#Músicaparaelencierro. Y sigue el repaso de la discografía crimsoniana, gracias a LightbulbSun, y aquí el final de la trilogía ochentosa, donde podemos ver a "Discipline", "Beat" y "Three of a Perfect Pair" como un todo. Estamos en el final de la tercera etapa de King Crimson (1981 - 1984), la reencarnación del Rey tras 7 años de silencio desde que salió el álbum "Red" (1974). "Three Of A Perfect Pair" culmina esta nueva resurrección, y cierra otra nueva etapa del Rey Carmesí con un disco ambivalente, el décimo álbum de estudio tiene una cara accesible y otra experimental, como para que te quedes con la parte que más te guste, y aquí las aguas se dividen de nuevo, pero sobre cuestiones de gustos no entraremos a comentar, y tratando de ser objetivos, cosa imposible si la hay salvo en nuestros sueños y los relatos de los medios de comunicación masivos, diremos simplemente que es el fin de una etapa crimsoniana y el comienzo de otra, una mirada crimsoniana al mundo nuevo e industrial de los 80, un sacudón repleto de tendencias esquizofrénicas, neuróticas, y cuanta patologia mental andaba dando vueltas en aquellos años, y quizás la máxima expresión de la simbiosis Fripp, Bruford, Levin y Belew.
Artista: King Crimson
Álbum: Three Of A Perfect Pair
Año: 1984 - 2001
Género: Progresivo ecléctico
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Inglaterra
La vuelta a la vida del Rey Carmesí produce música, sin duda alguna, muy distinta en la expresión y en la manera de trabajar si se compara con lo realizado en la década anterior (evidentemente los 80 fueron tiempos de cambio en lo que respecta no solo a la música sino también a la industria).
Como saben, la aparición ochentosa se debió a la gestación de un nuevo trabajo ("Discipline") llevado a cabo por Fripp y sus encuentros entre Bill Bruford, su nuevo músico Tony Levin (con quien ya habia trabajando con él al producir "II" de Peter Gabriel, y por haber tocado en el "Exposure" del propio guitarrista), y Adrian Belew (presentado por David Bowie).
Después de dos discos entre 1981 y 1982, no es hasta 1984 cuando en Inglaterra aparece el EP "Sleepless" conteniendo tres versiones diferentes de dicho tema, curiosamente muy movido y bailable, algo extraño hasta entonces para la banda. A continuación saldría "Three Of A Perfect Pair" (1984), un álbum con caras A y B muy diferenciables: una eminentemente más pop, funky y accesible (salvo "Nuages") aunque por supuesto que rítmicamente muy interesante, y otra improvisatoria y más rebuscada (y para muchos más entretenida).
Three of a Perfect Pair es el décimo álbum de estudio de la banda inglesa de rock progresivo King Crimson, publicado en 1984. Está dividido en dos partes claramente diferenciadas: una con canciones más accesibles y otra con canciones experimentales. Esto fue entendido como una concesión de la banda a los fans de la música no experimental de King Crimson, ya que estos sólo tenían que concentrarse en la primera parte y no tenían que evitar las canciones experimentales del disco. En la reedición del disco en 2001 se añadieron seis canciones extra.Wikipedia
El trabajo de estos cuatros músicos fue inevitablemente crimsoniano ("La música llega por si sola" dijo Fripp). Y aquí es donde luego de muchos años aparecen nuevas mezclas y versiones, entre ellas la de Steven Wilson y el enano. Pero ya de eso y de otras cosas más nos habla el Mago Alberto...
"Three Of A Perfect Pair" fue el final perfecto para la trilogía conformada por "Discipline" y "Beat", un disco terrible en su sonido y concepción en general, una mirada crimsoniana al mundo nuevo e industrial de los 80, un sacudón repleto de tendencias esquizofrénicas, neuróticas, y cuanta patologia mental andaba dando vueltas en aquellos años.Mago Alberto
El cuarteto super aceitado daba conciertos memorables, y revolvía hasta el vómito a cuanto acelerado se acercaba a ellos. "Three..." es un espejo, es un trabajo ansioso, un portal tridimensional repleto de colores, de sonidos viscerales, complejos y con una altísima dosis de obsesión, rasgos que seguramente habitaban todos los rincones y las esferas donde se movían los muchachos.
Hay lugar incluso para el misterio, tan explícito en "Nuages", la matemática enfermante de "Sleepless", o la belleza estructural de "Three Of A Perfect Pair". Para quienes habían perdido la esperanza en el petiso maldito, se vieron conmovidos por este trabajo que despertaba variadas sensaciones, te regalaba momentos grandiosos y por si esto fuera poco en estas ediciones le devolvieron el sonido y la confianza a la secta crimsoniana, y la diversión sonora sigue hasta nuetros días.
Si existe un paleativo mental contra tanta indiferencia, intolerancia, mentira y robo organizado, es volver a compenetrarse con estos trabajos de King Crimson que siempre serán antídotos mentales contra la más vil mierda ordinaria.
Y por favor, agradezcan a LightbulbSun por tanta maravilla crimsoniana presentada en estos días!
A ver, hablemos aunque sea un poquito, del disco en sí. La historia de King Crimson cuenta con una amplia diversidad de músicos, sonoridades y estilos desde su creación hace más de 50 años. En 1974 la banda se disolvió, dejando un legado de discos fundamentales del progresivo y un aparente fin de la agrupación. 7 años después, luego de trabajar como solista y colaborar con otros artistas, Robert Fripp reúne a Bill Bruford, Adrian Belew y Tony Levin para formar un grupo que se llamaría Discipline. En 1981, mientras grababan el primer disco, Fripp y compañía decidieron redenominarse King Crimson, resurgiendo así la banda, que durante la primera mitad de los 80 crearía una trilogía de discos: Discipline (1981), Beat (1982) y Three of a Perfect Pair (1984). La sonoridad creada por estos cuatro músicos es bastante similar en estos álbumes. Elementos del rock, el pop, el new wave, la música de gamelán de Indonesia, además del uso de la tecnología y cierta estética de la época, podrían definir el estilo de la banda durante esta etapa. Three of a Perfect Pair es el décimo de King Crimson y el último disco de los 80, antes de que la banda volviera a desintegrarse, esta vez por 10 años. En él se distinguen dos partes: The Left Side, con canciones más accesibles y sencillas en estructura, y The Right Side, donde predominan los temas instrumentales y la experimentación.
El álbum comienza con la canción homónima, Three of a Perfect Pair, que también fue el primer sencillo del disco en estrenarse. La versátil voz de Belew hace la apertura acompañada de un complejo entrelazamiento entre las cuerdas con patrones rítmicos que nos demuestran el alto nivel técnico de estos músicos. Todas las letras del disco fueron escritas por Adrian Belew y suelen tratar temáticas asociadas a la locura, la ansiedad y cierta disconformidad o inadaptación social. Las letras de este primer tema explorarían la complejidad de las relaciones, con un verso como: “He has his contradicting views, she has her cyclothymic moods, they make a study in despair, three of a perfect pair” (“Él tiene sus puntos de vista contradictorios, ella tiene sus estados de ánimo ciclotímicos, ellos hacen un estudio desesperado, tres de una pareja perfecta”). En Model Man, una de las canciones más pegajosas del disco, destaca la interpretación vocal de Belew. La intensidad emocional que le otorga, sobre todo en el coro, es clave en canciones como esta. Tony Levin golpeando las cuerdas de su bajo marca el inicio de uno de los temas más memorables de este disco, Sleepless. La línea de bajo se sincroniza precisamente con las percusiones de Bill Bruford y los arreglos de Belew y Fripp que crean un ambiente de frenesí y ansiedad. Man with an open heart es un sencillo que fue lanzado junto al tema homónimo del disco. Una canción de naturaleza más pop, con riffs y melodías pegajosas. Cabe destacar el rol de Levin no solo en las cuerdas graves, sino que también en las segundas voces y armonías vocales. Nuages (That Which Passes, Passes Like Clouds) es un tema instrumental que cierra la primera parte del disco. Una base de percusión electrónica y una línea del chapman stick sobre la que se crean paisajes sonoros con guitarras y sintetizadores que dejan algunos de los momentos más interesantes del álbum.
La segunda parte del disco comienza con Industry que, con más de siete minutos de duración, es el tema instrumental más largo del disco. Como su nombre bien señala, presenta elementos de la música industrial, con sonidos electrónicos y experimentación que, a través de distintas capas, crean un ambiente oscuro que resulta interesante. Dig me presenta un riff principal de apariencia atonal, que junto con el resto de los instrumentos y la voz de Belew prácticamente recitando los versos, producen esa sensación de caos y locura que es parte del espíritu de King Crimson. Es la única canción cantada de este lado del álbum, con una letra que es el monólogo de un auto que alguna vez fue valioso y ahora está abandonado. Al llegar al coro queda clara la angustia: “I’m ready to leave, I wanna be out of here, I’m ready to ride away, I don’t wanna die in here, I’m ready to ride” (“Estoy listo para irme, quiero salir de aquí, estoy listo para irme, no quiero morir aquí, estoy listo para viajar”). No warning continúa con la tónica de esta segunda parte, con un pulso que constituye la base de una serie de texturas sonoras oscuras construidas a través de la improvisación y experimentación de los músicos. El disco finaliza con Larks’ Tongues in Aspic (Part III), que sorpresivamente, vendría a ser la tercera parte de las dos obras presentadas en el álbum de 1973 del mismo nombre. Este podría ser el tema más cercano a lo que conocemos por rock progresivo clásico, dada su obvia inspiración, con melodías y motivos de los temas predecesores. Cabe destacar el incomparable talento de Robert Fripp en la guitarra, cuya ejecución protagoniza los compases más interesantes de este cierre del álbum.
Vale la pena mencionar que hay un tercer lado, The Other Side, lanzado el 2001, con canciones extras y que está en las versiones de streaming disponibles desde mediados de 2019. Este lado comienza con: “I’m Tony, I’m Billy, I’m Bobby, I’m Belew, we’re here to sing and play for you, oh we’re the King Crimson band” (“Soy Tony, soy Billy, soy Bobby, soy Belew, estamos aquí para cantar y tocar para ti, oh somos la banda King Crimson”). Una breve composición a capela de Tony Levin que bromea con lo que era la banda en los 80. La siguen Industrial Zone A y B, que partiendo desde el caos va tomando cierta forma con la tensión y complejidad creada por los músicos. Finalmente, hay tres mezclas de la canción Sleepless, hechas por Tony Levin, Bob Clearmountain y Francois Kevorkian, con mayores y menores diferencias respecto a la original.
Three of a perfect pair es el último disco de la trilogía lanzada por King Crimson a principios de los 80, con una formación de músicos de primer nivel. El estilo y la estética siguen la línea de los discos anteriores. En él se distingue claramente la primera parte, con canciones más accesibles y pegajosas, con influencias del pop y el new wave, de la segunda, en que predominan los temas instrumentales, la experimentación y creación de texturas y ambientes más oscuros. El catálogo del Rey Carmesí es amplio y de un alto nivel artístico, y aunque este disco no está entre los más reconocidos e influyentes, sin lugar a dudas cuenta con momentos interesantes y algunas composiciones e interpretaciones que vale la pena revisitar.
Christian Pizarro
Podríamos decir que la apertura de "Three Of A Perfect Pair" remite al álbum "Discipline" (el único que se puede considerar esencial de los tres), un tema en compás de 6 x 8 donde las guitarras y el Stick interactúan de manera polirítmica. Mención especial para la voz de Belew y el solo de guitarra intermedio.
¿De dónde provino el título Three Of A Perfect Pair? El biógrafo Crimsoniano Sidney Smith recientemente expuso esta pregunta a Robert Fripp, quien le respondió:Notas sobre el Disco
"Estimado Sid,
El título fue creado por Adrian [Belew].
Mi explicación sería más técnica: la progresión de lo dual a la tríada, desde la oposición a la reconciliación, desde hombre y mujer a la familia: padre - madre - hijo.
El arte del disco es una reducción de una pintura de Peter Willis, el cual es su representación de la reconciliación de la Cristiandad Occidental y Oriental. Lo visité en Cornwall en una etapa muy difícil de mi vida, y la pintura estaba en la pared de su dormitorio. La pintura se comunicó conmigo. Ahora la pintura está en Dorset. La portada frontal tiene los dos elementos, representando los principios de lo masculino y de lo femenino. La portada posterior tiene el tercer elemento uniéndolos y reconciliando los anteriores opuestos.
En esencia, esta es una continuación y el desarrollo de la portada Tántrica de Larks' Tongue in Aspic, el cual representa los principios masculinos y femeninos. La geometría detrás del Sol y de la Luna, si lo descifras, es precisa y formal. La forma detrás de la pintura de Peter es más intuitiva, en vez de ser prescrita por la tradición. Sin embargo, la pintura icónica de Peter está definida por las prescripciones formales de esa tradición".
Luego viene "Model Man" y "Man With An Open Heart" muestran el lado más pop del disco. Dos temas donde el segundo será muy representado en sus directos de la época junto con "Heartbeat" del álbum "Beat". Le siguen el bailable "Sleepless", en su versión más corta del EP, en el que se destaca el bajo muy funky a cargo de Tony Levin. Y termina con "Nuages", un sensible instrumental con frippertronics y percusiones electrónicas. Es una pieza suave e introspectiva que pone fin al primer lado de lo que fue el vinilo.
Luego, en el lado B, se da un comienzo marcado de Bruford y Levin es "Industry", un tema improvisado muy interesante, con la particularidad de que va in crescendo. La idea es que los músicos van aportando texturas a medida que la pieza transcurre, dejando una sensación de total inquietud.
Sigue "Dig Me", una abrasiva y minimalista canción con la voz modificada de Belew donde se intercalan partes a modo de collage o rompecabezas musical. A su vez, "No Warning" es una improvisación que en directo cobra mayor dimensión y sirve de preludio para "Larks Part III", sin duda el mejor instrumental junto con "Industry", y así termina un disco desde el cual el Rey Carmesí vuelverá al silencio hasta dentro de diez años, con nueva formación y el miniálbum "Vrooom" y posterior "Thrak".… pero bueno, esa es otra historia que no vamos a contar ahora. El 27 de marzo de 1984, King Crimson lanzaba al mercado su décimo álbum en estudio, Three Of A Perfect Pair, el tercero de una trilogía conformada por éste, Discipline (1981) y el conceptual Beat (1982) y que mantuvo viva la llama de esta banda excepcional en la controversial década de los 80.
Reformulando su concepto musical en torno a un cuarteto de músicos virtuosos que fueron emblemáticos en la década previa y que en los 80 seguían destilando una música de alto calibre, King Crimson se abrió camino con temas menos extensos y un sonido que a pesar de ser más accesible que aquél, lograba exprimir con efectividad características novedosas y atractivas.
De esa manera, el poli rítmico baterista Bill Bruford; el virtuoso guitarrista experimental y vocalista, Adrian Belew; el excepcional bajista Tony Levin, quien introdujo en el álbum Discipline el sonido del “stick” –una suerte de instrumento de cuerdas de compleja naturaleza, interpretado con la técnica del “tapping”; y el emblemático Robert Fripp, nos sedujeron con nueve piezas que a lo largo de 41 minutos iban confirmando que King Crimson era la única banda del progrock que evolucionaba con sobrada eficacia, aún permaneciendo distante del mundo comercial.
La banda seguía sonando inteligente, innovadora y provocadora. Sin embargo, nuestro celebrado álbum pondría un alto a King Crimson por diez años más. Así como ya había sucedido en 1974 con Red y USA, álbum en vivo editado en 1975 y que parecía ser la sentencia de muerte del laureado grupo.
Nuestro encuentro visual son dos formas curvas, a modo de “U” achatada y abierta y otra “U” invertida sobre un fondo amarillo. Creada por Peter Willis para representar la dicotomía de lo sagrado y lo profano, ésta portada evoca de modo simple la cubierta de Larks’ Tongues In Aspic, el Sol como elemento masculino y la Luna como elemento femenino. Acá, una forma entrando en la otra.
“Ella es susceptible, ella es imposible, ellas tienen sus cruces para compartir, tres de un par perfecto”. Es así como el primer tema –el tema título– inicia esta buena obra discográfica. Como es de esperarse, destacan Fripp y Belew, quienes son acompañados por una rítmica de algún modo más convencional a lo que King Crimson nos había tenidio acostumbrados. Sin embargo, hay ese “algo” indescriptible, ese “wierd stuff” que nos enloquece. Minimalista, en buena parte.
“Model Man” con un Belew histriónico y muy cónsono con aquellos días, nos dice: “Tómame como soy… te daré todo lo que tengo… busca las señales, busca los síntomas”. Apreciamos en esta pieza a un Tony Levin de burbujeante sonido y más comprometido.
La primera tríada culmina con “Sleepless”, donde Levin nos llama la atención interpretando el bajo como si fuera un instrumento de percusión al tiempo que Bruford le sigue para conformar una sección rítmica envidiable entre la cual retozan las guitarras de Fripp y Belew, quien nos dice: “OK, está bien ese ruido en tus oídos, está bien sentir un poco de temor”.
En ese modo de hacer las cosas que Fripp define como King Crimson, siempre ha resultado interesante, y en varias ocasiones conflictivo, conciliar la música con la letra. Debe ser particularmente tedioso sobre todo si no se siente ese lado orgánico del cual la banda disfrutaba en propuestas como Red (1974) o “Moonchild” del seminal In The Court Of The King Crimson (1969).
Aquella libertad del King Crimson de los 70 se nos presentaba ahora restricta, al menos en esta primera parte. Eran los días de Buggles, U2, Madonna, Culture Club, Thomas Dolby, The Police…
Las siguiente pieza es “Man With An Open Heart” (Hombre con un corazón abierto). Un sonido que evoca la cultura asiática y un Belew con voz degenerada con visos de David Byrne (Talking Heads, con el que tocó justo antes de unirse a KC), se desarrollan en esta rítmica pieza. “Ella no necesitaría ser un ave sin alas o ser una sirvienta atenta al teléfono, pudiera ella dormir bajo el confort de otra cama… pero eso nada importa al hombre con un corazón abierto…”.
Concluye el lado A con “Nuyages (That Which Passes, Passses Like Clouds)” con la percusión al frente y ambientaciones en el lenguaje clásico de Fripp, esta pieza es un instrumental en modo de “lamento”.
El segundo lado del LP comienza con “Industry”, una de esas rarezas sonoras con un motivo recurrente en la percusión y variaciones sobre la melodía. Levin y Bruford parecieran improvisar un poco entorno a la melodía. La pieza es de áspera textura, como extraída de una máquina. Con sus 7’23” es la más extensa del disco.
“Dig Me”, palabra que pudiera interpretarse como “entiéndeme” o un más rebuscado “excávame”, es la séptima pieza del álbum. Se desarrolla a partir de un aparente caos sónico que da la impresión de estar sonando en reversa. “Mi piel ahora es metálica…” nos cuenta Belew, quien en el coro resalta “Estoy listo para irme, quiero salir de aquí, estoy listo para cabalgar hacia lo lejos, no quiero morir acá, estoy listo para cabalgar”.
Tras esa experiencia la banda despliega toda una sonoridad aparentemente orgánica o más bien visceral en “No Warning”, la siguiente pieza.
El cuarteto pareciera tener acá una plena libertad expresiva que ya en este álbum señalaba subrepticiamente el camino de lo que sería King Crimson en los 90. Una movida inteligente si además tomamos en cuenta la progresiva pieza final de nuestro cumpleañero, incluida acá como para referenciar a la nueva audiencia que existe una obra maestra icónica llamada Larks’ Tongues in Aspic (1973), a la que ahora Fripp le ha creado una tercera parte. La conexión perfecta de la banda con su pasado, presente y futuro.
Recordando que eran tiempos de vinilo, la banda optó por reunir, bajo el nombre de “the left side”, el lado A; y “the right side”, el lado B; una combinación de temas con una estructura más definida en contraste con formas más libres, algunas ya descritas anteriormente.
El título Three Of A Perfect Pair, alude a los opuestos perfectos con tres historias por lado o dicho de otro modo, la suya, la de él y la verdad objetiva.
King Crimson retornaría al predio musical con el abreboca Vroom, un EP de 1994 que un año más tarde sería parte del nuevo álbum, Thrak. El Rey Carmesí editaría una serie de recopilaciones a lo largo de esos diez años, destacando Frame by Frame (1991) una antología de 4 discos compactos con temas o versiones inéditas y un excelente libro que es la bitácora de Fripp, tal vez el único dictador adorado de nuestros tiempos. Al menos ese es el adjetivo más usado por la prensa.
Leonardo Bigott
Lista de Temas:
1-Three Of A Perfect Pair
2-Model Man
3-Sleepless
4-Man With An Open Heart
5-Nuages (That Which Passes, Passes Like Clouds)
6-Industry
7-Dig Me
8-No Warning
9-Larks' Tongues In Aspic, Part III
10-The King Crimson Barber Shop
11-Industrial Zone A
12-Industrial Zone B
13-Sleepless (Tony Levin Mix)
14-Sleepless (Bob Clearmountain Mix)
15-Sleepless (Dance Mix - F. Kevorkian)
Alineación:
- Robert Fripp / Guitarra
- Bill Bruford / Batería acústica y eléctrica
- Tony Levin / Bajo, teclado, sintetizador y coros
- Adrian Belew / Guitarras y voz