– Marina Muñoz Cervera –
La OMS nos recomienda a todos que realicemos alguna actividad física para tener mejor salud.
Nuestro organismo necesita movimiento para llevar a cabo sus procesos metabólicos de una forma equilibrada. Si no nos movemos, nuestro metabolismo se enlentece y entorpece. Por tanto, siempre y cuando nuestra salud nos lo permita, debemos intentar hacer algún tipo de actividad, que nos ayude a estar mejor y a mantenernos sanos.
«La OMS considera la falta de actividad física como un factor de riesgo considerable para las enfermedades no transmisibles». Este organismo nos dice que aproximadamente el 23% de los adultos y el 81% de los adolescentes en edad escolar, en todo el mundo, no llevan a cabo suficiente actividad física. También, que las niñas y la mujeres son menos activas que los hombres.
El sedentarismo es un problema de nuestros días, muchos trabajos nos obligan a estar sentados durante horas, sin poder evitarlo. Sin embargo, solo el hecho de levantarnos y dar algunos pasos cada hora, puede ayudarnos a mantener nuestra circulación en mejor estado.
Los 10 datos sobre el ejercicio físico de la OMS.
En el mes de enero del presente año, la Organización Mundial de la Salud publicó 10 datos sobre los beneficios de la actividad física, que vamos a conocer a continuación:
1.- La actividad física reduce el riesgo de enfermedad.
El ejercicio evita el sobrepeso y la obesidad, disminuyendo el riesgo de padecimiento de las siguientes enfermedades:
– Cardiopatías coronarias.
– Accidentes cardiovasculares.
– Diabetes.
– Hipertensión.
– Algunos tipos de cáncer, como el de colon y el de mama.
– Depresión.
2.- La actividad física regular ayuda a mantener un cuerpo sano.
Nos ayuda a que nuestro organismo funcione mejor, ya que favorece el funcionamiento del sistema cardiorrespiratorio, muscular, óseo, además de contribuir a que mantengamos un peso saludable.
3.- No hay que confundir la actividad física con el deporte.
La OMS considera que la actividad física es cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, que supongan un consumo de energía. E incluye al deporte, ejercicio y otras actividades, como jugar, caminar, realizar tareas domésticas, practicar jardinería, bailar, etc.
4.- La actividad física, ya sea moderada o vigorosa, es beneficiosa.
Se podría considerar una actividad moderada la llevada a cabo caminando a paso ligero, realizando tareas del hogar o bailando. Mientras que correr, desplazarse rápidamente en bicicleta, nadar rápido o mover cargas pesadas, se entienden como actividades vigorosas.
5.- 60 minutos diarios para las personas de 5 a 17 años.
Este grupo etario debería llevar a cabo 1 hora al día de actividad vigorosa y, si es más tiempo, obtendrían beneficios de salud adicionales.
6.- 150 minutos semanales para las personas de 18 a 64 años.
La OMS recomienda para este grupo 150 minutos a la semana de actividad moderada o bien, 75 minutos de actividad vigorosa, o alguna combinación equivalente.
Si todas las actividades las realizamos en períodos de, al menos, 10 minutos, beneficiamos más a nuestra función cardiorrespiratoria.
7.- Para los mayores de 65 años.
Las recomendaciones para nuestros mayores son las mismas que para las personas de 18 a 64 años. En el caso de padecer algún tipo de limitación física, se debe mantener un ritmo de actividad, dentro de las posibilidades que permite la limitación de, al menos, tres veces a la semana para reducir el riesgo de caídas y mejorar el equilibrio.
8.- Todos los adultos sanos deben mantenerse físicamente activos.
Excepto que padezcamos alguna enfermedad, que nos impida movernos, y así nos lo haya dicho el médico, la OMS nos recomienda a todos, la práctica de alguna actividad física, incluyendo a las personas que padezcan hipertensión, diabetes o alguna discapacidad.
9.- Algo de actividad física siempre es mejor que nada.
Si somos sedentarios, deberíamos comenzar a movernos de forma gradual, en duración, frecuencia e intensidad, ya que observaremos cómo mejora nuestra salud a medida que aumenta nuestra actividad.
10.- Los entornos favorables y el apoyo de la comunidad pueden ayudar a mantenerse físicamente activos.
En este último dato, la OMS nos dice que las políticas urbanas y de medioambiente deberían garantizar lo siguiente:
– El fomento de la actividad física en las políticas laborales y en el lugar de trabajo.
– La disponibilidad, en los colegios y escuelas, de instalaciones para la practica de ejercicio para los niños y adolescentes.
– La accesibilidad general y seguridad de la movilidad a pie, en bicicleta y otras formas de transporte activo.
Y, para terminar esta entrada, comentaros que es importante que tengamos en cuenta qué tipo de actividad es la que realizamos en el momento actual, para poder incrementarla y ajustarnos a las recomendaciones actuales.
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Fuente:
Organización Mundial de la Salud (OMS). “La actividad física reduce el riesgo de contraer enfermedades: 10 datos sobre actividad física”. 1 de febrero de 2017.
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ID: 14799149 (S)
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