Kents cavern, triangle point, torquay. día 4

Después del desayuno tan agradecido que se oferta en el bed&breakfast ya he cogido fuerzas para cualquier jornada de ejercicio que se ponga por delante. Aunque hoy no es el caso de una ingesta importante de calorías, me permito el capricho de disfrutar de este momento porque el resto de las comidas que suelo hacer, y se oferta en los restaurantes a los que voy, es algo monótono. En esta ciudad si quieres algo más variado o de calidad tienes que estar dispuesto a gastarte bastante dinero.

KENTS CAVERN

El plan de hoy comienza en la cueva de Kent. La entrada son 10 libras y es uno de los recursos turísticos más destacados de Torquay. La visita dura, más o menos, una hora, es amena y todo está muy bien ambientado. La cueva está completamente acondicionada y el suelo es de hormigón rugoso para evitar que puedas deslizarte. La iluminación llama mucho la atención y durante la visita la explicación que va ofreciendo el guía te va acercando a todo lo que ha sido la cueva y lo que se ha encontrado en ella a lo largo de los años. Como podréis imaginar las explicaciones son en un correctísimo inglés. A pesar de que la entrada es cara la visita me ha gustado.

TRIANGLE POINT

Después me dirijo hasta el Triangle Point, uno de los puntos destacados para que esta zona de Inglaterra fuera declarada Geoparque por la UNESCO. Si venís geólogos, o alguien acompañado de uno, podréis contemplar cosas que al resto de los mortales se nos escapan. Este punto se trata de un pliegue que muestra el fondo marino y el movimiento que se ha efectuado hasta quedar fuera del agua como finalmente se presenta. En su superficie se pueden ver los restos fósiles que se contemplan a simple vista, aunque hay que tener paciencia. Yo no soy técnico ni geólogo y los pude ver sin pega. Con lupa y tiempo eso sí.

Allí como tranquilo, aprovechando el día. Hoy he comprado algo en el supermercado y así puedo elegir el punto donde estará mi restaurante y las vistas que quiero tener. Estando donde estoy lo elijo con vistas al mar y en un rincón privilegiado.

BERRY HEAD

Después de comer me subo de nuevo a un autobús y me dirijo a Berry Head (Cabo Berry), situado en el extremo sur de Torbay, en el sector de Brixham donde existe una Reserva Nacional. Los acantilados de esta formación son refugio de colonias de aves que la convierten en una zona de especial protección. Sigo la visita guiada y con ella te dejan acceder a un punto de avistamiento de aves sobre los acantilados, que con ayuda de unos prismáticos fijos que hay allí se consigue que la visión de aves sea más sencillo y se pueda disfrutar de un rincón precioso. También nos explican una característica especial sobre las plantas que florecen, pero no me he enterado de casi nada.

Aquí, sobre esta plataforma, existe también un fuerte transformado con el tiempo en ciudadela por ser un punto estratégico. Queda la mayor parte de las murallas y defensas aunque los edificios están prácticamente desaparecidos. Conserva alguno, pero no son muy destacables. Este punto estratégico se utilizó como sistema de defensa antiaéreo y de control de radar durante la segunda Guerra Mundial. Tiene uno de los faros más pequeños de Inglaterra.

Antes de que acabe el día vuelvo a Torquay y darme un ultima paseo antes de ir a cenar donde he elegido el Man Friday's, en la Victoria Parade, junto al puerto. He preguntado a los propietarios del Bed&Breakfast que me recomendaran un sitio para ir a cenar. Ellos me han señalado la zona del puerto y a partir de aquí me han indicado tres. He elegido el que he comentado pero a partir de esta recomendación podéis elegir entre la amplia oferta que hay por aquí el que más os guste. Unos chicos españoles que viven aquí me han recomendado la misma zona, así que tampoco no me planteo otro sitio.

Como decía hay bastante oferta así que os tenéis que fiar de los comentarios y ver el presupuesto con el que contáis. En el que he cenado yo me ha costado 40 € al cambio y he cenado bien. Sin excesos, con una cerveza y sin postre. La especialidad es pescado así que es lo que pido.

Después de la cena toca cerveza en un pub que hay muy cerca. Es de los que cierran un poco más tarde y tienen música en directo, así que me dedico a disfrutar de mi momento y aprovecho a saborear estos instantes ya que hoy es mi último día.

Mi despedida de Inglaterra la hago parando en Oxford de camino al aeropuerto a Stanted. No puedo comentar, ni aconsejar nada porque ha sido la visita del médico, pero lo que me ha quedado claro es que tengo que volver porque me ha sorprendido un montón. No sé cuando, pero habrá una oportunidad. Este lugar lo dejo anotado en ese apartado de viajes pendientes porque la primera impresión ha sido muy, pero que muy positiva.

Con esto termino mi primera experiencia en Inglaterra y aunque no visito Londres puedo decir que me he llevado una buena impresión de lo que he visto y vivido. Un poco caro y eso que no estoy en la capital donde todo el mundo dice que lo es mucho más. Simplemente por las cosas que me dejo sé que volveré, y espero que no pase mucho tiempo.