La actualidad del marxismo

Ya esta bien de estereotipos, el que conoce algo de oídas -sea del tema que sea- normalmente no conoce nada o lo que es peor, conoce mal. ¿De verdad alguien se cree que una ideología que esta tan extendida en el espacio y en el tiempo es simplemente un gusto de jóvenes que conduce al totalitarismo y la depravación? ¿Es este un razonamiento serio? ¿O sólo son ganas de ensuciar una ideología que se presenta como un arma de primer orden contra el sistema capitalista dominante?

Es fácil argumentar que el marxismo conduce al totalitarismo, tomando como ejemplo la URSS. Ante esto se pueden decir, rápidamente, 2 cosas:

1- La URSS fue el primer intento. Por lo tanto no había una experiencia previa. Eso conllevaba inevitables quebraderos de cabeza a aquellos que la llevaron a cabo. Los burgueses tardaron más de 400 años en consolidar sus regímenes (que no siempre fueron democráticos) así que la clase trabajadora necesitará mucho más tiempo, por la complejidad del trabajo a realizar.

2- La URSS muere con la llegada de la burocracia al poder de la mano de Stalin. En ese momento se produce una reacción termidoriana que solo los más fanáticos estalinistas son capaces de negar, haciéndole los coros a la derecha capitalista que se siente muy cómoda identificando comunismo y estalinismo.(Un homenaje a Bensa)

Hablemos ahora de lo que importa.

La mayoría de la crítica que la izquierda reformista arroja contra el marxismo da por hecho que  este método de análisis fue útil en una época anterior, por lo que: ¿realmente ha cambiado tanto el mundo desde la llegada de los textos de Marx? Es evidente que Marx no explica todo lo que atañe al mundo, ni es un vidente, pero sus leyes económicas se mantienen como una mole inamovible (mientras no se acabe con el capitalismo). El argumento de que hay nuevas dinámicas económicas que permiten al capitalismo adaptarse a los tiempos se cae por su propio peso y Bernstein intentó, ya tiempo atrás, demostrar esto. Se dio con un canto en los dientes al entrar Rosa en el debate y hasta su internacional criticó su atrevimiento.

Una vez llegados a este punto -y dando por conocido lo que he expuesto rápidamente-: ¿existe la posibilidad de acusar al marxismo de no ser una eficaz herramienta de análisis?

Hago esta pregunta de manera formal a Enrique Castro y Santi Benítez.