Revista Belleza

Klorane Bálsamo a la manteca de mango

Por Rusta @RustaDevoradora
Klorane Bálsamo a la manteca de mango

Bálsamo de manteca de mango de Klorane

Este bálsamo de manteca de mango se presenta en un sencillo tubo de plástico transparente, con soporte sobre su base. Al ser una marca de farmacia (y parafarmacia), Klorane invierte más en la calidad de sus productos y no tanto en un envase llamativo, todos sus envoltorios son de lo más básicos. Cada unidad contiene 150 ml (me gustaría que llevara más cantidad, aunque lo que hay, se aprovecha) y el precio ronda los 7 euros y pico, que puede variar un poco en función del establecimiento. Teniendo en cuenta que hace años que no uso productos capilares de supermercado y me voy a opciones más específicas (farmacia, peluquería, perfumería), este no me parece de los más caros.

Pese a llamarse «bálsamo», en realidad no deja de ser un acondicionador de los de toda la vida: es de color naranja suave, con una textura gelatinosa que se extiende muy bien por el pelo. Se usa después del champú y necesita aclarado con agua. Este en concreto está indicado para cabellos secos y sus funciones destacadas son nutrir y reparar el pelo. La manteca de mango que le da nombre se obtiene por presión en frío de almendras, cuyos ácidos grasos destacan por sus propiedades nutritivas y desenredantes, entre otras. Con tanto poder hidratante, se aconseja no aplicarlo en el cuero cabelludo, pues se corre el riesgo de engrasarlo. Su olor, como no podía ser de otro modo, es de mango puro y perdura en el cabello (a mí me parece una fragancia agradable, sin ser de mis favoritas).

La única pega que puedo ponerle al bálsamo, aquí y en los resultados, es que contiene siliconas (las identificaréis por sus terminaciones en -cone, -xane y –conol). Os recuerdo que estos ingredientes no dañan el cabello, así que al leerme no tenéis que volveros locos para comprar otros productos. Su particularidad consiste en que no reparan la fibra capilar, sino que se pegan a ella para hacerla más bonita a nuestros ojos y al tacto. La inmensa mayoría de productos capilares del mercado las contienen, de modo que si hasta ahora no os habíais preocupado por ello, no debéis descartar este bálsamo de Klorane por ese motivo. En fin, en la red encontraréis mucha información sobre el tema, listas de las marcas que las llevan y las que no, etc.

Cambiando de tercio, dentro de la misma línea de manteca de mango he usado el champú y la mascarilla. Ambos me parecen muy buenos: el primero deja el cabello limpio y suave, sin restarle volumen, mientras que la mascarilla lo repara en profundidad y supone un buen tratamiento para los cabellos más encrespados y castigados. Los dos, junto al bálsamo, merecen la pena. Los considero una gran opción para este tipo de cabellos, incluso me gustan más que los de algunas marcas más populares, como L’Oréal Professionnel o Kérastase

Resultados

El primer efecto digno de mención se aprecia antes de secar el pelo: el bálsamo ayuda muchísimo a desenredar, vamos, que no me hace falta complementarlo con un acondicionador sin aclarado. Yo siempre he llevado el cabello muy largo (y además lo tengo fino y seco, ¡todos los puntos para que se encrespe!) y sé muy bien lo que es lidiar con una melena llena de enredos, por eso valoro tanto este aspecto. Es realmente eficaz, se nota desde el primer uso.

Una vez seco, el cabello luce bien bonito: el producto lo hidrata en profundidad, le aporta toda la nutrición que necesita. Mi pelo está suave, con cuerpo, y se ve sano. Quizá podría dar más brillo, pero como no se vende como un artículo específico para eso, no puedo ponerlo como pega (si vosotros sí que buscáis luminosidad, os remito a mis opiniones del champú de camomila y la crema iluminadora de esa misma gama de Klorane, y del champú Sublime y la mascarilla Marilyn de Lush). Puedo decir que cumple todas sus promesas, que no es poco.

Con los productos para cabello seco se suele tener el temor de que engrasen o apelmacen el pelo. Y es que, en ocasiones, tanta nutrición resulta excesiva, o tal vez solo se necesita de vez en cuando, por eso procuro alternar tratamientos para este tipo de pelo con otros que tengan unas indicaciones distintas, como dar brillo o volumen. Aun así, este bálsamo de manteca de mango se puede usar varias veces a la semana con total tranquilidad: no apelmaza ni engrasa, en este sentido me deja el cabello igual que antes. Con lo que tendríais que tener más cuidado es con la mascarilla que, como es lógico, tiene un poder reparador más intenso.

Antes os he hablado del champú de la misma línea, porque en efecto los he usado juntos muchas veces. Sin embargo, el bálsamo también se puede complementar con un champú de otra índole: con el citado de camomila me va muy bien, porque uno le aporta brillo y el otro lo nutre a fondo. También forma un buen tándem con el champú de almendras de Klorane, indicado para fortalecer el pelo y darle volumen. En definitiva, aunque yo siempre cuente maravillas de la línea de mango en su conjunto, los productos de esta por separado también os darán buenos resultados.

En general, estoy muy contenta con este bálsamo, solo tengo palabras de elogio para él. He decidido dejarlo atrás y reemplazarlo por uno de Lush (en estos momentos, el Spa) porque ahora me fijo en el tema de las siliconas, pero insisto: si a vosotros os da igual, este acondicionador puede ser una opción fantástica. No he sido fiel a él durante años en vano (eso sí, reconozco que mi pelo se corresponde al cien por cien a las características que describe Klorane, en otro tipo de cabello no sé qué tal funcionaría). Y si, como yo, os fijáis en las siliconas, puedo deciros que el champú de la misma línea no lleva, así que si os pica la curiosidad podéis descubrir los beneficios de la manteca de mango con él.



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