Desde esta página se ha comentado en multitud de ocasiones que el fútbol español tiene graves déficits organizativos, tanto a nivel de FEF, cómo de LFP, cómo en los propios clubes, una de las consecuencias de estos desvaríos es el que haya futbolistas y empleados que tienen graves problemas para cobrar o incluso, llevan varios meses sin hacerlo. Partiendo de estas premisas la AFE, (Asociación de Futbolistas Españoles), ha decidido convocar una huelga para las 2 primeras jornadas ligueras.
Desde que la candidatura de Luis Rubiales se impusiera a la de Gerardo González Movilla en marzo de 2010 se ha amenazado en varias ocasiones con tomar esta medida, parece que este es el momento necesario, ya que el apoyo entre los propios futbolistas, como se demostró en la propia rueda de prensa, es masivo. Un dato que se ha destacado mucho es el hecho de que jugadores del Real Madrid y del Barça, que no han tenido problemas de cobro y que, aunque los tuvieran, han ganado tanto dinero que podrían estar sin hacerlo mucho tiempo, han apoyado esta iniciativa dando la cara, es un problema que no les afecta directamente pero han decidido posicionarse.
La AFE, hasta la llegada de Rubiales, prácticamente era una filial de la LFP con lo que era impensable el lograr llegar a algo así, los futbolistas eligieron un cambio y están siendo consecuentes con él mismo. La legislación que piden, que simplemente es un endurecimiento de la actual, para garantizar los pagos de los contratos de los jugadores, está ya, en uno u otro modo, vigente en las principales ligas europeas, es otro punto en el que estamos perdiendo terreno respecto a la competencia. Una consecuencia indirecta de la aplicación de descensos administrativos y sanciones a los clubes puede ser el que haya menos futbolistas profesionales porque haya menos clubes que estén en condiciones de pagar. Esto es un daño colateral del que se ha hablado poco pero que creo que es importante tener en cuenta.
No es la primera vez que el fútbol se para, aunque desde 1984 una huelga de futbolistas no ha llegado hasta el final, seguiremos muy atentos a los movimientos y logros de la AFE, puede que sea un primer paso para mejorar la gestión de un fútbol tan contaminado como el español.