nombre al disco, es pura magia y con u ritmo totalmente desenfrenado.
Suave al igual que denso, con unos movimientos de batuta por parte del maestro Dorhem que hará que el disco coja una velocidad de vértigo y una temperatura que hará que ardas con cada melodía que escribe en su décimo tercer álbum de estudio, tercer álbum para la Blue Note. Donde se supo arropar por grandes para unas piezas que claramente lo pretendían. Un álbum con toques de Bebop y que el maestro Mobley se encarga de endurecer las notas, los compases así hasta llegar a ritmos freneticos adornandolos del Hard más puro y elegante que se pueda llegar a escuchar. Aquí es donde la magia surge en este fenomenal quinteto de Jazz, los cuales hacen una música totalmente libre, improvisada y con una compenetración que haran de este disco algo inolvidable dentro de cualquier tiempo venidero.