Las ganas que teníamos de escuchar el nuevo disco de Kitty, Daisy & Lewis eran infinitas. Como si se hubiesen equivocado de época, los hermanos Durham volvieron a poner de moda el revival del rock de los años 50 con una calidad y una puesta en escena que parecía haber sufrido un salto en el tiempo cuando se escuchaba su disco debut homónimo o si se tuvo la posibilidad de verles en directo acompañados de su padre y su madre.
Con su 16, 18 y 20 añitos estos jóvenes dieron con la tecla correcta y cautivaron a todo el mundo, incluido a Chris Martin que les eligió personalmente para que fueran los teloneros de Coldplay en la gira de 2010 que dieron en EEUU. Pero Kitty, Daisy & Lewis nos son un grupo de “estadio”: su rock & roll con influencias de rockabilly y swing es para disfrutarlo y paladearlo con calma, sin agobios.
Los jóvenes de Londres mantienen (o incluso elevan) el listón en Smoking In Heaven con una colección de temas cortos y directos made in 50s, donde toma más relevancia el blues, el ska e incluso el mento (estilo de música precursor del propio ska y del reggae) para volver a deslumbrar.
Todavía no se conoce el techo de Kitty, Daisy & Lewis porque en cada álbum se van superando abriendo el abanico de influencias y sonidos anteriormente descubierto pero revisados a la perfección. Y no nos confundamos, lo que hacen los hermanos Durham no se trata de una burda copia de lo que se hacía antaño: ellos crean por si solos utilizando los recursos que les dieron sus antepasados para dar una vuelta de tuerca y una visión propia de los estilos musicales que bailaban nuestros abuelos. Y lo bordan.
“Baby, don’t you know…”
Kitty, Daisy & Lewis – Smoking In Heaven (2011)
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