En la alegre y pintoresca ciudad de Koriko, donde los días están llenos de ajetreo y la brisa del mar llega para relajarte , donde un curioso chico con playera a rayas sueña con volar y un callado panadero vende los mejores sabores del lugar; no te preocupes si escuchas a un gato hablar, mejor mira al cielo y presta atención... Kiki:quizá escuchaste a Jiji y a su encantadora y mágica dueña Kiki mientras hacen uno de sus vuelos en la joya Ghibli de hoy... Entregas a Domicilio.
|Nombre Original:Majo no Takkyubin|
|Autora: Eiko Kadono (Cuento)|
|Director: Hayao Miyazaki|
|Fantasía, Aventura, Comedia, Magia|
Según la tradición de las brujas, cuando éstas cumplen los 13 años deben abandonar la casa de sus padres y buscar una ciudad donde sus servicios sean requeridos, y quedarse allí durante un año. De esta manera, la pequeña y entusiasta Kiki comenzará el camino que la llevará a convertirse definitivamente en bruja. Pero no viajará sola y en cambio, tendrá la valiosa compañía de Jiji, su gato negro. Y es con este dúo que la aventura inicia y con ella un camino de auto aprendizaje y crecimiento para la pequeña Kiki...
Kiki: Entregas a domicilio, también conocida como Kiki's Delivery Service en su versión en Ingles, es la 5ta producción del mundialmente famoso Estudio Ghibli, encabezado por el maestro Hayao Miyazaki y por el difunto maestro Isao Takahata. Estrenada en 1989, la película es una adaptación de la saga de cuentos infantiles de la escritora Eiko Kadono, compartiendo el mismo nombre que el primero de los libros, aunque la historia sufre varios cambios respecto a su fuente. Kiki también fue la 2da película dirigida por Miyazaki, quien además conto con el propio Takahata en el diseño de sonido, Kazou Ebisawa (Akira, Fate Zero) en el diseño de escenarios y Michiyo Yasuda (Susurros del Corazón, La princesa Mononoke) a cargo del diseño de color, solo por nombrar algunos. Algo curiosos es que, pese a ser Totoro una de las más celebres cintas del estudio, fue Kiki la que en realidad generó el boom comercial y de critica que comenzó la fama del estudio...
La historia nos presenta a Kiki, una pequeña brujita de 13 años de edad que vive con sus padres y su gato parlante Jiji, quien además es su compañero de aventuras y consejero. Kiki es una chica alegre y que vive por y para la aventura y es por ello que cuando ella "siente" que ha llegado el día perfecto, empaca sus cosas, avisa a su madre y se despide de su familia para cumplir con una de las tradiciones de las brujas: A los 13 años todas las brujas deben dejar atrás a su familia y su hogar para viajar solas a otro lugar con el fin de entrenarse y ganarse la vida. Afortunadamente ella no hará la travesía sola y para ello tendrá a su incondicional Jiji, con quien iniciará una nueva vida... Eso sí, nueva no significa maravillosa (al menos de comienzo) y es por ello que, tras llegar a un pueblo costero, la pequeña brujita y su parlanchín amigo deberán abrirse puertas y luchar por establecerse mientras hacen nuevas amistades como Osono, la mujer que le da hospedaje y trabajo en su panadería, Úrsula, una carismática artista que vive en el bosque y Tombo, un joven del pueblo que queda fascinado con Kiki tras conocerla; todos y cada uno de ellos serán su apoyo a la hora de llevar a cabo su genial idea: Un servicio de entrega a domicilio!!
Y es que, pese a lo colorido e inocente de su historia y su protagonista, Kiki se mantiene en la línea de mujeres fuertes y de mensajes cargados de reflexión que ofrecia esta primer etapa del estudio, siendo en este caso que Kiki bien puede definirse como una obra que aborda el tema de superarse a si mismo y sobre todo, el aspecto tan complejo que es a veces el madurar. Y esto se nos deja claro desde la premisa sobre la que se mueve: La bruja debe irse a vivir sola, y como sabemos (y pronto lo descubre la pobre Kiki) implica varias cosas: El tener que encontrar hogar, el mantenerlo en orden, el tener comida y sobre todo, el tener un medio para sobrevivir, teniendo como punto central y solución a dichos problemas El servicio de entregas que comienza nuestra pequeña brujita, pues será gracias a este que la vida se abra ante sus ojos, conociendo todo tipo de personas gracias a sus entregas. En primer lugar, tenemos a Osono, la amable mujer quien da asilo a Kiki y que además la impulsa en su nuevo negocio, usando su panadería (y a su genial esposo) como base y aliado de operaciones. Es ella además quien por momentos tomara el papel maternal y reconfortara a la pequeña cuando se sienta abrumada. Por otro lado tenemos al amigable vecino Tombo, el pequeño rubiecito amante de la aviación (Miyazaki ¿donde?) que hace de Kiki su objeto de admiración tras conocerla y saber que es bruja; el será quien traiga la diversión y la locura típica de los adolescentes a la vida de la brujita, apoyándola además, cuando ella siente inseguridad sobre si misma y su capacidad mágica, haciéndole ver que es precisamente eso lo que la hace especial.
Pese a ello, más allá de sus aliados serán sus clientes los que hagan ver a Kiki las diferentes caras de la vida; desde gente que le agradecerá por lo que hace, otros que le mostrarán lo superficial que se puede ser y aquellos que la hagan darse cuenta que la familia puede no ser siempre lo más importante. Todos y cada uno de ellos harán que Kiki se cuestione sobre lo que de verdad importa y se aferre a sus principios; con lo cual crecerá como persona y al final, encontrara su propio camino. Y claro, no puede haber crecimiento sin sufrir y esto es algo que la película muestra en las adversidades a las que se enfrenta Kiki en su camino por independizarse. Y lo hace de una manera cálida, sencilla y basada en la inocencia (aunque no sin picardía) de nuestra protagonista, haciendo que el mensaje llegue a todos, desde los pequeños a los adultos pero sin perder su potencia. Kiki además, se caracteriza por ser una de las obras menos criticas de Miyazaki, apostando en su lugar, por retratar las inquietudes del ser humano mediante la paulatina evolución de su protagonista.
Quizá la única pega que se le puede encontrar a esta película, es la velocidad imprimida en su narrativa al momento de plantear la secuencia más importante, pues después de tomar 90 minutos para adentrarnos a su mundo, la forma en que resuelve la problemática propuesta puede resultar un poco precipitada. Sin embargo, esto es más que perdonable y en ningún momento afecta el resultado final de manera drástica, ni mucho menos arruina la experiencia al ver la película.
Y si los personajes son el alma de la película, la animación es el corazón de la misma. Con el siempre presente sello de calidad Ghibli, estamos ante un mundo que, literalmente, esta lleno de magia. Con un diseño de personajes marca de la casa, tenemos individuos con características únicas que marcaron un antes y un después, desde las expresiones refunfuñonas de Kiki, que más que enojo nos provocan una sonrisa, o el esposo de Ozono, quien pese a que no habla mucho (por no decir que nada) es alguien que expresa bastante, teniendo varios momentos de lo más divertidos. También esta Tombo y su ya iconica cabellera rubia con anteojos. Y no solo es el diseño de personajes el que funciona de maravilla, también esta el vestuario, con prendas tan icónicas como el vestido negro o el moño rojo de Kiki, las cuales refuerzan la identidad propia de sus portadores. Caso a parte merece el que seguramente es la insignia de la obra: el parlanchín y divertido Jiji, lleno de expresiones y muecas tan curiosas como divertidas, resultando un genial guiño a la tradicional relación entre las brujas y los gatos negros.
Ahora bien, si algo resalta sobre el resto de cosas, eso es el trabajo realizado en los escenarios de la película; y aquí es donde entra en escena El aspecto sonoro de Kiki es otro de sus aciertos gracias a una enorme variedad de piezas instrumentales llenas de ritmos vigorosos que transmiten esa sensación de aventura que emana la película; cada una de ellas a cargo del otrodesde sutiles tonadas de piano al más puro estilo de Koriko, la ciudad que se invento Miyazaki para el mundo de Kiki, inspirado por la arquitectura de ciudades como Paris o Milán y que no es otra cosa que un lugar lleno de vida, con un trazo fino y una paleta de colores vivos en donde cada objeto, cada estructura, esta cuidada al máximo detalle, teniendo además excelentes diseños en cosas como el suelo de madera, el Zeppelin, la torre del reloj (muy a lo Cagliostro) e incluso una bella chimenea de piedra (que años más tarde volveríamos a ver en El Castillo Vagabundo). Sin lugar a dudas es un trabajo con el estilo Ghibli impregnado en el, o lo que es lo mismo, una delicia de la animación... gran maestro del estudio:El Castillo Vagabundo , hasta unos "alegres" violines siempre presentes en las escenas más coloridas. En cuanto a las canciones con voz, debo decir que cumplen perfectamente su función, siendo los temas de apertura y cierre, " Rouge no Dengon" y " Yasashisa ni Tsutsumareta nara" respectivamente, ambos de Yumi Arai. Joe Hisaishi, quien aquí logra nuevamente un fantástico trabajo aportando
De todos es bien sabida la destreza que tiene el maestro Miyazaki para construir mundo llenos de fantasía y Kiki no es la excepción; con una historia llena de aventura y que esconde simples pero valiosas lecciones, unos personajes que desbordan carisma y simpatía y una animación llena de magia (tal como su protagonista), Kiki es una extraordinaria aventura sobre lo difícil que puede ser crecer y las adversidades que aparecen antes de que las cosas buenas lleguen. Una película tan mágica que nos hará emocionarnos y quien sabe... tal vez nos hagan mirar al cielo de vez en cuando, o prestar atención por si escuchamos hablar a los gatos negros...
Solo tienes que seguir a tu corazón y mantener la sonrisa.