Hace poco meses comencé a ver la serie de televisión Mad Men movida por las buenísimas críticas y la curiosidad por ver si merecía tanto la pena. Y vaya si la merece. Suelo ser muy crítica con las series, especialmente con los personajes. Todos conectamos, en mayor o menos medida, con alguno de ellos. Eso me pasó a mí con la hija del protagonista: Sally Draper.
Cuando en una serie aparecen niños y dura varias años, vas viendo cómo crecen hasta convertirse en adolescentes y, en algunos casos, en adultos. Eso es lo que ha pasado con Kiernan Shipka la actriz que interpreta a Sally Draper, que la hemos visto de niña y la dejamos en plena adolescencia.
Y en esta transición nos encontramos una de las cosas más difíciles cuando los niños pero que ya casi no son niños van a los eventos y entregas de premios: el vestuario. Queremos que los niñas sigan siendo niñas, que conserven esa inocencia, pero que no parezca que van disfrazadas de pastel de bodas ni que vayan enseñando cosas que por su edad no deberían. Con Kiernan dieron en el clavo para que eso no suceda: DelPozo.
A pesar de que Josep Font en sus diseños para DelPozo tiene la visión de vestir a la mujer tiene diseños que se pueden adaptar a una adolescente para hacerla ir guapa sin exagerar, por exceso o por defecto, su edad.
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