Portada del nº 14 de L'Atalante
En julio del año pasado escribí un texto que titulé «Agrupémonos todos» en el que mencionaba a muchas personas que están trabajando sobre las relaciones entre arquitectura y cine. Estoy seguro que me olvidado de muchos otros investigadores que también tienen mucho que decir sobre este tema, incluso si no están especializados en él, por ejemplo, en Caimán Cuadernos de Cine han aparecido dos artículos interesantísimos escritos por Santos Zunzunegui y otro de Adrian Martin que a mí me han abierto nuevos caminos en mis investigaciones, por eso, me gustaría conocer qué pueden aportar a estas relaciones otros críticos y la gente joven que está empezando a investigar ahora con nuevas perspectivas. La revista L'Atalante, que en todos sus números tiene una sección monográfica -el próximo estará dedicado al cómic y el cine-, prepara uno dedicado al cine y la arquitectura, será el 17 y su título provisional es «La arquitectura efímera en el cine. El decorado arquitectónico y la creación del espacio cinematográfico». Sé que ya están recibiendo artículos y aceptan propuestas hasta el 28 de febrero. La revista está muy bien, tiene artículos y colaboradores estupendos, y además está «indexada» por lo que, como bien saben los investigadores y doctorandos -mucho mejor que yo, porque ya no me aclaro con estos temas burocráticos-, hoy en día es obligatorio y fundamental publicar en este tipo de revistas. Hasta que se celebren unas jornadas, congreso o como se llame, en el que nos encontremos todos, la ocasión que nos brindan los promotores de L'Atalante es importante para saber cuál es el estado actual de nuestras investigaciones y también para aprender de los demás, debo confesar que a mí me ilusiona tener ese futuro número en mis manos, porque espero mucho de sus artículos. Transcribo el texto que han escrito en el «Call for papers» para explicar cuál será su contenido: «La escenografía es fundamental en la construcción del espacio cinematográfico: arquitectura, en ocasiones fragmentada y deformada, que conforma una idea del espacio donde se desarrolla la narración fílmica que solo existirá en la mente del espectador. Desde que la escenografía cinematográfica se desvincula definitivamente del teatro con la película Cabiria (Giovanni Pastrone, 1914), hasta que la tecnología hace acto de presencia convirtiendo esas arquitecturas efímeras, en imágenes irreales que sólo existen en la pantalla mientras las visualicemos. Analizaremos estos dos elementos: el decorado arquitectónico y el espacio cinematográfico, a lo largo de la historia del cine, desde los decorados grandiosos de Cabiria y su respuesta hollywoodiense con Intolerancia (Intolerance, 1916), de D.W.Griffith, pasando por la ausencia de arquitectura corpórea en películas como Dogville (Lars von Trier, 2003), hasta llegar a los decorados fingidos y virtuales de Matrix (The Matrix, 1999), de los hermanos Wachowski».