Revista Deportes
Ganar algo en la vida es sumamente complicado y si hablamos del deporte, no hay victoria ni triunfo que se obtenga sin sacrificio, dedicación y dejando atrás multitud de obstáculos......y en el fútbol, ¡ay! el juego del fútbol, tan glorioso, tan dañino, tan caprichoso....pero qué sabio haciendo aflorar nuevamente que quien sea capaz de leer sus leyes maestras e intrínsecas siempre queda más cerca de la gloria.Seguramente hay multitud de caminos para llegar a la victoria, doctrinas que te acercan a la misma, formas de entrenamiento para obtener el tan anhelado rendimiento de un equipo de jugadores, entrenadores con procedimientos dispares en cuanto al manejo de las plantillas.....siempre, y me reafirmo en esta afirmación, en el fútbol triunfará quien mejor sepa gestionar sus momentos dentro que, inequívocamente, es un juego de aciertos y errores.Siendo así, si cabe, toma mucho más valor la consecución de su 3ª Europa League, nuestra UEFA de toda la vida, por parte del Sevilla F.C.Partió en esta competición en el mes de agosto, habiendo quedado 9º en la liga pasada, habiendo tenido que pasar el trámite administrativo del TAS y remodelado una plantilla con un buen número de jugadores. Ahora, 10 meses más tarde, se ha proclamado campeón en Turín engordando, por derecho propio, su palmarés en esta competición europea.Seguramente los que entienden un poco menos este juego o, llamémosles menos analistas, se escudarán en una concatenación de momentos de azar (levantar un resultado de 2-0 contra el Betis y ganar en los penaltis, marcar en el último segundo de la prórroga en la semifinal de Valencia o, como en esta Final, volver a ganar en los penaltis) aunque para la gente del fútbol, que solemos analizar el juego fuera de todo forofismo, superficialidad o rivalidad, todo tiene una lógica explicación, y ésta es: El Sevilla F.C. ha sabido conjurarse y prepararse para remontar un marcador muy adverso y en campo rival como fue el enfrentamiento ante el Betis. En la tanda de penaltis, todos sus lanzadores ejecutaron perfectamente el golpeo desde los 11 metros. Ante el Valencia, desbordados en el segundo partido, en el juego y el marcador, supo no darse por vencido y buscar alguna ínfima razón para llegar a la portería rival, consiguiéndolo justo al final y......En esta final, he visto a un Sevilla majestuoso en la interpretación defensiva (la pareja de centrales, Fazzio y Pareja estuvieron fabulosos en la interceptación y un Alberto Moreno distraido en balances defensivos propiciando el exceso de esfuerzo en forma de ayudas de sus compañeros); buenísimos sus movimientos basculativos, estupenda su ubicación sobre el campo, mientras en ataque me ha parecido poco fluído apelando a insuficientes arreones de Reyes (si este jugador se afanara en vencer su intermitencia, hablaríamos de un extraordinario jugador) o Rakitic y un desaprovechado y solitario Bacca.El Benfica me pareció un equipo inconsistente. Trató de imprimir un ritmo de juego constante; defensivamente también estuvieron muy acertados pero en ataque desaprovecharon multitud de ocasiones merced a una extraña parsimonia dentro del área que propició que fallaran ocasiones cantadas.La prórroga fue un canto a la épica por parte de los dos equipos y los penaltis, la buena gestión del momento y el acierto golpeador (y de Beto, y digo yo, también de Emery, ¿no?, seguro hoy no sabrán dónde meterse los que lo sentenciaron cuando perdió contra el Betis o se preparaban para sacrificarlo cuando el Valencia remontaba. Ojo, no es santo de mi devoción tanta indicación ni aspaviento insulso en su dirigir pero, es su forma, le respeto. Incuestionable es su dedicación y su trayectoria) hicieron el resto.Conclusión: en una larga competición como ésta, el Sevilla F.C. ha obtenido más aciertos que sus rivales y en los momentos donde había de hacerlos. Resultado: Campeón. Enhorabuena, a disfrutar y que no se olvide, como lo somos en las motos, en el tenis, baloncesto, en no sé cuantas modalidades deportivas más y ahora en el fútbol, indiscutiblemente, en deporte somos los absolutos dominadores en Europa.