Ignoro el tipo de cirugía que el Sr. Rivera refiere haber llevado a cabo, pero confiesa que, gracias a ella, es un hombre nuevo. Por supuesto que, para celebrarlo, se fue con su familia a París acompañado por sus hijos, de diferentes mujeres, y su actual esposa. La imagen que ilustra la entrada de hoy no permite apreciar verdaderamente una significativa pérdida de peso en D. Francisco, quien luce una espléndida calva sin cubrir por la habitual gorra, casi inseparable del artista discotequero, mientras permite apreciar que el tipo de dieta no es excesivamente saludable para la obesidad. Efectivamente, una hamburguesería, o establecimiento de comida rápida, la presencia de patatas fritas y refrescos (salvo que se tratase de productos “light”), no invita precisamente a la prudencia alimenticia ni a la dieta hipocalórica. Unas piezas de fruta, productos vegetales, agua y ejercicio, son mejores compañeros de viaje en la larga ruta hacia el normopeso. Sigue confirmando el hijo de la ilustre Sra. Pantoja, su proximidad a las teorías de Darwin, en las que juega el papel… bueno, el que le corresponde, que es suficiente.