#Músicaparaelencierro. ¿Cómo es que este disco no fue publicado antes en el blog cabezón? Uno de los discos más icónicos en lo que es el rock progresivo aún no había sido incluido dentro de las maravillas del blog hasta que llegó LightbulbSun y reparó el error (ello da cuenta de todo lo que aún nos falta por presentar, la lista es impresionante y más que achicarse, cada día es más larga). "In The Wake of Poseidon" es el segundo álbum de El Rey Carmesí y otra vez contamos con las líricas del maestro Pete Sinfield. Y al escuchar este disco, parece una continuación del primer trabajo, aunque la banda original se haya desbandado completamente, menos el enano cascarrabias. Aquí, más de una revisión al disco y al universo que se encuentra dentro de él. King Crimson logró algo que en un principio parecía imposible: hacer un álbum que estuviese a la altura de su gran debut y una digna sucesión de aquella memorable estadía en la corte del rey carmesí... Aquí, la historia de la epopeya.
Artista: King Crimson
Álbum: In The Wake Of Poseidon [30th Anniversary Series]
Año: 1970 - 2000
Género: Progresivo ecléctico
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Inglaterra
Álbum: In the Court of the Crimson King
Elemento: Aire
Simbolismo: Mente
Dios: Zeus
Álbum: In the Wake of Poseidon
Elemento: AguaSimbolismo: Alma
Dios: Poseidón
Álbum: Lizard
Elemento: Fuego
Simbolismo: Espíritu
Dios: Hermes
Álbum: Islands
Elemento: Tierra
Simbolismo: Intuición
Dios: Dios
Tomando como base la tabla superior, el primer disco podría retitularse: "En la Corte de Zeus", lo cual tendría más sentido siendo el segundo con respecto a Poseidón. Chistes aparte, en la portada y la contraportada aparecen ciertos personajes que son interesantes de comentar:
La Niña El Guerrero Hades El Tonto Dionisio La Actriz Demeter
El Bromista La Seductora El Lógico La Madre Tierra
El Observador La Vieja El Esclavo El Patriarca
Todas estas imágenes y sus significados han sido tomados de la página de Pete Sinfield, Promenade The Puzzle - The Poetic Vision of Pete Sinfield. De hecho, gran parte de las explicaciones que siguen también vienen de esa página. Obviamente estos significados son subjetivos. En el tema "En la Estela del Poseidón", aparecen varios de los personajes de la portada:
Los ojos cubiertos de hiedra de los pececillos de Platón
Atrapa la verdad desde el hueso a la corteza. El Observador
El Arlequín inventa juegos sin sentido
Bromas burlescas en ropa de papagayo. El Bromista
Dos mujeres lloran, la Dama Escarlata Pantalla
Vierten una súbita lluvia teatral, La Actriz
Mientras en la oscuridad el sueño de la Reina de la Medianoche
Conoce cada dolor humano. La Seductora
Los reyes del Obispo giran la espada del juicio
Raspan "Fe" en tumbas sin nombres. El Patriarca
Cosecha de brujas que acaparan ceniza y arena La Vieja
Tensan sogas y cadenas para esclavos El Esclavo
Que temen las palabras fermentadas junto al fuego
Y luego surgen para aguar la fiesta; El Tonto
Las manos de los héroes drenan piedras por sangre
Para afilar los cuchillos de escamar. El Guerrero
Los Magos están ciegos con la luz de las visiones
Atrapan la muerte por temor a la vida. El Lógico
Sus niños se arrodillan antes Jesús hasta que
Aprenden el precio de los clavos; La Niña
Mientras alrededor nuestra Madre Tierra
Espera calmada en las balanzas. La Madre Tierra
Con este segundo trabajo, King Crimson repiten prácticamente la fórmula de su primer álbum, "In the Court of the Crimson King", con resultados diversos. La formación, con respecto al disco predecesor, ya muestra cambios, algo usual en la carrera de la banda, ya que sólo Robert Fripp ha permanecido siempre en la misma. Greg Lake, que anteriormente tocaba el bajo y cantaba, deja su puesto vacante para formar parte de los flamantes Emerson, Lake & Palmer, siendo sustituido por Peter Giles, hermano del batería Michael Giles, y canta en cinco temas. The Devils Triangle es una versión o adaptación de una pieza ajena.
Cuando King Crimson lanzó su primer álbum en octubre de 1969, "In the Court of the Crimson King", tal fue la conmoción en el mundo musical que uno lo consideraba insuperable. Aquel álbum sigue siendo un referente fuera de serie.
El flautista y saxofonista Ian McDonald y el baterista Michael Giles, abandonarían la banda poco después de la primera gira por Estados Unidos para armar su propia agrupación. Greg Lake sería el tercero en abandonar el grupo para formar el súper trío Emerson, Lake & Palmer. King Crimson parecía enfrentar debut y despedida, pero la historia probaría todo lo contrario. El Rey y su corte mantuvieron una fuerza creadora a pesar del recambio de personal, y con ello le inyectaron nuevos aires a su próximo álbum, pero manteniendo el espíritu, y si bien nunca logran superar la primer obra, dejaron clásicos como este segundo álbum.
El debut de King Crimson supuso un revuelo en el mundo de la música. Dicho revuelo se acentuaría todavía más con el tiempo, puesto que se reconocería que aquel artefacto sonoro habría sido la piedra más importante a la hora de cimentar el rock progresivo. En términos comerciales llegó a ser bastante exitoso, ya que alcanzó el puesto número 5 en el Reino Unido y el 28 en los Estados Unidos. Además, las ventas llegaron a ser importantes en sendos países, aunque también en Canadá.
La continuación tiene un precio
Desconozco si el guitarrista Robert Fripp era consciente de lo que iba a suceder tras la publicación del icónico primer trabajo. Lo cierto es que, para cuando King Crimson quisieron empezar a trabajar en la siguiente obra, el saxofonista, flautista y teclista Ian McDonald dejó la formación británica junto al batería Michael Giles tras la gira estadounidense. Ambos formaron McDonald and Giles. Por si fuera poco, Greg Lake hacía lo mismo para integrarse en lo que se conocería como Emerson, Lake & Palmer. Esto hizo que el grupo lo integrasen solamente Fripp y el letrista Peter Sinfield.
El guitarrista tuvo que reinventar el grupo. Pensó en Elton John para las voces, antes de ser una estrella mundial, para reemplazar a Lake, pero todo se quedó en el tintero. Fue entonces cuando habló con el propio Greg para que accediese a grabar únicamente las voces del nuevo trabajo y como músico de sesión, a lo que el vocalista aceptó, ya que estaría liberado de otras tareas para poder centrarse en su nuevo proyecto. La misma táctica utilizó para contratar a los hermanos Peter y Michael Giles. No pudo hacer lo propio con McDonald. Su puesto sería ocupado por el saxofonista y flautista Mel Collins. Para completar el trabajo de instrumentación contó con el teclista Keith Tippett, también únicamente para el estudio.
Las similitudes del álbum con su predecesor
In the Wake of Poseidon guarda ciertas similitudes con In the Court of the Crimson King. Primero porque varios de los temas fueron interpretados previamente antes de su grabación o ya tenían ciertos desarrollos más que avanzados. Segundo porque la estructura del mismo es prácticamente idéntica a la de aquel. Existen teorías que explican que esto ha podido ser así porque Fripp encontró la posibilidad de demostrar cómo habría sido estructurado el primer trabajo si todo hubiese dependido de él.
La grabación de la segunda obra, que tuvo lugar entre enero y abril de 1970, se terminó con lo que sería una formación inestable, puesto que el grueso de músicos estaban contratados únicamente para las sesiones en el estudio, no así para la presentación en directo. Esto en parte explica por qué este trabajo no tuvo gira y por qué el futuro de King Crimson estaba en el aire.
La colaboración de Gordon Haskell
Si uno se fija bien, al margen de la intro y la coda denominadas ellas como “Peace”, el grueso de composiciones tratan de emparejarse con las del anterior trabajo incluso en su orden. Así, tenemos a “Pictures of a City”, uno de los cortes presentados anteriormente en vivo, aunque bajo el nombre “A Man, A City”, guarda ciertas reminiscencias de “21st Century Schizoid Man”. Su esqueleto musical es similar, ciertamente retorcido y brillante, por eso también es uno de los títulos más aclamados de esta segunda obra.
Por su parte, “Cadence and Cascade” fue interpretada por Gordon Haskell y no por Lake. Haskell era un amigo de Fripp desde hacía tiempo y dicha colaboración no sería precisamente testimonial. Principalmente porque se convertiría en vocalista fijo unos meses más tarde y con motivo de la grabación de Lizard. Entre tanto material extra publicado por el grupo, este mismo corte cuenta con una edición primigenia cantada por el propio Lake. En lo que concierne a la composición, se trata de una de las baladas más bonitas de la historia de King Crimson. Guitarras acústicas, base rítmica contenida y aportes de flauta a cargo de un magistral Mel Collins. Intencionadamente, el corte viene a contestar a “I Talk to the Wind”. Un ejemplo más de la intención de plasmar un orden de canciones similar al del primer trabajo.
Si hablamos del formato vinilo y de la primera edición publicada, el corte homónimo viene a ser el último de la primera cara. Contiene elementos escuchados anteriormente en “Epitaph” y en la propia canción “In the Court of the Crimson King”. El uso del melotrón está acentuado y, si no fuese por la implacable batería de Giles, hablaríamos de una composición más bien atmosférica y sosegada.
Una segunda mitad particular
Una vez terminada la primera parte, la segunda se inicia con el single “Cat Food”, corte que también procede de antiguas sesiones y por eso aparece McDonald en los créditos junto a Fripp y Sinfield. Se trata de una composición frenética con grandiosos pianos y una base rítmica de gran nivel. En el single como tal venía acompañada de “Groon” en su cara b. ¿Y qué tiene de particular un tema que no fue incluido en el disco? Pues que tuvo mucho protagonismo y fue grabada por la formación anterior a King Crimson, es decir, los mismos músicos de Giles, Giles & Fripp, aunque bajo el nombre actual. Por suerte, esta cara b fue rescatada para la edición 40 aniversario de este mismo trabajo, aquella que se publicó en 2010.
La gran sorpresa, lo novedoso de In the Wake of Poseidon por así decirlo, reside en la suite “The Devil’s Triangle”. Esta larga pieza fue tocada en directo bajo el nombre de “Mars”, pero desarrollada completamente para esta nueva publicación. Se basa en la pieza clásica titulada “The Planets” del compositor Gustav Holst. Fripp quiso que apareciese en el primer álbum de la banda, pero como los familiares de Holst no dieron permiso para ello, tuvo que dejarla aparcada. La recuperó aquí con una nueva perspectiva, dado que tampoco consiguió convencer a los familiares de Gustav para la versión. Toda la pieza, con todos sus movimientos, tiene una duración que rebasa los 11 minutos.
Y por favor, no olviden agradecer a LightBulbSun!
In The Wake Of Poseidon representa una interesante transición. Por un lado, enfrentaba el abandono de McDonald y Giles, quienes tras su salida grabaron como dúo aquel recordado álbum McDonald and Giles que muchos recordamos por el increíble tema “Tomorrow’s People – Children of Today”, y por otro lado marca la entrada del sempiterno saxofonista y flautista del progrock, Mel Collins y el bajista/vocalista Gordon Haskell, aunque su participación se limitó a cantar en uno de los temas con Greg Lake haciendo el resto bajo un amistoso acuerdo con el Rey.
Tammo De Jongh es el artista responsable de la esotérica portada titulada “Los 12 Arquetipos” o Los 12 Rostros de la humanidad: El Tonto, la Actriz, el Observador, la Vieja, el Guerrero, el Esclavo, el Niño, el Patriarca, el Lógico, el Bufón, la Hechicera y la Madre Naturaleza, los cuales representan a la vez los elementos, “agua”, “fuego”, “tierra” y “viento”.
Al desplegar el LP, apreciamos enteramente los 12 rostros. El título alude al Rey de los Mares en la mitología griega, Poseidón.
King Crimson In the Wake of PoseidonEsta increíble joya discográfica de 41 minutos fue grabada en los Wessex Sound Studios de Londres y producida por Robert Fripp y el letrista Peter Sinfield para el sello Island Records con Tony Page y Robin Thompson detrás de los controles.
Las ocho joyas de Poseidón
“Soy el océano / Iluminado por la llama / Yo soy la montaña / Paz es mi nombre / Soy el río / Tocado por el viento / Yo soy la historia / Nunca el final” . La dilatada voz de Lake “a cappella” emerge desde el fondo con Fripp marcando algunas notas.
Es “Peace… a beginning” tema que se diluye en la avasallante “Pictures of a City” que incluye el fragmento “42nd. At Treadmill.”
Collins destaca con un solo de saxo y Lake inicia el relato: “Frío rostro de concreto moldeado en acero… Los Crims descargan con un temperamento similar a aquel del “21st Century Schizoid Man”.
Hacia el tercer minuto Fripp puntea su Gibson Custom intercambiando frases con el resto de la banda. En los cortes del siguiente minuto, la banda mantiene el espíritu del “Esquizoide” con más notoriedad.
Le sigue un fantasmal segmento instrumental slow-tempo y Giles, aún en el grupo, decora un poco con sus tambores. En crescendo, los Crims vuelven al tema inicial que culmina con el verso “Alma perdida, trazo perdido, perdidos en el infierno”, tras el cual los desatan un caos sónico similar al tormentoso y esquizofrénico final del primer tema del álbum anterior a nuestro celebrado.
La hermosa “Cadence and Cascade” con el intro de guitarra acústica de Robert Fripp, prosigue el repertorio.
Acompañando por el Rey, Haskell nos dice: “Cadencia y cascada / mantuvo a un hombre llamado Jade / fresco en la sombra / mientras su audiencia tocaba, ronroneaba, suspiraba y también nos dispensaba / sólo te servíamos”, va la primera estrofa donde destacan el piano del legendario Keith Tippett y la flauta de Mel Collins.
Es junto a “I Talk To The Wind” y “Lady of the Dancing Water” (Lizard, 1971), una de las más hermosas piezas del catálogo King Crimson y del rock progresivo.
Con Peter Giles como constante bajista del repertorio, King Crimson mantiene una buena parte del “feeling” de su disco antecesor. El tema titulo es la siguiente pieza de In The Wake Of Poseidon.
Los Crims destilan perfección en este tema construido con un inciso llamado “Libra’s Theme”. El mellotron llena espacios ensombrecidos como si se tratara de extractos de “In The Court of the Crimson King” y “Epitaph”, ambos del disco anterior.
La robusta voz de Greg nos cuenta: “Platón ha engendrado fríos ojos de hiedra / engañosa verdad / arlequines que acuñan juegos sin sentido / chistes burlones en túnica de loros”
La segunda breve instancia es “Peace – A Theme”, un hermoso pasaje de guitarra de 1’15” que cede espacio a la atractiva y dislocada “Cat Food”, tema donde destaca el disonante pero bien colocado fraseo de Tippett, uno de los grandes improvisadores del jazz europeo.
Caracterizado por sus extensas piezas en el mejor lenguaje de Keith Jarrett, Keith Tippett dejó una huella indeleble con su participación en esta pieza.
“La dama supermercado con una manzana en su cesto / toca la puerta del gerente / se arregla mientras la muzak (música de fondo en tiendas al detal) sale de un parlante en un estante de zapatos / pone sus productos en el piso / todo cuanto ha escogido está convenientemente congelado / come y regresas por más… No tiene sentido quejarse / si estás atrapado en la lluvia / tu madre es algo loca / comida de gato comida de gato otra vez”
El extenso medley, “The Devil’s Triangle”, conformado por “Merday Morn”, “Hand of Sceiron” y “Garden of Worm”, representa un punto alto del repertorio.
A lo largo de este ensordecedor y apocalíptico instrumental de 11’30”, encontramos a King Crimson desgranando intensidad y dramatismo en esta adaptación de “Mars: Bringer of War” (Marte: Portador de la Guerra) de la suite The Planets de Gustav Holst.
Los coros que se aprecian fueron extraídos del tema “In The Court Of The Crimson King” empleando una técnica conocida como “xenochrony” y empleada frecuentemente por Frank Zappa a inicios de los 60 y que consiste en extraer fragmentos musicales de un contexto musical e insertarlo en otro totalmente diferente.
Un ejemplo de ello lo encontramos también en una reciente versión de “Cadence and Cascade” del álbum A Mojo Anthology: Rare, Classic, Unusual and Live de 2019 en la cual cantan Greg Lake, Gordon Haskell, Adrian Belew y Jakko Jakkszyk, un sueño hecho realidad virtual.
Igualmente sucede con “21st. Century Schizoid Man” en uno de los DVD del grupo donde uno puede personalizar su versión del emblemático tema. Es decir, ensamblar las partes vocales e instrumentales a gusto personal.
Culmina nuestro celebrado álbum con “Peace – An End”, la tercera y breve instancia de Fripp donde Lake, inicialmente a cappella, al igual que la primera, nos dice: “Paz es una palabra / del océano y el viento / paz es un ave que canta mientras ríes / paz es el amor de un enemigo como amigo / paz es el amor que traes a un niño
Buscándome / ves en todas partes / excepto a tu lado / buscándote ves en todas partes / pero no en tu interior
Paz es una corriente / del corazón de un hombre / paz es un hombre cuyo aliento es un amanecer / paz es un amanecer en un día sin final / paz es el fin como la muerte / de la guerra”
Se cumple medio siglo del fantástico segundo eslabón de una discografía esencial que continuaría con Lizard (1970) e Island (1971), y la sensacional trilogía final de los 70, Larks Tongues in Aspic (1973), Starless in Bible Black (1974) y Red (1974).
Leonardo BigottSiguiendo la bucólica estela de su álbum debut, King Crimson volvieron a proyectarnos otro horizonte de su mundo único, tras un cambio de plantilla en el que su líder, Robert Fripp, baja del barco al multiinstrumentista Ian McDonald y sube a bordo a Peter Giles como bajista, pasando Greg Lake a dejar el bajo para dedicarse íntegramente a la labor vocal de la que ya hizo buen uso en aquel grandioso In The Court Of The Crimson King, siendo sumado también al plantel el pianista Keith Tippett y Mel Collins para la sección de viento, que aparte de cubrir el puesto de la ya significativa flauta, Collins sería el que introdujera por primera vez el saxo en esta formación, instrumento que llegaría a ser muy importante en la banda, sobretodo para sus momentos más jazzísticos. Michael Giles seguía a la batería mientras que la labor del ya ex-miembro McDonald al melotrón la hacía suya Robert Fripp, alternándola con su natural misión de guitarrista.
Tal vaivén de músicos acabaría siendo el trasiego habitual en la carrera de esta banda, proponiéndonos esta vez entrar en medio de un más rico foso de orquesta, que nos rodearía de sinfonías de ensueño que regentan su propicio rincón entre el Cielo y el Infierno, dando vida a esa gran obra que abrió sus mágicos ’70, llamada In The Wake Of Poseidon…
Como un ángel distante, a capella entra susurrante Greg Lake, trayéndonos el preludio Peace - A Beginning, un dulce cántico que tras su leve y breve esbozo de vida es aplastado por la titánica orquesta reptante de Pictures Of A City, una especie de 21st Century Schizoid Man algo menos oscuro y de dinámica más flexible, aunque no exento de una corpulencia y carácter que da respeto, donde la voz de Lake se asoma desde el interior del monstruo luciendo amplias solapas de cáusticas guitarras.
A partir del instante 3:29, la canción adopta un talante chulesco digno de destacar, abriéndose paso con un adictivo contoneo portador de una grosería y decadencia entrañables, capitaneada por una apabullante melodía de guitarra que de forma atropellada apelotona sus graves notas como si fueran bolas en un bombo de bingo, girando Fripp lentamente esa manivela imaginaria mientras el resto de instrumentos alumbran el sórdido bucle con lánguidos y agudos acentos, desembocando todo ese orquestado hervor de lodo en una estridente y vertiginosa escala que engarza corcheas de forma demencial (4:06), para luego el conjunto jugar con nosotros al escondite asomando y ocultando su música, tocando, callando y retomando con una sincronía pasmosa, como si todos los instrumentos sonaran a voluntad de una sola mente (4:25).
Tras ese cambiante escenario que visita diversos escaparates, tras esos ‘Retratos de una Ciudad’, entra el sosegado Cadence And Cascade, balada anfitriona de un ilustre invitado, Gordon Haskell, que sería la voz en este tema y posteriormente la del grupo, pudiéndolo escuchar en el siguiente trabajo de la banda, el enigmático Lizard.
Haskell pasea sereno por el vítreo jardín de arpegios, cantando con esa tesitura añeja que exhalaban los gramófonos de los años ‘30, con esa mágica línea de ”Caravan hotel, where the sequin spell fell” que siempre me embelesa por su suavidad y espectro tan evocadores. Los solos de flauta de Mel Collins nos traen en su revolotear el recuerdo de aquel disco con el que debutó la banda, pareciendo este tercer corte una bella secuela de aquel I Talk To The Wind. Un grato mantra para el espíritu.
Y para presentarnos el tema central y que bautiza a la obra, la banda no escatima en medios, rodeándonos de un inmenso decorado sonoro de gran majestad, proyectado por ese demoníaco órgano llamado melotrón que con esa magia negra que llamamos tecnología pareció liberar almas en pena de una orquesta que atrapó. In The Wake Of Poseidon se nos presenta tan enorme, solemne y bello como el mismo océano, sirviendo esa imponente sección de cuerda para arropar las emotivas líneas vocales de un pletórico Greg Lake, que entreteje magistralmente poder con ternura y recaptura el espíritu del inolvidable Epitaph, siendo erigido así otro monumento épico de la logia crimsoniana, la única que ostenta el secreto alquímico para transmutar el arte en milagro.
Tras el éxtasis apoteósico de ese despertar de Poseidón, llega el interludio Peace - A Theme, reproduciendo el posible acompañamiento musical del que hubiera gozado aquella voz solitaria del preludio, aquí traducido a arpegios por el maestro Fripp.
El jazzy y desenfadado Cat Food se agita festivo y cómplice, zambulléndonos en el vibrante y depravado ambiente de un tugurio de Jazz, donde las delirantes intervenciones de Keith Tippett nos hacen sentir como si ratones corretearan sobre las teclas del piano, acompañando al tono jocoso de Greg al micro, que no se corta en su hiperactivo optimismo para lanzar una carcajada furtiva en medio de su texto, poblado de trabalenguas que preceden a un más cálido y elegante estribillo, que remata en un divertido soniquete que juguetea con los tonos dando nombre a la pieza. Se siente subliminalmente el humo de los cigarros y el tintinear de las copas, sí, estamos dentro de ese club, y se está cómodo ahí.
Pero el acogedor ambiente es eclipsado por la inminente tormenta de The Devil’s Triangle, que hace crecer la tensión de la obra con un ritmo marcial que desde lo remoto trae poco a poco un tenebroso melotrón, que como una negra niebla va avanzando y espesando el ambiente con su oscuridad y suspense, con acordes que sobrecogen y desacogen. Esos acordes deformes siguen retorciéndose e interponiéndose unos sobre otros hasta reinar la confusión, pareciendo que ya estamos en pleno ojo del maelstrom, en pleno corazón de ese Triángulo de las Bermudas que Crimson quiere retratarnos con su música. Más adelante todo desemboca en una extraña jam session que entrelaza distintos sentimientos discordantes de comicidad y desasosiego, como esbozando una maléfica sonrisa que no sabes qué trama. En todo ese caos llega incluso a escucharse un breve fragmento del tema-título de su anterior obra, hasta que entre barridos de piano todo va quedando despejado para recibir al posludio Peace - An End, volviendo el cantante a capella, pero esta vez más cercano y sin reverb, mostrando más texto en un sublime ecuador donde es acompañado tenuemente por un sobrio coro y arpegios, hasta ir recuperando poco a poco la solitud y el reverb con los que contaba al inicio de la obra, como una entidad celestial que ya ha acabado su misión en la Tierra y se marcha por el mismo túnel de luz por el que entró, siendo la bonanza que despide la obra y nos salva de las horribles profundidades de la corte de Poseidón.
King Crimson logró algo que en un principio parecía imposible, que era hacer un álbum que estuviese a la altura de su gran debut. En mi opinión, este In The Wake Of Poseidon fue una digna sucesión de aquella estancia ‘en la corte del rey carmesí’, volviéndonos a decir quiénes mandaban en el género sinfónico del Rock. El genio Robert Fripp forzó la maquinaria de medios con la que contó en su época para romper las fronteras de la propia música, y en este siglo XXI aún no se ha experimentado un viaje mejor que el que en múltiples escalas, terrenales, celestiales e infernales, nos brindó este maestro de la música del siglo XX.
Cuericaeno "In the Wake of Poseidon" es un clásico absoluto y una grandiosa muestra de experimentación, solemnidad y virtuosismo. Con un estilo parecido a su predecesor, fue concebido en un momento de cambios en la alineación de la banda y mantiene el espíritu que la caracteriza. Aunque muchos consideran que, sin necesidad de menospreciarlo, no alcanza el nivel de In the Court… su calidad lo hace de indispensable escucha y valor histórico, sobre todo en una banda con tantos giros y reveses como lo es King Crimson. Es una faceta más del mundo extraño con el que nos ha maravillado el legendario Robert Frip y compañía.
Lista de Temas:
1. Peace - A Beginning
2. Pictures Of A City (Including 42nd At Treadmill)
3. Cadence And Cascade
4. In The Wake Of Poseidon (Including Libra's Theme)
5. Peace - A Theme
6. Cat Food
7. The Devil's Triangle:
a) Merday Morn
b) Hand Of Sceiron
c) Garden Of Worm
8. Peace - An End
Alineación:
Robert Fripp - Guitarra
Ian McDonald - Reeds, woodwind, vibes, teclados, melotrón, voces
Greg Lake - Guitarra (bajo), voces principales
Michael Giles - Batería, percusión, voces
Peter Sinfield - Palabras e iluminación