Barcelona reivindica un poco más cada año la fiesta de Corpus, que tiene su máximo reclamo en el hipnótico Ou com balla, una tradición que mantiene intacta al menos desde 1637. Pese a que la capital catalana es el único lugar del mundo donde se celebra actualmente este ritual, todavía es una fiesta poco conocida fuera de la ciudad y en especial fuera de Catalunya. La edición de este año llega con un programa de actividades ampliado, que durante cuatro días ofrecerá un nutrido pasacalles, dos alfombras de flores y puertas abiertas en palacios, museos e instituciones públicas.
La celebración empieza el jueves 4 de junio, el día de Corpus Christi. Este día abren al público 14 claustros, patios y jardines que representan el Ou com balla, abiertos en su mayoría hasta las 20h, con acceso libre y profusamente decorados con flores y frutas de temporada. Para algunos estudiosos, se trata de una alegoría pagana de la fertilidad y la primavera, mientras que para otros hace referencia a la Eucaristía cristiana y al cáliz de misa. Otras teorías, más pragmáticas, atribuyen esta ingeniosa tradición a un entretenimiento de los nobles barceloneses mientras esperaban la llegada de la procesión de Corpus, que está documentada en la ciudad desde 1320. Sea como fuere, esta curiosa ilusión visual ha perdurado hasta nuestros días y es la excusa perfecta para adentrarse en edificios históricos y espacios privados que normalmente no admiten público.
El porqué de las Ocas en el claustro:La presencia y el número de las ocas se atribuye a dos leyendas. La primera nos cuenta que, cuando comenzó la construcción de la catedral, el guardián de las obras vivía acompañado de unas ocas. Un día, unos ladrones irrumpieron en las obras, y las ocas comenzaron a graznar, evitando el robo. Desde entonces se ganaron el honor de poder estar de manera permanente en este lugar. La cantidad de animales, 13, se debe a la leyenda de Santa Eulalia, quien reposa en la cripta de la Catedral. Durante la época romana, la pequeña Eulalia fue condenada por negarse a renunciar a la fe cristiana, y se le aplicaron 13 martirios, tantos como años tenía.
El porqué de su existencia no es más que un homenaje a unas antecesoras suyas que pertenecían a un guardián que vigilaba las obras de la catedral al inicio de su construcción. Ante la visita de unos “amigos de lo ajeno”, que querían quedarse con herramientas y dinero destinado a las obras, empezaron a graznar de manera desesperada, consiguiendo dar la “voz de alarma” y evitando el robo. Desde entonces se ganaron el honor de poder estar de manera permanente en este lugar.
El escenario más emblemático es la Catedral coorganizadora histórica de la fiesta, que estos días permite admirar gratis el curioso claustro de las 13 ocas, donde está situada la fuente sobre la que bailará un huevo vacío. El claustro dela Casa de l'Ardiaca y el jardín romántico del Ateneu Barcelonès completan el podio de espacios más visitados. La incorporación de este año es el Museu Marítim, que el jueves de 10 a 18h decorará el surtidor y el jardín gracias a un grupo de mujeres del barrio, que pintarán el huevo y confeccionarán una alfombra floral. Otra cita imprescindible y fugaz es Santa Anna, una de las iglesias menos conocidas de Ciutat Vella, ubicada en la calle homónima y cerca de la Rambla. El resto, también atractivos pero abiertos más días, son la Reial Acadèmia de Bones Lletres, el Museu Frederic Marès, la Casa de l'Ardiaca, el Monestir de Pedralbes, el Palau del Lloctinent, la Basílica de la Puríssima Concepció, las Escolàpies de Llúria, Sant Jeroni de Montbau, el Taller Escola Sant Camil de Horta-Guinardó y Capitanía General.
http://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20150603/54431581011/barcelona-corpus-ou-com-balla-2015.html
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