Las mujeres que han sufrido mutilación genital femenina tienen una calidad de la vida sexual significativamente inferior, según halló un nuevo estudio.
La mutilación genital femenina se define como cualquier procedimiento que implica la eliminación parcial o total de los genitales externos de la mujer sin razones médicas.
El estudio analizó el impacto de la mutilación en la calidad de la vida sexual de las mujeres que se han sometido a este procedimiento y la comparó con la de un grupo similar de mujeres que no han sufrido de esta práctica.
Setenta y tres mujeres que habían sufrido la mutilación fueron comparadas con 37 mujeres de un fondo cultural similar. Los criterios de inclusión en el estudio incluyeron: mujeres de 16 años o más, mujeres que habían sufrido mutilación, y mujeres que fueran de un contexto cultural donde se practica con frecuencia la mutilación, pero no hubieran sido sometidas a la misma.
Según los investigadores, la mutilación genital es una práctica siempre traumática y no tiene beneficios conocidos para la salud, y las complicaciones varían desde una hemorragia e infección hasta la muerte. A pesar de que complicaciones físicas han sido reportadas previamente, los efectos sobre la función y satisfacción sexual suelen ser mal comprendidos.
Como resultado de las altas tasas de migración de mujeres de países donde se considera común esta práctica, a áreas donde no es así, es importante para todos los profesionales multidisciplinarios tener una comprensión del impacto de esta práctica en las mujeres a las que les proporcionan cuidado.
El efecto de una calidad de vida sexual reducida o pobre es probable que tenga un efecto sobre el bienestar general de la mujer.
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