Revista Salud y Bienestar

La adicción al tabaco es una grave enfermedad, no un hábito social

Por Fat
La adicción al tabaco es una grave enfermedad, no un hábito social
Que el tabaco es adictivo está fuera de toda duda. Se confirma en que a pesar de que 7 de cada 10 fumadores quieren dejarlo, consideran que abandonarlo es una de las tareas más difíciles a las que se pueden enfrentar a lo largo de su vida y, de hecho, las investigaciones realizadas demuestran que aquellos que lo dejan sólo en base a la fuerza de voluntad (el método más utilizado), acaban recayendo en menos de 8 días y sólo el 3% se mantienen libres de tabaco tras un año.
La causa de por la que cuesta tanto dejar de fumar es muy simple: entre las más de 3.000 sustancias tóxicas que contiene un cigarrillo destaca la nicotina, cuyo poder adictivo es tan fuerte que se asemeja e incluso supera al de otras drogas como la cocaína o la heroína. "La adicción a la nicotina es tan intensa que incluso personas que padecen enfermedades graves (cánceres, accidentes cardiovasculares, etc.) siguen fumando, aún sabiendo que les perjudica enormemente e incluso puede llevarles a la muerte", explica el doctor Fernando Espí, especialista en tabaquismo y perteneciente al Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Arrixaca de Murcia.
-La adicción a la nicotina es una enfermedad, no un hábito social
El hecho de que socialmente haya existido una gran permisividad hacia el tabaco ha provocado que habitualmente se haya subestimado el poder adictivo de la nicotina y haya hecho olvidar que se trata de una droga más y que, por tanto, su adicción es un problema médico crónico, no un simple estilo de vida. ""El tabaco no se percibe como grave adicción, a pesar de que es la droga que más mata en el mundo occidental. Esto se debe a razones como que es la única droga que no altera la conducta humana ni de forma inmediata, ni a largo plazo, por lo que no es percibida como un riesgo social, ni como un daño para la salud, pese a que, evidentemente lo es", señala el doctor Espí.
La capacidad adictiva de una droga depende del tiempo que transcurre entre el momento en que se consume y la percepción de sus efectos sobre el organismo. Al inhalarse en forma de gases que llegan a los pulmones en menos de 10 segundos, el impacto de la nicotina sobre el cerebro es casi inmediato, con lo cual su capacidad adictiva es enorme. Otra muestra del gran nivel de adicción que provoca en los fumadores son los múltiples efectos secundarios negativos que afronta un fumador empedernido en cuanto suspende el consumo de tabaco durante un día y que van desde irritabilidad, enfado o frustración pasando por insomnio, dificultad de concentración e incluso disminución de la frecuencia cardiaca.
-Importancia de la ayuda médica
En España 4 de cada 5 personas (82%) perciben el tabaquismo como un estilo de vida, mientras que, sin embargo, cuando se les pregunta específicamente sobre la adicción a la nicotina, dos tercios de la población (64%) lo clasifican como una enfermedad, lo que demuestra cierto desconocimiento sobre el papel que juega la nicotina en la adicción a los cigarrillos y pone de manifiesto la necesidad de contar con la orientación de un especialista a la hora de afrontar esta enfermedad.
El tabaquismo es responsable del 17% de las muertes en España y mata a 124 personas por día o, lo que es lo mismo, 5 personas cada hora, por lo que urge buscar una solución. "Como problema médico que es, la adicción a la nicotina requiere para superarse de la ayuda de profesionales sanitarios que ofrezcan al enfermo adicto los mejores cuidados médicos y le aconsejen sobre los tratamientos más eficaces para dejar de fumar con éxito", afirma el doctor Espí. De hecho, diversos estudios científicos realizados hasta la fecha demuestran que la ayuda de los profesionales sanitarios a la hora de afrontar un proceso de cesación tabáquica duplica las posibilidades de éxito de tratamiento

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