Es raro que un perro caiga a la acequia por su propia voluntad o torpeza, no era un sitio estrecho ni peligroso, sólo una zona de senderismo. Unas personas, haciendo deporte, escucharon lastimeros lloros desde abajo y se acercaron para ver qué pasaba. Y se encontraron con un pastor alemán que llevaría ya tiempo allí, rogando ayuda con las últimas fuerzas que le quedaban. Estaba echado dentro de la acequia, llena de agua sucia y barro, completamente empapado y sin fuerzas. No podía salir por lo que varias personas bajaron a la acequia y lo consiguieron sacar al camino. En todo el tiempo el perro no hizo un sólo mal gesto a pesar de tener una rotura abierta de bastante mal aspecto que debía dolerle muchísimo, pues el hueso estaba infectado por los aguas residuales donde permaneció Kitt (así es como lo hemos llamado) por lo menos durante largas 24 horas...
Fue llevado a la clínica veterinaria enseguida y le hicieron los primeros auxilios necesarios y le curaron y le vendaron las patas rotas. La infección es bastante fuerte, y lo peor es que ha afectado al hueso, por lo que no se sabe qué final tendrá esa pata. Es muy posible que se tenga que amputar pero por ahora se está intentando controlar la infección para que no vaya a más.
Kitt está sacando fuerzas increíbles para superar esa crueldad que sufrió y poder seguir viviendo siendo un perrito feliz que quizás algún día fue. Está ingresado en la clínica con suero y, si consigue salir de esta, va a necesitar una casa de acogida con unos cuidados diarios concienzudos. Tiene un año y medio y toda una vida por delante. Podemos ayudarle entre todos.
Si queréis acogerlo de forma temporal, adoptarlo cuando se recupere o aportar algo para su recuperación esperamos vuestros mensajes a [email protected]
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