Revista Conciertos

Koopman a mayor gloria de Bach

Publicado el 12 abril 2014 por Pablosiana @pablosiana
Koopman a mayor gloria de BachJueves 10 de abril, 20:00 horas. Conciertos del AuditorioAmsterdam Baroque Orchestra & Choir, Coro de niños de la Fundación Príncipe de Asturias (directora: Natalia Ruisánchez), Tilman Lichdi (tenor), Falko Hönisch (barítono), Hana Blazikova (soprano), Maarten Engeltjes (contratenor), Jörg Dürmüller (tenor), Klaus Mertens (bajo), Ton Koopman (director). J. S Bach: La Pasión según San Mateo, BWV 244.Koopman a mayor gloria de BachComo bien dice mi admirado musicógrafo Luis Suñén en sus notas al programa (con todo el texto y traducción que seguimos cual misal durante casi tres horas) recordando al gran Padre Sopeña "una vez al año deberíamos someternos (...) a "una cura de Bach", es decir a una inmersión en su música para purificar nuestra condición de aficionados y, por qué no, también de seres humanos". En Oviedo, que es como la Viena española en lo que a oferta y calidad musical se refiere, esta Cuaresma nos ha purificado con las dos pasiones sin olvidarnos del Elías que Mendelssohn compusiese inspirado en un Bach que él redescubrió precisamente con La Obra por excelencia, la misma que nos faltan calificativos por su grandeza dentro de la engañosa sencillez, purificación de melómanos y hasta de agnósticos convencidos, gracias a "Meine Gott Bach".
Tener a Ton Koopman en el auditorio ovetense al frente de "su formación" nada menos que con "La San Mateo" era corroborar las versiones más que musicológicas, históricas por recrear en lo posible cómo fueron concebidas, precisamente unos días después de "La San Juan" con su alumno Aarón Zapico igualmente con una formación propia en la línea del holandés pero cambiando Amsterdam por Oviedo. Y contar para los corales de la primera parte con voces de casa, como es el coro que dirige Natalia Ruisánchez, una reválida pasada con sobresaliente. Mis primeras felicitaciones para unas voces blancas brillantes y seguras en el O Lamm Gottes unschuldig..., inocentes y sacrificados por un trabajo que tiene recompensa, más el nº 35 O Mensch..., afinación y empaste de auténticos profesionales.
Koopman a mayor gloria de BachDe los solistas luces y sombras sin desmerecer ninguna, destacando el alto Engeltjes capaz de emocionar desde un color de voz bellísimo y bien proyectado en el nº 10 Buss' und Reu' pero especialmente en Erbarme dich, mein Gott (nº 47), bien el evangelista Lichdi, piedra angular de la Pasión, y el bajo Mertens aunque casi todos tienen un registro grave algo discreto. Personalmente un ligero escalón abajo la soprano checa y dos el tenor suizo. Del Jesús Hönisch, "crucificado antes de tiempo" tras el descanso al estar desaparecido como si tomase al pie de la letra el aria de alto que abría la segunda parte: "Ah! mi buen Jesús ya no está aquí! ¿Es posible?" (Ach, nun ist mein Jesus hin! Ist es möglich, kann ich schauen?) pienso que necesitaba más presencia vocal, afinación exigente y mayor implicación emocional para un rol que así lo pide.
Koopman a mayor gloria de BachDecepcionante el bajo corista Tobias Hagge en sus intervenciones solistas como Pilatus, destemplado y fuera de sitio. En cambio el coro excelente, casi camerístico con 28 voces, a menudo dos de 14 por la propia obra, eficiente y efectivo pero no efectista (esperaba expectante el Barrabam que no me convenció), color uniforme, disciplina para con las exigencias de la partitura, diferenciando coros y corales que desde la dirección también se marcan.
Koopman a mayor gloria de BachLa doble orquesta de Koopman resultó todo un catálogo de solistas que lograron unas sonoridades perfectas para la magna obra bachiana, flautas casi de jazz que me comentaba alguna de mis amistades a la salida, oboes impecables, el fagot en su sitio difícil incluso cuando es continuo, eje instrumental con el órgano del Maestro alternando con su señora Tini Mathot, y una cuerda aterciopelada con dos concertinos (Catherine Manson y Matthew Truscott) brillantes en las intervenciones a dúo con las voces solistas.
Koopman a mayor gloria de BachFinalmente comentar lo maravilloso que resulta ver dirigir a Ton Koopman, disfrutando y contagiando su alegría desde el dominio de esta Pasión con pasión y sin compasión, siempre apasionante. El grandioso coral final "Llorando nos postramos ante tu sepulcro" (Wir setzen uns mit Tränen nieder) fue llevado con un tempo donde más que tristeza rezumó convencimiento, leyendo globalmente esta auténtica representación luterana desde la perfecta conjunción texto-música que El Kantor alcanza en ambas pasiones. Purificación de Sopeña y Suñén desde las pasion musicales con Koopman de profeta a mayor gloria de Bach.

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