Título: Khimera
Autor: César Pérez Gellida
Editorial: Suma de Letras
Género: distopía, thriller
Páginas: 544
Publicación: marzo 2015
ISBN: 9788483657355
2054. Tras la Guerra de Devastación Global, la realidad social y geopolítica ha cambiado rotundamente. Los viejos conceptos de la democracia y el capitalismo han sido enterrados por las corrientes transhumanistas y la tecnofagia. El poder se concentra en manos de las grandes corporaciones, sin embargo, todavía queda un cabo suelto, un molesto inconveniente que se escapa de las afiladas uñas de la Asamblea: Khimera.Escribo esta reseña poco después de terminar el libro... y la verdad es que no sé si me gusta la idea. Por un lado, quiero atrapar todas las sensaciones que tengo ahora mismo dentro de mí pero, por otro, sé que este es una de esas obras que dejan huella y, por lo tanto, sé que le voy a dar muchas vueltas en mi cabeza (no tanto a la trama como a todo al escenario que Pérez Gellida nos pinta) y que tanto mis opiniones actuales como mi aprendizaje personal serán diferentes de aquí a unas semanas. Quizá meses. O incluso años. Porque Khimera es de esos libros que llegan para quedarse, aunque tú no lo sepas.
En la arriesgada búsqueda de un enigmático personaje conocido como el bogatyr -héroe para algunos y villano para otros-, están puestas las últimas esperanzas de aquellos que luchan para lograr que el mundo cambie para siempre.
César Pérez Gellida, autor de la trilogía «Versos, canciones y trocitos de carne», éxito absoluto de crítica y ventas en el último año, vuelve a la narrativa sobrepasando todas nuestras expectativas y rompiendo sus propios cánones con un relato que estilísticamente recuerda a la habilidad creativa de J.R.R. Tolkien y a la maestría visionaria de George Orwell o William Blake. Una reinvención del thriller literario al más puro estilo Gellida que algunos ya han calificado de obra maestra.
Lo primero que he de decir es que me costó bastante entrar en la obra. Me encantan las distopías pero me saturan mucho las relaciones internacionales, las guerras, las estrategias militares... así que me costó hacerme con el mundo en el que nos instala el autor. Un mundo... pufff... no sé ni cómo definirlo: hostil, inhumano, en el que las personas (o, mejor, dejémoslo en los seres que lo habitan) tienen una falsa sensación de libertad y en el que, en el fondo, todo está controlado y me atrevería a decir orquestado por instancias superiores.
Y eso fue lo que me enganchó de la novela, más allá de las guerras y el nuevo orden mundial que Pérez Gellida imagina (¿o premoniza?): comprobar que aunque los creamos tan diferentes, el futurista horizonte que nos dibuja el autor no es tan distinto a lo que estamos viviendo, narcotizados por la rutina y la golosina de las tecnologías.
Y esta es una de las cuestiones a las que no paro de darle vueltas y que más me asusta de la novela: ¿hasta qué punto puede llegar a pasar lo que Pérez Gellida cuenta en su obra? Y lo que es peor, ¿hasta qué punto muchas de esas cosas no están pasando ya?
Si el universo en el que se ambienta Khimera fue mi primer factor de anclaje a la novela, el segundo fue mucho más habitual si hablamos del autor vallisoletano (el que se ha convertido ya en marca de la casa): su capacidad narrativa. Pérez Gellida le tiene cogido el pulso al thriller y sabe cómo generar no solo intriga sino darle el ritmo más adecuado para mantener pegado al lector a sus páginas, al tiempo que desarrolla todo lo que ha pergeñado para la novela.
Da igual el género (novela negra o distopía), el autor sabe cómo construir esa sensación y es capaz de lograrlo aún en un subgénero que a mí me parece tan complicado como la distopía, en el que la acción está siempre supeditada (al menos en el comienzo de la obra) a la descripción necesaria para llevar a cabo la presentación de ese mundo creado por el autor, de los personajes ideados y del relato de sus particulares formas de vida.
No voy a entrar a hablar mucho del contenido en sí porque creo que es fundamental que el lector vaya desvelando las tramas, trampas y misterios que el autor ha ideado para él a medida que vaya avanzando en la lectura del libro, así que solo añado que ese contenido es brutal y que es capaz de despertar más preguntas que respuestas.
Y una nota más: ha sido un placer reencontrarme con algunos de los personajes de las trilogías policíacas del autor y saber qué ha sido de ellos, aunque sea en este universo inhóspito y pavoroso.
En definitiva, Pérez Gellida nos regala una novela inquietante y, hasta cierto punto, terrorífica, muy bien cimentada y con una trama solvente y efectiva que se devora a ritmo de thriller aunque su digestión será larga. Pero placentera.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto 100 libros: 83/100