Soy Kirikú, él que sabe lo que quiere
Kirikú es un pequeño niño de una tribu africana. A pesar de su minúscula estatura es capaz de ser agricultor, alfarero, intelectual, detective, comerciante, médico, velocista pero por sobre todo es valiente.
Kirikú es un niño capaz de resolver los distintos problemas que se presentan en su aldea. Algunas veces los pueblerinos menosprecian sus ideas porque lo consideran muy pequeño, sin embargo, pronto se dan cuenta que el niño les indica el camino correcto y hasta le agradecen.
Los miembros de la tribu temen a la hechicera Karaba porque ella en el pasado se llevó a todos los guerreros y todas sus riquezas, dejándolos a merced de los peligros de la jungla.
Kirikú tiene ante si el gran reto de descubrir porque Karaba es tan mala. Logra descubrirlo a través de su sabio abuelo, quien le dice que ella sufre mucho y por eso quiere hacer daño a todo el mundo. Unos hombres en el pasado, le habían clavado en su espalda una espina envenenada por la maldad. La misión de Kirikú ahora es arrancar la espina que tiene Karaba. El más grande reto de toda la vida de Kirikú. El final de la saga de Kirikú es impresionante.
El director Michel Ocelot nos ofrece dos obras maestras del cine llamadas “Kirikú y las bestias salvajes” y “Kirikú y la hechicera”. Ocelot nos ofrece unos dibujos animados capaces de hacernos reflexionar acerca de las posibilidades de lograr el cambio a través de la reflexión, de sacar lo mejor de los demás, de vencer los miedos. Recomendables desde el principio hasta el recordado final.
Conversaciones para recordar:
Viejo resistente al cambio: Nunca se ha hecho esto
Kirikú: Es hora de hacerlo
Viejo resistente al cambio: No tenemos más mujeres valientes. ¿Qué será de nosotros? Es terrible ¿Quién va lavar la ropa? ¿Quién va cocinar? ¿Quién cultivará los campos? ¿Quién recogerá los frutos de la tierra?
Kirikú: Tú …….. puedes hacerlo …….. pero no puedes ser madre.
Niño resistente al cambio: Que tonto es Kirikú
Kirikú: Yo no pienso ser como ustedes. Yo voy a escoger mi camino.
Kirikú: Hay que disfrazarnos de fetiches.
Niño resistente al cambio: Estás loco, nos descubrirían de inmediato.
Kirikú: Intentémoslo. Estoy listo para ir.
Niño resistente al cambio: No. ¿No tienes miedo?
Kirikú: Si, pero no es excusa.
Kirikú: Madre, sabes por qué la hechicera Karaba es mala?
Madre de Kirikú: No lo se, ella no es la única.
Kirikú: Es verdad, a algunos de los niños que he salvado no son buenos conmigo.
Madre de Kirikú: Tienes razón. Siempre hay gente que nos desea el mal, aunque no se lo hayamos hecho. Hay que saberlo, como que el agua moja y el fuego quema.
Kirikú: Bien, hay que estar prevenidos.
Abuelo sabio: Hay que saber perdonar.