Kraftwerk - expo 2000

El año 2000 fue la vuelta del grupo alemán con material nuevo.  Una vuelta que ya casi nadie esperaba, ni los más optimistar, pues desde el 86 que editaron Electric Café (un gran álbum que gana con los años) no habían editado nuevo.
Sí, sé que algunos me direis que en el 91 editaron The Mix, y es cierto, pero no hay temas nuevos, si que algunos están bastante remozados, actualizados e incluso parece que pasaron por el instituto que frecuenta Carmen Lomana, pero no dejó de ser una digitalización del sonido del grupo. (De hecho, digitalizaron totalmente su famoso estudio Kling Klang).
Pero seguimos. Alemania iba a organizar la Expo de 2000, y claro,( los alemanes son listos y por eso son una gran potencia económica y de bienestar social) ¿A quien mejor que a Kraftwerk para encargarles la música para tal evento?
No podría decirlo exactamente, pero recuerdo que oí la cantidad que les pagaron por este tema y me pareció una barbaridad.
Para este disco volvían a estar sólos Ralf and Florian, pues Bartos y Flur había salido de la banda hastiados de  la falta de actividad del grupo.
Como sustitutos  de los dos percusionistas estaban Fritz Hilpert y Henning Schmitz.
Y ahora viene la pregunta del millón. ¿Valió la pena su material nuevo?
Y claro, ahora toca mojarse. Y mi opinión es que sí, sinceramente.
Yo tenía claro que no nos iban a ofrecer nada nuevo, en el sentido de que ya no podían ofrecer nada innovador, ya no podían ir por delante de los demás, de los hijos y ya también nietos, que hacían música y que aprendieran de sus enseñanzas.
Por otro lado,  ¿Se le puede exigir moralmente algo a estos mitos vivientes de la historia de la electrónica que durante 30 años estuvieron por delante de todos? Pues hombre, yo creo que no.
Recalco  lo de moralmente de nuevo, porque después siempre habrá el debate de si pudieron empañar su propia historia o no.
Y es un tema que no está  nada mal, no señor. Personalmente creo que quedaron mermados en cuanto a la "parte Pop eléctrónico! que Bartos aportó durante su etapa histórica, pero la parte mecánica y sintética sigue intocable.
Su "menos es más" sigue vigente, con aparentemente pocos sonidos y un ritmo desacelerado consiguen un sonido envolvente y hasta casi bailable, pero lo que consiguen complemente es que el tema suene actual, nunca desfasado o fuera de época.
Y dentro de este maxi encontramos las versiones más bailables que nos devuelve a unos Kraftwerk que demuestran que estaban atentos, encerrados en su estudio investigando sí,  pero que salían y se daban cuenta de en que estado se encontraba la electrónica más actual por aquel entonces.
No es su mejor trabajo, en eso creo que vamos a coincidir, pero algo que nunca se le podrá achacar a los alemanes es que han tenido un error bochornoso a lo largo de su carrera. Eso nunca.
¡Tajante soy!
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