Revista Insólito

La Abadía de Lebanza (II)

Publicado el 13 febrero 2012 por Monpalentina @FFroi
La Abadía de Lebanza (II)
Tiempo de reflexión. Tiempo de estudio.
Somos herederos de una tierra
con una historia sorprendente

Froilán de Lózar

Carta de fundación


Nos encontramos ante la carta de fundación y dotación en el año 932 del monasterio de Santa María de Lebanza por el conde Alfonso Díaz, que se dice hijo de Diego Muñoz, y de su mujer, Justa [118]. Es una constante en la Edad Media la fundación por parte de la gran nobleza astur-leonesa, en este caso un miembro de la familia Beni-Gómez, señores de Carrión, Saldaña y Liébana, de centros monásticos enclavados en sus dominios y sobre los que ejercían una permanente tutela. La importancia de este documento radica, además de su rareza y antigüedad, en el elevado número de villas pobladas que los condes entregan al abad Gonzalo, y que se emplazan en su mayoría en la Montaña Palentina y Liébana [119]. Aunque de contenido esencialmente auténtico, los investigadores aclaran que el documento original fue interpolado en el siglo XII, cuando se hace esta copia que conservamos, para adecuar topónimos e instituciones a su tiempo [120]      A dicho año, el 932, se remonta la fundación de Lebanza (Nebantia), que según una carta documentada pertenece entonces a Cervera [121]. Idéntica denominación se le da en otro documento de Santo Toribio de Liébana, del año 941: “dono ad Sancta María Nebantia” [122]. Para los investigadores, Lebanza proviene del latín “levare” y se hace difícil reconocer que los nombres de Labancia y Lebancia, usados desde el siglo XII, sean una corrupción de su nombre primitivo. El investigador palentino Roberto Gordaliza lo relaciona con el arroyo lebaniego de “Nevandi” (Espinama), pues explica que Nevandi y Nebantia son palabras ibéricas compuestas [123]
Labanza > Lebanza.

Lo cierto es que en el solar que hoy ocupa la actual Abadía existió una ermita mozárabe del siglo X, fundada por los condes lebaniegos Alfonso y Justa en el año 932. En el cartulario del monasterio de Santo Toribio se conservan dos documentos fechados en el año 925. Uno de ellos es considerado apócrifo, pero en otro se recoge la historia de cómo los condes de Liébana Alfonso y Justa hacen un donativo a la iglesia de Santa María de Lebeña.
A los fundadores de la Abadía se les atribuye la construcción de una ermita en Lebeña con el objeto de dar cobijo a los restos de Santo Toribio.
Lo mismo que ocurre en San Salvador con la leyenda de la muda  –lo veremos en el apartado de este pueblo-  en ésta se explica, cómo, al realizar el traslado de los restos, ambos condes pierden la vista, motivo por el cual se decidió devolver las reliquias al monasterio y estos recuperan la visión y aquel hecho les mueve a donar todas sus propiedades. Otra versión cuenta que es el conde Alfonso y los cincuenta hombres de su ejército los que pierden la vista al intentar llevar las reliquias del Santo por la fuerza. Como parece lógico, ninguna de las dos versiones tiene calado histórico.
     A Martín Mínguez, cronista de Palencia, se le cita como descubridor de un documento inédito, donde consta que el fundador de la iglesia de Santa María de Lebeña, estudiada por Lampérez, lo fue también de la de Lebanza. El conde Alfonso y la condesa Justina, levantaron pues a principios del siglo X, simultáneamente, dos iglesias de planta distinta: Lebeña, de tres naves, y Lebanza, de cruz. Otro documento importante es la dotación de Lebanza, donde Alfonso y Justa, con sus hijos y parientes, donan al abad Gundisalvo y a los demás frailes la iglesia con sus términos, así como todos los pueblos y heredades que disfrutan [124]      Según otras versiones este monasterio fue fundado en acción de gracias por la victoria de los cristianos de Asturias sobre un ejército moro, capitaneado por un tal Mugahit, aproximadamente en el año 794. La batalla tuvo lugar en los campos de San Salvador [125] que por este motivo pasó a llamarse San Salvador de Mugahit o Muga. ___________________________
[118] Documento. Carta de Fundación y dotación. 25 de agosto de 932. Pergamino. Pregótica documental. 327x546 mm. Copia del siglo XII ex. Archivo de la Catedral de Palencia. [119] Ruesga Herreros, Laurentino, “El Conde Alfonso era hijo de Ordoño el Ciego; éste era pariente de Ramiro II pero rebelde a su causa sucesoria. La Condesa era hija de D.Diego Múñoz, primer conde de Saldaña. En un documento perteneciente al Cartulario de esa Abadía se confirman sus términos y hacen donación a la misma de muchas posesiones –iglesias y tierras– en muy diversos lugares que van desde Saldaña a Panes.” [120] Véase la edición de J.Montenegro Valentín, “Colección diplomática de Liébana (Santander, 1989), pp. 165 y 508-510 [121] Pérez de Urbel, Condado, p.1106 [122] Cartulario, Ed.Sánchez Belda, n. 46 Este editor duda de que Nebancia equivalga a Lebanza. Otra cosa será Santa María de Lubancia, mencionada en otro diploma de Santo Toribio. [123] Roberto Gordaliza, Toponimia palentina. Nebantia es Naba-anka “campera pequeña”. La evolución fue Nabanka > Nabanza [124] Navarro García, Rafael, "Catálogo monumental de la provincia de Palencia, pág.189, 1939 [125] Según otros documentos, San Salvador de Campo de Muga se repobló el  (29 de Agosto de 1186). Allí murieron 60.000 árabes y el propio capitán infiel. Otras fuentes señalan que reinando en Asturias Alfonso VIII el Casto, en el siglo XII, donó La Pernía, San Salvador y Lebanza, junto con sus ermitas e iglesias, al Obispado de Palencia [126]. En el siglo X, hacia el 950, Guestilde da a Lebanza propiedades, efectos y ajuares. Según consta en el Becerro, este mismo siglo la Abadía vende haciendas y tierras.
La Abadía de Lebanza (II) "Cervera, Polentinos, Pernía y Castillería".  Editorial Aruz, 2ª Edic, Julio 2009 Un exhaustivo estudio de la historia, las tradiciones, los personajes, las leyendas y las anécdotas de los pueblos que se encuentran entre Cervera de Pisuerga y el Puerto de Piedrasluengas. El libro recoge el trabajo de investigación realizado en los últimos 30 años por el autor perniano Froilán de Lózar.
Gremio de Editores de Castilla y León, Octubre de 2011
Próximo capítulo: La reconstrucción del monasterio

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