K.o.

¿Pero los virus no hacen huelga?. 
Perdón por el monotema, ya se que es un aburrimiento, pero tengo las neuronas inundadas en mocos, así es difícil ponerse frente al ordenador.
Me gustaría ser de esas súper mujeres que se cortan un brazo (ojo que no digo la yema del dedo, digo un brazo) y se hacen un cabestrillo con los dientes y un cordón del zapato para hacerle un rico puré a su bebé y un menú de dos platos y postre al amante esposo que llega rendido de trabajar, al tiempo que se pintan la raya del ojo y muestran una sonrisa de oreja a oreja. Pero como no soy así, mi hijo hoy ha comido potito industrial, yo voy a comer pizza y me temo que mi marido mañana tampoco llevará comida casera a su trabajo. Por no hablar de las pintas que llevo.
Asi que yo hoy, con huelga o sin ella, paso de hacer nada, no tengo ni fuerzas ni ánimos. Y el que venga detrás (vamos, mi churri en este caso) que arree, que por mucho que diga que las madres movemos el mundo, en días como hoy ¡no puedo ni con mi alma!.