Que la actitud personal ante las circunstancias que nos suceden determina en gran parte el resultado final y nuestra satisfacción es una idea que cada día tiene más respaldo científico. Está comprobado que nuestra actitud al inicio de cualquier situación influirá de forma decisiva en su desarrollo y final.
Ante la llegada de las fiesta navideñas, las personas tenemos distintas actitudes. Hay quienes la acogen de buena gana, disfrutando de las compras, de la compañía de los seres queridos, del ambiente. Y también hay quienes se quejan de todo el gasto que supone, tanto de dinero como de tiempo.
La Navidad debe ser tomada como otra fiesta más del año y aprender a sacar de ella todo lo bueno que nos pueda aportar. La actitud a tomar no se diferencia de cualquier otro día del año y las pautas a seguir son tan sencillas como éstas:
- Céntrate en cada día, disfruta de cada hora. Piensa sólo en los días venideros para planificar (ropa que ponerme, que comida comprar, etc..) y vuelve enseguida al día presente.
- Si falta algún ser querido, recuérdalo con buenos pensamientos y no permitas que la tristeza se aloje en tu interior. Piensa en todo lo bueno que te ha dejado y vuelve a centrarte en este día.
- Si te inquietan en exceso estás fiestas o te crean más ansiedad de la debida, debes cuidarte más de lo normal. Especialmente controla los pensamientos que llegan a tu mente, ellos son los responsables de la mayoría de tu malestar.
- Si tienes que cumplir con compromisos familiares, limítate a pasártelo bien y no entres en conflictos. Al fin y al cabo la navidad no deja de ser un día como otro cualquiera y quizás le demos demasiada importancia.
- Lo más importante es que tu estés bien y tranquilo contigo mismo. Deja que los demás hagan y actúen como quieran y así tienes la libertad de vivir tu vida y cuidar de ti.
Para finalizar, os dejo una frase que me gusta especialmente. Esta Navidad buscaré la calma, así que aceptaré todo lo bueno y lo malo para poder reconciliarme con la Vida.
Feliz Navidad!!