Este restaurante asiático no está nada mal. No es para tirar cohetes pero tiene un buffet libre barato que te permite hartarte a comer platos sencillos de cocina oriental.
Sin embargo, la ortografía no es lo suyo.
Está en la calle Fernández de la Hoz y como muy bien anuncia, tienen una cinta giratoria en plan tren de producción, por la que los platos pasan por delante del comensal, quien puede disponer de ellos cuando le apetezca.