A medida que la crisis financiera continúa y amenaza con hundir a la economía real a niveles insospechados, queda en claro que los mercados financieros están totalmente fuera de control, y que los gobiernos han sido incapaces de contener el incendio que comenzó hace cuatro años con el estallido de la crisis subprime, y que explotó para el mundo hace tres años con la quiebra de Lehman Brothers. En este infierno imparable en el que se demuestra que la crisis está totalmente fuera de control y a su total arbitrio, el oro sigue ascendiendo y ayer escaló hasta los 1.900 dólares la onza, su nuevo precio récord (ver gráfica), aumentado un 17% en el mes, un 35% en el año, y un 55% en los últimos 12 meses.
Hasta el momento, la tormenta ha arrasado con Grecia, Irlanda y Portugal, y sacude fuertemente a Italia y España en los preámbulos de lo que será el ataque al núcleo duro de UE, que encabezan Francia y Alemania. Francia ha vivido ya un acercamiento al infierno al aparecer en la foto junto a los países más complicados de la zonaeuro, lo que acrecienta el suspenso por el futuro del euro que desde The Economist a Mohamed El-Erian, ponen cada vez más en suspenso.
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