¿Tiene la población derecho a analizar muestras de vacunas? F.S.A. es padre de un niño afectado por vacunas y quiere saber, entre otras cosas, el contenido exacto de la vacuna que todo indica que ha causado Encefalopatía Motora progresiva postnatal precoz y Mioclonias de origen córtico-subcortical a su vástago. Investiga por su cuenta (con la ayuda del Bufete Almodóvar & Jara) pero sólo le ponen trabas.

Esta persona quiere averiguar cómo ha actuado en el cuerpo del niño esa vacuna. Su hijo nació y creció sano durante los primeros meses de su vida pero le pusieron muchas dosis de vacunas (todas las del calendario vacunal recomendado y algunas más que recomendaron por su cuenta los pediatras que le atendieron).
¿Por qué el ciudadano no puede disponer de estas muestras de la vacuna para analizar su genotoxicidad? Farmacovigilancia nos pide que tengamos confianza en el sistema. Lo cierto es que viendo cómo actúan en casos como este en el que parecen más preocupados por defender a los laboratorios que a las personas o lo ocurrido durante el escándalo Agreal, no es fácil mantener esa confianza. La Agencia que dirige Belén Crespo (en la foto) no puede mirar para otro lado pues tiene como objetivo servir a la ciudadanía. Y cuando muere una persona en un ensayo clínico de una farmacéutica, como ha ocurrido en nuestro país hace poco, no puede limitarse a “tomar nota”, tiene que investigarlo y tomar medidas concretas.
La farmacovigilancia es un un derecho fundamental en salud del ciudadano que, como en este caso, sufriendo que su niño tiene una encefalopatía, quiere comprobar si esa encefalopatía es postvacunal o no y cómo los tóxicos y los componentes de las vacunas han podido dañar su salud.
Químicos, toxicólogos y genetistas especializados en vacunas quieren analizar dicho lote para ver qué ha podido provocar y así poder realizar un diagnóstico adecuado (que el niño todavía no tiene y va camino de cumplir tres años). Esa información es crucial para enfocar una terapia lo más personalizada posible que ayude a recuperar su salud.
¿Por qué tanto oscurantismo en la Agencia Española de Medicamentos?