El conjunto de reacciones provocadas en los óvulos en respuesta a la fecundación se llama activación. Esta reacción tiene una importancia esencial para el inicio del desarrollo embrionario. En caso de una fecundación natural, la activación del óvulo fecundado es iniciada por el contacto del espermatozoide fecundante con la membrana citoplasmática del óvulo. Cuando la fecundación se realiza mediante inyección intracitoplasmática de los espermatozoides en los óvulos (ICSI), este mecanismo se salta. Sin embargo, se produce otro mecanismo activador del óvulo: la liberación, desde el espermatozoide inyectado, de un factor soluble que puede asumir el papel del activador por sí mismo.
La ICSI es una herramienta eficaz para tratar la infertilidad del origen masculino o mixto. Sin embargo, un 5% de los intentos de ICSI falla, debido a un problema de activación del óvulo. Este problema puede estar relacionado con una deficiencia del factor soluble, responsable de la activación del óvulo, o por la falta de respuesta del óvulo al dicho factor. Consecuentemente, salvo algunas condiciones patológicas bien definidas, asociada con el fallo del activador del óvulo proveniente del espermatozoide, no es posible distinguir si el fallo de la activación del óvulo después de la ICSI tiene su origen en un problema del espermatozoide o del óvulo.
En aquellos casos, la activación asistida de los óvulos, una técnica promovida por el científico granadino y director de la Clínica MARGen de Granada, el doctor Jan Tesarik, puede resolver el problema. Un artículo reciente confirma la eficacia de la técnica y la propone en particular para los tratamientos de ICSI en casos de las mujeres de edad avanzada. La activación asistida de los óvulos se puede llevar a cabo mediante diferentes técnicas. Las que utilizan sustancias químicas que facilitan la entrada de calcio, el factor esencial responsable de ese evento, son las más utilizadas. Sin embargo, el equipo de la clínica MARGen prefiere la utilización de una activación mecánica que consiste en una modificación de la técnica de la ICSI promoviendo una entrada de calcio del medio de cultivo hacía el interior de los óvulos, sin recurso a sustancias ajenas. Esta técnica ha mostrado la misma eficacia que las que utilizan sustancias químicas.
La activación asistida de los óvulos aumenta la calidad de los embriones en mujeres de edad avanzada, especialmente en las de más de 40 años de edad. Según el doctor Tesarik, "es una herramienta muy útil para aumentar la probabilidad de embarazo en las mujeres de más de 40 años". Por su parte, la codirectora de la clínica MARGen, la doctora Raquel Mendoza-Tesarik, señala que "El efecto de la activación asistida ya se nota en los primeros días después de la ICSI, mostrando más cigotos y embriones de una morfología adecuada".