Revista Cultura y Ocio

La achicoria de los días

Publicado el 22 junio 2011 por Chufflo
La achicoria de los días
Intentado dejar el café esta semana. Bueno, ni siquiera dejarlo, sólo reducir la dosis. Imposible. Bueno, ni siquiera imposible: es que no me da la gana. Eso es. De arriba abajo y viceversa y una vez en la antípoda vuelta al salto a tumba abierta contra qué sé yo. Sin paradas para mear. Así siempre. Así todo el rato. El asco.
De todos modos creo que se me ha escacharrado la cafetera. Hace tiempo que ya sólo sale la mitad. ¿Puede escacharrarse un artefacto que son tres piezas de hierro y otra de goma? Al parecer sí. He ido probando cosas, no crean, combinaciones: mucha agua, menos agua, mucho café, menos café, otro café... Pero no hay forma, sigue saliendo sólo la mitad. Es un fenómeno curioso. A lo mejor soy yo, que ya no sé ponerla. Sí, lo sé: sólo hay que añadir agua y café y cerrar y al fuego. Muy sencillo todo. Pero quién sabe, a lo mejor tengo yo la culpa. Que ya no la pongo como es debido. Seré yo el que me he escacharrado. Seguramente.
Ahora viene cuando alguno de ustedes me dice que es cosa del filtro. Que lo limpie, que lo cambie, que me compre otra cafetera. Y muy probablemente tendrán razón, pero por favor no lo hagan. Si lo hacen me joden el chiste.
Leo también Hammerstein o el tesón, de Enzensberger, que es, en palabras del propio autor, "una historia muy larga, y muy alemana". No es para menos. También es una manera de decir que no todo hijo de la Alemania del Weimar fue un terrible y un inefable. Que hubo de todo, copón... Entre los vencedores de la época también hubo una buena piara de malnacidos sin escrúpulos pero aquí todo el mundo se calla la bocarra. Lo más divertido del libro son los diálogos apócrifos. Te echas unas risas. Es importante no perder el sentido del humor. Si se te escacharra el sentido del humor estás rejodido. Es entonces cuando empiezan a rebelársete las cafeteras de hierro colado y lanzas al ciberespacio basura como ésta. Supongo que es también a partir de ahí que el regusto a achicoria empieza a ganarte el paladar.
Y si es que hay que acabar, mejor acabar con una comparación más estúpida que odiosa: en efecto Boris Vian ponía mejores títulos pero yo soy mejor sacando de donde no hay...
La achicoria de los días

Volver a la Portada de Logo Paperblog