Escuchar a Kenny Rogers es como dejar este mundo para introducirte en un verdadero saloon del oeste. Con una pistola en tu izquierda, un baso del mejor brebaje de tennesse en la derecha, el suspiro de una dama encima de un piano y una carta marcada en una baraja barata, que desgraciados hará a más de alguno y generosos al whisky a otros. Y así es Kenny Rogers, un jugador con mucha fortuna, sabiendo muy bien jugar sus cartas demostrándonos una gran expresividad en cada momento de este gran disco. Llevándole a lo más alto en 1978. Fue un disco que destrozo fronteras, llegando a triunfar en Japón, y es que mirando a quien estaba detrás de las composiciones, esta carta estaba bien marcada. Como artífice principal Don Schlitz, que gracias a este disco, le consagro como a uno de los mayores compositores de la década de los '80. Llegando a grabar junto a Johnny Cash. En el disco también recoge alguna influencia pop de la década de los '70, con ritmos muy bailables muy discotequeros. Pero en su general es un disco totalmente recomendable.La canción The gambler, llego al numero 65 de las listas de singles. En ella nos cuenta una conversación entre el y un jugador dentro de un tren.
