Revista Espiritualidad
Nuestro mundo, la humanidad... Está en crisis..? Hemos construido un mundo en el que cada vez es más difícil desarrollar una convivencia entre nosotros mismos como seres humanos y en relación a nuestro entorno..? La vida se está convirtiendo en un simulacro de intereses personales, profesionales y económicos sin tener consideración alguna hacia aquellos que comparten nuestra propia existencia..? Nuestro planeta se rebela contra nuestra propia inconsciencia…?
A modo de pequeña sinopsis hagamos una exposición de lo que es tan sólo un parte de la realidad mundial en la que estamos inmersos.Cada día mueren en el mundo 25.000 niños de hambre. Durante la última década 2 millones de niños fueron asesinados en las últimas guerras y 150 millones son explotados laboralmente. En la actualidad hay 23 países en guerra o con conflictos bélicos internos en los que mueren cada día muchos inocentes especialmente mujeres, ancianos y niños. En los países más pobres del mundo al margen del azote de enfermedades como el Sida, carecen de servicios básicos como el agua potable, la electricidad, la escolarización y sobreviven con una media de poco más de un dólar al día. Cada año miles de mujeres en todo el mundo son engañadas, secuestradas o vendidas en condiciones similares a la esclavitud y son obligadas a trabajar como prostitutas, trabajadoras domésticas, trabajadoras en fábricas en condiciones de explotación, o como esposas. A pesar de los avances en medicina e investigación existen muchas enfermedades incurables y algunas de ellas afectan especialmente a los sectores mas débiles y desprotegidos de la población mundial. Se trata del Ébola, la Polio, el Lupus eritematoso, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakobs, la Diabetes, el Sida, el Cáncer, el Asma,.. Por otra parte hay que considerar la impunidad ambiental con la que actúan muchos gobiernos y empresas con intereses puramente económicos. Aunque la naturaleza está devolviendo con creces tanto castigo recibido y en esta década 250 millones de personas se vieron afectadas. Sufrimos acontecimientos únicos en su magnitud, como el tsunami de Indonesia en el 2004, de 8,9 grados Richter con epicentro frente a la isla indonesia de Sumatra, el mayor tsunami de la Historia causando 226.408 muertos en doce países ribereños del océano Indico, en el 2006 el tsunami de la isla indonesia de Java, dejando cerca de mil muertos y 110.000 desplazados, de 7,7 grados de magnitud, en el 2007 el tsunami en las Islas Salomón, provocado por dos terremotos, uno de 8,1 grados Richter seguido de otro de 7,6 grados, con más de un centenar de muertos y màs de 5.409 desplazados. Vivimos escalofriantes inundaciones como la del 2000 en Mozambique, las cuales dejaron como resultado cinco millones de personas afectadas. Entre el 2001 y el 2006, el mundo fue testigo de las inundaciones masivas en Vietnam, Laos, Camboya, Malasia y Tailandia, igual en el 2007 en los estados de Tabasco y Veracruz en México, con más de 25 mil evacuados. Paquistán, India, Rusia y Centroamerica, sufrieron en el 2008 fuertes inundaciones con pérdidas de cientos de vidas y millares de desplazados. Huracanes como el Julitt en el 2001, Isidoro y Kenna en el 2002, Charley, Frances, Ivan y Jeanne en el 2004, Wilman, Katrina, Junior, Emili y Stan en el 2005, sembraron el terror en el Caribe y seismos como el de Aceh, Indonesia en el 2004 con 230 mil muertos de 9,5 grados, Pakistán, Cachemira en el 2005 con 73.275 muertos de 7.6 grados, Làquila, Italia en el 2007 de 6,3 grados, Sicuani, China en el 2008 con 87.587 muertos de 7.9 grados, en Piscu, Perú en el 2009 de 7,9 grados y el de Haití con 250 mil muertos de 7 grados y Chile de 8 grados en la escala de Richter en el 2010, entre otros. Los países contaminantes, no conformes con todas las emanaciones de CO2 que su parque automotor y fábricas movidas por combustibles fósiles envían a la atmosfera, se dedican a ensayar nuevas tecnologías nucleares en los Océanos, produciendo alteraciones sísmicas. Así, como múltiples experimentos secretos realizados en la troposfera, que también, ha traído como consecuencia, trastornos en la dinámica climática del planeta. Y por supuesto está el cataclismo en Japón. El reciente terremoto y tsunami con una cifra aun estimativa de 5.429 muertos y a 9.594 desaparecidos. Sin olvidar las consecuencias en cuanto a las centrales nucleares afectadas. La situación en Fukushima es dramática y cada segundo que pasa los expertos coinciden en que el accidente en la central nuclear japonesa va camino de convertirse en otro caso Chernóbil. Pero el peligro no se encuentra ni en las explosiones ni en los incendios. La "apocalíptica" situación de la central nuclear de Fukushima se encuentra en sus elevados niveles de radioactividad con graves secuelas para la salud de miles de personas afectadas por la radiación. Y así podríamos continuar con una interminable relación de hechos, acontecimientos y sucesos… Ante esto nosotros individualmente poco podemos hacer. No tenemos recursos ni está a nuestro alcance… Al margen de lamentarnos y sentirnos solidarios poco más depende de cada uno de nosotros...Aunque hay algo que quizá sí que puede ser positivo. Podernos unir nuestras mentes. Podemos poner nuestro Kharma en movimiento y crear una cadena que genere vibraciones positivas… No todo está aún perdido. El Kharma y su ley de causa efecto es algo substancial. Los vicios y las virtudes de un ayer nos llevan a las penas y a las alegrías del hoy. Si en ocasiones desconocemos su causa por olvido o falta de conocimiento, debemos siempre recordar que seguramente no pasarán desapercibidos sus efectos en el presente y el futuro. Por lo tanto, comencemos por aceptar nuestra responsabilidad en cada situación, aunque aparentemente nos parezca injusta. Aceptar y entender nuestra responsabilidad o culpa nos ayuda a darle una perspectiva positiva a nuestra vida y es el primer paso importante para equilibrar nuestro Kharma. Hemos de proponernos que por cada acto negativo que provenga de nuestra parte, efectuaremos un acto positivo con el fin de equilibrar nuestra balanza. A través de la meditación también podemos dar un pequeño paso en común hacia delante. Podemos profundizar en el conocimiento liberador que nos lleva a conocer el alma, es decir, nuestra propia conciencia enfrentada al mundo real. El poder de la mente, el poder de la meditación puede generar sin duda oleadas de vibraciones positivas en busca de un efecto activador de cambios y podemos hacerlo en cualquier lugar, en cualquier momento, simplemente respirando con el corazón y sintiéndonos en un espacio propio pero a la vez común y compartido, armonizar nuestra mente con el cuerpo y el alma... Eso está a nuestro alcance… Solo hemos de conectarnos y generar energía positiva, identificarnos con todos aquellos que sufren injustamente, con los débiles y los desprotegidos y hacerlo abiertamente buscando el conocimiento completo en el que se incluye la palabra amor: Se llega a ser lo que se conoce. No es difícil si lo intentas….