Se habló mucho estos pasados días, de la espectacultar belleza -y parecido con Angelina Jolie- de la nueva novia de Kiko Matamoros; uno, en su ignorancia, tiene el convencimiento de que la similitud no es fruto de la casualidad y que en el mundillo del famoseo, algunos detalles de este tipo tienen importancia. Al final, el representante artístico termina por compartir vida y otras cosas con esta dama de buen ver, aunque como en la mayoría de las ocasiones, afirman buscar la belleza en el interior, o una mujer que les haga reir. Eso mismo dicen las modelos espectaculares, quienes dicen valorar sobre todo la sinceridad, que suelen encontrarla en un jugador del Real Madrid, por poner un caso. El garboso cuerpo colgado de un andamio a las siete de la mañana de un apolíneo varón, suele despertar menos interés entre estas desinteresadas muchachas, tan amantes de la lealtad y la risa.