Kiki Market te demuestra que es posible llenar la despensa de casa con productos ecológicos. Al 100% (o casi). En serio. Yo no me lo creía hasta que no llegué a la puerta y vi el trajín de cajas entrando y saliendo de este supermercado ecológico en La Latina. En Kiki Market caben más de 2.000 productos diferentes y todos con un respeto máximo por el medio ambiente, sin tóxicos ni químicos.
Frutas, verduras, carne, pollo, pescado, salchichas, pan, cereales, lácteos, pastas, sopas, mermeladas, miel, chocolate, vinos, cervezas, infusiones, galletas, alimentación infantil de todo tipo, productos de limpieza y cosmética (arf, arf…) y muchas más cosas. Para que, si esa es tu opción, lo tengas facilísimo. Y encima en un entorno cuidado y muy relajante.
Lo primero es quitarse de la cabeza la imagen que te llega al pensar en un supermercado. Kiki Market es un espacio precioso, pensado hasta el último detalle y cuya estética recuerda más a un almacén de comestibles de principios de siglo que a un CarrefDona. Alacenas, maderas, cestas y papel de estraza enmarcan un sinfín de productos perfectamente colocados. Como me cuenta Maica, la responsable de la tienda, “la experiencia de comprar tiene que ser relajada, divertida, reconfortante” y esa es su base.
El bienestar es clave desde el nombre: Kiki, elegido porque “es divertido, todas las acepciones hacen sonreír y es fácil de recordar”. Así, han conseguido crear una tienda “no aburrida” a la que llegan clientes “que no buscan exactamente alimentos orgánicos sino solo dar un giro más saludable a su dieta”. Aunque el barrio es “muy orgánico”, dice Maica, “hay muchos que se desplazan hasta aquí por la variedad”.
De hecho, Maica asegura que tienen “una alternativa para cada intolerancia alimentaria“. “Mucha gente desarrolla alergias o no asimila ciertos alimentos. Aquí siempre van a encontrar otras opciones”, como el pan de maíz y los cereales sin gluten, los lácteos sin lactosa y otras variedades. “Lo importante es que todo el mundo pueda comer sin sufrir”, asegura.
Maica asume que la alimentación ecológica es más cara pero advierte que hay un sobreprecio que es “un poco mito”. “Lo eco sacia más. Comes menos de cada cosa, te nutres más con menos, con lo que pagas menos a la larga”, afirma. Pero además, asegura que “hay tiendas que disparan los precios porque no tienen rotación” mientras que ellos están renovando diariamente. Las frutas, las verduras y el pan se consumen y reponen todos los días. “Hay productos que sólo nos llegan un día a la semana porque si no, serían carísimos. Por eso, los habituales saben qué días vienen y reservan”, cuenta Maica.
Y en el sótano, un espacio reservado para las degustaciones, para talleres gastronómicos o de otra índole y para meriendas o cenas bajo reserva. El último secreto de una tienda que guarda de todo en sus rincones.
Los datos. Kiki Market. Cava Baja, 21. 91 805 86 05. Horario: de lunes a viernes, de 9 a 21h. Sábados de 10 a 21 y domingos, de 11 a 15:30. No te pierdas ningún detalle en su web.
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