Fue en 2010 cuando Kill Bill G editaron su segundo largo y ya reducido el grupo como duo.
Un disco con una fórmula que no falla.
Y esa fórmula es que te engancha desde el primero hasta el último tema.
Descagas sin compasión de EBM demoledora, potenten, que sin remisión hace que caigas a sus pies.
En las letras los aliens, los expedientes x, los misterios sin resolver, el lado oculto y más subersivo del ser humano.
Todo ello combina de una manera perfecta. Aquí no ha tiempo para el sentimentalismo barato.
Pepinazos directos como Me gusta Verte Sufrir, Memento Mori, Mulder, Tunguska, Alma de Metal.
Perfecto himnos del mejo EBM estatal. Un estilo que no se prodiga en exceso y que hace falta grupos como KBG para que se dé a conocer mejor y bien.
Seguramente en este disco donde las influencias de gente como John Foxx (esos pianos en algunos temas), el Gary Numan menos famoso y tal vez más potente, e incluso El Aviador Dro en la parte más Synth Dark sean más palpables que en discos posteriores.
Influencias que ellos no reniegan y que aceptan.
Aunque como digo siempre, las influencias son inevitables, pero copiar sí que lo es.
Ellos no lo hacen. No lo necesitan.
Las voces que parece que vienen desde el espacio, desde otro plano, de otra dimensión son también un complemento estupendo para dar la forma final a los temas.
Tunguska es un excelente álbum que uno debería escuchar si es que le gustan los sonidos más potentes, demoledores y a la vez altamente bailables.