Una de las atracciones turísticas más bonitas de este pueblo es su teleférico, en el cual, los turistas pueden ver vistas increíbles de la región. Son muchas las personas que pasan por este medio de transporte, y por lo tanto, muchos los ojos que observan la ciudad. Con el objetivo de darle un valor añadido a las propias vistas de Brasil, que en algunas zonas pueden ser absolutamente inertes, se creó el proyecto “Raise The Roof”, una iniciativa donde visitantes y residentes podían ver obras de arte en los tejados de algunas casa de la ciudad, mientras montaban en dicho teleférico.
Se trataba de una auténtica exposición de arte aérea que había sido desarrollada por un equipo de diez artistas locales que trabajaban en conjunto con diez residentes, que prestaron gustosamente sus tejados como soporte para colocar los murales.
Por lo que se ha podido averiguar, las visitas al teleférico durante ese periodo de tiempo aumentaron en un 50%, creciendo por consiguiente el turismo local de la zona y también el valor del patrimonio de la ciudad. Fue un ejemplo de cómo dinamizar espacios que estaban prácticamente “muertos” y transformarlos en cultura, y por lo tanto en vida. Esta anécdota me hizo reflexionar sobre la posibilidad de hacer este tipo de cosas en nuestro país. ¿Seríamos capaces de aprovechar los espacios muertos de la ciudad y dotarlos de vida a través de la cultura y el arte? Sí, estoy segura de que sí. Sobre todo si pensamos que el arte está hecho para ser traído al mundo, y para ser disfrutado por todo el mundo. Si pensáramos de esta forma, ¿por qué no vestir y darles vida a esos espacios grises, oscuros e inutilizados y convertirlos en cultura?Este proyecto tan bonito ha sido encontrado aquí