Otra vez de boca de Kevin Feige, y otra vez procedente de la revista Empire, tenemos nueva información del Universo Cinematográfico de Marvel.
En esta ocasión, Feige habla de la película del Hombre Hormiga, y comienza comentando sobre si la película ha sufrido cambios desde que se concibió hace años (antes de Iron Man) para que encaje dentro del actual Universo Cinematográfico de Marvel.
Un poco. No demasiado. Ha habido un poco de arreglos de conectividad que no estaban en su borrador hace diez años. Cambiamos, francamente, algo del Universo Cinematográfico de Marvel para acomodar esta versión del Hombre Hormiga. Saber lo que queríamos hacer con Edgar y el Hombre Hormiga, remontándonos a años y años atrás, ayudó a dictar lo que hicimos con la plantilla de Vengadores la primera vez. Fue un poco de ambas cosas en términos de su idea para la historia de Hombre Hormiga influenciando el nacimiento del Universo Cinematográfico de Marvel en las primeras películas que llevarón a Los Vengadores.
En cuanto a por qué Hank Pym, el creador original de Ultrón en los cómics, no está en Los Vengadores: La Era de Ultrón, Feige explicó:
Fue por dos cosas, una por la historia que Edgar quería contar que veremos con Michael Douglas y Paul Rudd, y otro ahora que tenemos 11 películas, podemos mirar a persnajes que ya hemos presentado y que ya tienen la tecnología y el cerebro para hacer… ciertas cosas (risas).
Obviamente se refiere a Tony Stark, una elección lógica en el Universo Cinematográfico. Y sobre si Pym es el “Tony Stark original”, añadió:
Ciertamente es más viejo. ¿El Tony Stark original? Sí en que es un inventor y un científico, pero tiene un comportamiento diferente a Tony y un ego muy diferente, incluso cuando era más joven.
Finalmente, habla sobre la decisión de contratar a Paul Rudd como Scott Lang, dando algunas pistas interesantes sobre la interpretación del personaje por parte del actor.
Echa un vistazo a ese origen del delincuente de poca monta que entra en contacto con un traje y hace lo que puede por hacer el bien, y después echa un vistazo a alguien como Paul Rudd, que puede hacer cosas ligeramente desagradables como entrar en las casas de la gente y aún así ser encantador, y por quién apostarías y en cuya redención encontrarías satisfacción.