La agredieron brutalmente por sonreír y saludar a alguien en un bar

Tras el brutal ataque, su rostro quedó desfigurado y con secuelas de por vida. Te advertimos que las imágenes son fuertes.

Rosie Skitt, de 25 años, quedó con graves heridas en su rostro tras recibir un violento golpe con un vaso mientras se divertía en un pub de la localidad de Sheffield, Inglaterra. La agresión fue cometida por Charlotte Green, cinco años menor que la agredida, quien acusó a Skitt de “mirarla de forma sarcástica”, por lo que se dirigió hasta su mesa, le gritó de manera desafiante y le arrojó el elemento de vidrio.

De lo que Green no se percató es que la chica que “la miraba de forma sarcástica” es hermana de una de sus compañeras del equipo de fútbol en el que forma parte. Rosie había reconocido a Charlotte mientras estaba en la mesa y simplemente la miró y sonrío para decirle “¡Hola!”. Un gesto de cortesía que le costó demasiado caro.

Según se desprende de las declaraciones emitidas durante el juicio, la mejilla de Rosie quedó literalmente ‘colgando’ tras el ataque, y que por pocos centímetros el golpe no alcanzó su ojo derecho. La agredida no se habría dado cuenta de que recibió el vaso hasta que se tocó la cara y se dio cuenta de que estaba perdiendo muchísima sangre y que su piel estaba desprendiéndose. Hasta el momento no recibe disculpas ni ningún tipo de contacto por parte de Green, quien alegó “legítima defensa tras ser provocada” y que finalmente fue sentenciada a 18 meses de prisión.

Tras el ataque, Rosie debió ser intervenida en una cirugía plástica reconstructiva. Pese a las numerosas intervenciones, sufrió lesiones permanentes en el nervio que controla uno de sus ojos, espasmos musculares en el rostro y pérdida de sensibilidad, además de un severo desgarro en uno de sus dedos por el daño en el nervio, según indica Bio-Bio.

Skitt, quien hasta el momento del ataque no había reportado ningún tipo de problema emocional, asegura que hoy, más que dolor, siente un profundo temor de salir a la calle e interactuar con gente que intentará involucrarse en el tema por sus heridas.

“Todo lo que he escuchado son rumores de que ella (Charlotte Green) le dijo a algunas personas que fue ‘defensa propia’ o que yo me resbalé y me caí”, contó Rosie.

La víctima, muy afectada emocionalmente, utiliza un maquillaje especial prescrito por su médico para disimular los cortes, y continúa sometiéndose a cirugías plásticas, pero las cicatrices se resisten a desaparecer. Rosie hoy casi no sale de su casa y asegura que siente “miedo de que la gente se acerque y me pregunté por lo que pasó esa noche y por cómo conseguí la cicatriz que tengo la cara”.

Fotos: Mirror.co.uk / Eldebate.com.mx