Este año sin lugar a dudas han salido a la luz geniales historias animadas en la tierra del sol naciente; pasando por la intrigante «The Promised Neverland«, sin olvidar el gracioso y ambicioso crossover de los isekais más famosos del mercado «Isekai Quartet«, todas con su magia; es más, podría decirse que ha sido uno de los años más fructíferos para la industria del anime, que había estado en decadencia por mucho tiempo y no es hasta hace unos años que fue rescatada de estar compuesta, mayormente, de animes con tramas innecesariamente clichés y personajes que sólo están hechos para el fanservice.
No obstante, incluso si le echo flores a la gran parte de los animes que compusieron las temporadas que se han visto en el presente año, ninguno había logrado conmover del todo a las personas que lo veían con sus escenas. De hecho, ninguno había sido capaz de robarse las miradas de tal forma, como lo hizo Kimetsu no Yaiba, de la mano de UFOtable. No es un estudio precisamente “novato”; llevando años en la faena, han aprendido muchísimo de las cosas que ya hacían bien. Habiendo adaptado perfectamente historias como Kara no Kyokai, Fate/Zero, Fate/Stay Night; y tomándose algunas molestias para tratar de hacer al avatar del jugador en la adaptación de God Eater, es un estudio con experiencia en el arte de ser reconocido, sobre todo por la calidad de los efectos especiales y su animación.
Este año, UFOtable lanzó Kimetsu no Yaiba, su adaptación más reciente, basada en el manga de Koyoharu Gotouge. De más está decir que, en el capítulo 18 y anteriores, demostraron un nivel enorme a la hora de adaptar los combates en él, y atrapar a los espectadores. No sólo adaptan el increíble manga de Koyoharu Gotouge, sino que transforman aquello en algo mucho mejor; añaden escenas y dramatismo, sumando un soundtrack que va de la mano con lo que muestran en pantalla. Las batallas están muy bien coreografiadas y existió una buena selección de los seiyuus para la obra.
Más, incluso si demostraban esto, aún no habían realizado una escena que pudiese quedar grabada en los cerebros de todos. Esa escena que no se te olvida sin importa todos los meses y años que pasen luego de haberla visto, una escena que se inmortaliza en los espectadores. Dando ejemplos sencillos: la transformación de Gohan en super saiyajin 2; la transformación de Gokú en el legendario súper saiyajin; la muerte de L en Death Note.
No hasta que se emitió el capítulo 19 de dicho anime.
De más está mencionar la enorme calidad que tuvo el mismo, considerando la gran cantidad de noticias al respecto; el mismo creador, Koyoharu Gotouge, lloró al ver los últimos 4 minutos del episodio, por lo que no se podría poner en palabras todo lo orgulloso que estaba de haber visto su historia siendo animada. Simplificando todo, fue tan excelente como un final de temporada de una serie a la que le ponen todo el amor posible.
El capítulo fue una suma de emotividad en el recuerdo de Tanjiro mostrado, el soundtrack seleccionado como si hubiesen tomado con una pinza el mejor que tuviesen para ese momento, y la gran calidad de la animación. No fue un simple Deus Ex Machina el nuevo poder de Tanjiro, todo fue sustentado con cosas mostradas en el mismo capítulo y pequeñas pistas que dieron a lo largo de la serie, detalles que se le escapan a cualquiera.
No sólo la Danza del Dios del Fuego tuvo su precedente para poder ser mostrada y utilizada; sino que no fue un poder que se realizó sin tener alguna retribución, siendo un detalle que nunca se debe pasar por alto cuando se ve un shonen que se toma en serio a sí mismo. Tanjiro mencionó que, si se detenía, su cuerpo no podría resistir el cambio de técnica de respiración, por lo que debía esforzarse para acercarse a la luna demoníaca lo suficiente para cortar su cabeza…y, cuando notó que un ataque mortal se le acercaba, era obvio que moriría antes de conseguir la victoria, o morir con él, en el mejor de los casos.
El que el alma de su fallecida Madre tuviese que rogarle a Nezuko para que lo ayudara, le puso ese toque de desesperación que otorgaría mayor emotividad a la escena, y demostró que Tanjiro no iba simplemente a matar la Sexta Menguante. La técnica de Demonio de Sangre de Nezuko, la cual no había sido develada en todo lo que iba de serie, fue mostrada en este preciso momento, llenando aún más de energía la escena, la cual se volvió perfecta en este cierre donde Tanjiro consigue la victoria, sin tener idea de lo que pasará después.
Muchas veces recomendé este anime cuando apenas salió el primer capítulo y no conocía ni un poco del rumbo que tomaría la historia, ya que presentía que sería muy bien llevada, no obstante, ahora puedo decirlo con mucho sustento: Kimetsu no Yaiba podría ser el anime con la mejor escena del año, si los grandes Vinland Saga o Dr.Stone no llegan superarle.