Klattö, puro experimento visual

 Portada del primer número, de la tirada limitada impresa
Crímenes cometidos con nocturnidad, salvajismo y alevosía; un dentista poseído por arcanos seres abismales; hasta un diabólico payaso que milita entre las filas de la Guardia Suiza del Vaticano, al servicio del Señor y el Papa, su representación en la Tierra. ¿Cómo pueden haberse juntado tantas bizarradas?
La respuesta la encontramos en Paco Zarco, un dibujante valenciano de largo trayecto y variopinto recorrido que, a través del tiempo, ha ido construyendo una caravana de personajes grotescos alrededor de los cuales presentar una historia todavía más grotesca.
Pocas veces puede decirse que un dibujante posee un estilo personal sin realmente estar incurriendo en el eufemismo, como cuando el editor ha de vender como algo bueno el último número de X-Force dibujado por el inefable Rob Liefeld.
Sin embargo, en unas pocas ocasiones, verdaderamente podemos ver cómo un artista se ha volcado por completo en la realización de su obra y, aún más importante, se ha divertido como un marrano en una cochiquera haciéndolo.
 Muestra del arte interior del cómic
Olvida todos los convencionalismos alrededor del mundo del cómic, Klattö horrorizaría esos anquilosados catedráticos estrechos de miras que juzgan todo bajo la misma vara, como si el arte fuese un principio kantiano. Klattö es diversión, es rallarse lo máximo posible, es contar una historia cafre de forma tan divertida como negra.
Ahora, gracias a las maravillas de Internet, todo el mundo puede descubrir esta singular obra, pues el autor, Paco Zarco, estrena páginaweb propia y con este motivo ha decidido regalarnos la mini serie completa de Klattö, junto a dos números de Hellboy dibujados a lápiz por obra y gracia suya.
 Página a lápiz de Hellboy
Respecto a su trayectoria personal actual, cabe destacar la fundación de K-POOT!, un fanzine digital que en breves verá la luz – aunque ya está disponible una versión de sketchs – donde se recopilará el material elaborado por los alumnos de su peculiar academia-estudio-taller de cómic TopHat, sito en Valencia.
Ya comenté en una ocasión anterior, con motivo del Club delCómic de Bellar Artes de Valencia, la necesidad que encuentro en apoyar iniciativas como ésta, que pueden aportar muchísima sangre fresca al ruedo y sería una auténtica lástima que cayeran en las garras de la marginalidad.
Así que, ya sabéis, es gratis, poco podéis perder haciendo click y descubriendo un nuevo autor.