Este mundo me ha dado muchas alegrías e ilusiones. También me ha permitido conocer a gente maravillosa con la que he compartido experiencias y camino. Creo que hace ya tres años que una de mis marcas preferidas de puericultura: Bugaboo me invitó a un evento en Madrid para hacer running con unos de sus cochecitos. Tuve un magnífico entrenador aquel día, Fito Florensa, con el que luego coincidí en el AVE volviendo a Barcelona. Fito es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, entrenador personal de deportistas de élite, celebrities y personas que quieren llevar una vida sana y saludable, así como emprendedor y director técnico de su propio centro de salud, nutrición y entrenamiento, KOA. Tenía muchas ganas de visitar KOA, me habían hablado maravillas de este lugar, pero fue pasando el tiempo, hasta que antes del verano en uno de mis viajes una señora se acercó a felicitarme por mi embarazo. ¿Qué embarazo pensaréis? Pues eso mismo le dije yo a la señora. De verdad, si veis a una chica con barriguita, evitar la pregunta. Si está en cinta le hará mucha gracia contestaros (o no) pero si no lo está (como es mi caso) ni os cuento el mal rato (para unos y para otros). Prudencia siempre, por favor. Estoy convencida que no soy la única mujer de este mundo a la que se le infla la barriga después de comer. El problema no es ese. Mi problema en concreto, el que estamos intentando solucionar en KOA, es que estoy inflada todo el día, desde que me levanto hasta que me acuesto. Y es por la diástasis funcional de rectos. Después de dar a luz en teoría, todo debería haber vuelto a su lugar, pero esto a veces no ocurre. Si no ponemos remedio a tiempo podemos tener muchas complicaciones a medio plazo. Aquí os cuento más.
Durante el embarazo, nuestro bebé va creciendo dentro del útero que pasa de unos 7 cm a 35 cm en 9 meses. Además de los cambios hormonales los rectos abdominales se van separando para que nuestro hijo tenga espacio. Tenemos dos rectos a derecha y a izquierda. Ambos se enganchan en la línea media del cuerpo, conocida como línea alba. También se anclan en el borde superior del pubis y en la cara anterior de los cartílagos costales. A medida que avanza el embarazo se produce también un estiramiento del músculo transverso del abdomen.
Los rectos abdominales mantienen nuestro cuerpo erguido, permiten la flexión de tronco, limitan la inspiración y facilitan la espiración. Imaginad si son importantes. Después de dar a luz, en ocasiones, el transverso profundo queda flojo y los rectos no vuelven a su sitio. Con el tiempo podemos llegar a tener una herniación de las vísceras abdominales, dolores la espalda, problemas digestivos como gases, estreñimiento, digestiones pesadas e incluso nuestro suelo pélvico se puede deteriorar mucho, ya que la pared abdominal no es capaz de amortiguar los esfuerzos. Todo esto es la llamada diástasis de rectos. Y es más común de lo que pensamos. En algunos casos, los rectos abdominales sólo se separaran con una distensión del tejido fibroso (Diástasis funcional) pero en otros casos hay una rotura del tejido (Diástasis anatómica). Después de un examen médico, mi diástasis es funcional, así que puedo recuperarme haciendo un ejercicio adecuado. Ni se os ocurra poneros a hacerlo vosotras (por ejemplo abdominales) sin la ayuda de un experto porque la diástasis puede aumentar aún más.
Así que me he puesto en manos de Fito porque confío en él y en su profesionalidad. He empezado a ir a KOA su centro de entrenamiento al volver de las vacaciones ¿Qué diferencia a este centro de todos los que conozco? Su equipo y su metodología. No se trata solo de tener un entrenador personal, yo tengo tres profesionales diferentes una hora durante tres días a la semana: tengo una fisioterapeuta maravillosa experta en maternidad y suelo pélvico, tengo un preparador físico coordinado con la fisioterapeuta y tengo una nutricionista que ayuda en mis alimentación y hábitos de vida. Debo decir, que previamente, antes de empezar tuve también un médico de medicina deportiva maravilloso, el Dr. Ignacio Muro que valoró mi caso. El Dr. Muro es médico del Club Joventut de Badalona en la liga ACB de baloncesto, también fue médico del equipo Seat Sport en el mundial WTCC y es especialista en Control del Entrenamiento y en Recuperación Funcional de lesiones en el Centro Médico Teknon Barcelona. Me hizo durante un día todas las pruebas necesarias antes de iniciar mi entrenamiento personalizado en KOA. Y no solo se trató de un cuestionario de salud y un electrocardiograma, sino de un análisis antropométrico, una prueba de esfuerzo submáxima, una valoración de mis alineaciones posturales, entre muchas cosas más que ahora tiene y conoce todo mi equipo de KOA para trabajar al unísono. El entrenamiento está adaptado a mi y solo a mi, porque cada persona y cada cuerpo es diferente. En otros centros quizás se adapten a vuestras necesidades, horarios y vida estresada, pero la diferencia aquí es la medicina deportiva, la nutrición y los especialistas en mi ámbito: diástasis y suelo pélvico por maternidad. Estos no están en todas partes. Además, de trabajar cada mañana en un lugar relajante, íntimo y de confianza.
Yo no sé vosotras pero cada vez que me apuntaba a un gimnasio dejaba de ir porque al llegar o me metía en una clase dirigida (horror) o me iba a la sala de máquinas. Además, de no saber qué máquina era la más adecuada para mi, al ver el tipo de público que allí entrenaba no me sentía ni a gusto ni identificada. Tuve un entrenador personal durante un año tras mi primera maternidad en uno de estos gimnasios, pero solo me ponía una tabla de ejercicios semanales. Ni se preocupaba de mis problemas, de mi alimentación, de mis hábitos de vida, de mis horarios, de mis viajes, de mi estrés, de mis necesidades, ni era expertos en postparto. Yo era un número más. En KOA marcan objetivos y hacen que sean realidad. Os voy a ir contando cómo me va este proceso de cambio en mi vida y os prometo enseñar el resultado final.
Antes de acabar, si alguna de vosotras tras ser mamás (aunque hayan pasado años) tiene dolores de espalda, problemas digestivos, gases y cree que sus digestiones son pesadas porque se le hincha la barriga, os animo a comprobar cómo están vuestros rectos abdominales. Tumbaros boca arriba sobre una colchoneta o superficie estable con las piernas dobladas, apoyad los pies en el suelo. Poned las yemas de vuestros dedos en el centro del abdomen relajado (en la línea alba), por encima del ombligo y luego por debajo de él. Coged aire y al espirarlo por la boca levantad ligeramente la cabeza y hombros despegándolos del suelo. Si se hunden vuestros dedos hacia abajo o aumenta la separación entre el recto derecho el izquierdo, sería importante que acudierais a un experto en diástasis para que os valorara.
Embarazadas, Emprendedores, SaludPeriodista multidisciplinar de vocación y corazón. Más de 17 años en activo en medios de comunicación. Especializada en social media y contenidos desde 2005. Bloguera y emprendedora. Mamá de dos. La mejor profesión.