Este es un mecanismo de preatención que tiene el cerebro para reprimir el reflejo de sobresalto y desconectar los sonidos irrelevantes para que pueda ocuparse de la tarea que tiene delante y ademas previene la sobrecarga cognitiva. La activación sensoriomotora se encuentra comúnmente afectada en personas con esquizofrenia y otras afecciones neurológicas y psiquiátricas, incluido el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).Para evaluar la compuerta sensoriomotora, los neurocientíficos miden la inhibición previa al pulso (PPI) del reflejo de sobresalto acústico. La PPI ocurre cuando se presenta un estímulo débil antes de un estímulo de sobresalto, que inhibe la respuesta de sobresalto. La amígdala cerebral que se asocia con el miedo, contribuye a la PPI activando pequeñas neuronas inhibidoras en el tallo cerebral.
Los científicos de la Universidad de Massachusetts Amherst utilizaron la optogenética para identificar qué circuitos y qué partes del cerebro estaban involucradas en la PPI y si esta conexión entre la amígdala y el tallo cerebral era importante para la inhibición del sobresalto. Para detallar mejor esta conexión,utilizaron la electrofisiología junto con la optogenética para registrar la actividad eléctrica de neuronas individuales tomadas de secciones delgadas del cerebro, in vitro.
Este descubrimiento, publicado en la revista BMC Biology, avanza en la comprensión de los sistemas subyacentes a los PPI y en los esfuerzos para finalmente desarrollar terapias médicas para la esquizofrenia y otros trastornos al revertir los déficit pre-atentos.